El presidente de la Generalitat, Pere Aragonés, y los expresidentes Carles Puigdemont, Quim Torra, José Montilla y Jordi Pujol se han reunido en la localidad de Codalet (Francia) en un homenaje a Pau Casals que no ha tardado en convertirse en escenario de las proclamas independentistas de los líderes catalanes, desde la demanda de una ley de amnistía por parte de Pere Aragonès, a la reivindicación por parte de Puigdemont de evitar "salidas personales" en el procés, con claros ecos en su situación.
El evento se ha dado en la abadía de Sant Miquel de Cuixá, en el marco de un homenaje por el 50 aniversario de la muerte del músico catalán organizado por la Universitat Catalana d'Estiu (UCE). Allí han acudido los distintos líderes del catalanismo, recibidos con proclamas independentistas. Entre ellos, destaca la presencia de Carles Puigdemont, ya que es el primer acto oficial al que acude el expresident desde que la Justicia europea le retirara la inmunidad.
Puigdemont, contra las "salidas personales" mientras Aragonés enfoca su discurso en lanzar un dardo a Sánchez
El expresident ha elogiado en el acto a Casals por no haber buscado a lo largo de su historia ninguna "salida personal", sino por pensar "en el país", y en ese sentido ha reivindicado que desde el independentismo tienen "el mismo derecho a hacer lo mismo". Gracias al músico, ha dicho en el acto, Cataluña se puede proyectar y su lengua ser defendida como patrimonio del mundo. El actual president, Pere Aragonès, ha dirigido su intervención a reclamar la amnistía y la autodeterminación como las principales demandas de la comunidad autónoma, cruciales también de cara a la posible investidura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno. Han sido discursos con un notable carácter independentista en pleno homenaje al músico que, sin embargo, en vida llegó a declarar: "Soy catalanista pero jamás he sido separatista".
Aragonès no ha tardado en exponer las demandas independentistas no sólo ante España, sino más concretamente ante Pedro Sánchez como una clara declaración de intenciones de cara a su intento de investidura. En esta línea ha denunciado que el acto se produzca en España "a causa de que la represión todavía dura", y ha llamado a "avanzar en la resolución" de la cuestión independentista. Una resolución, dice, "democrática" para que el acto "deje de ser excepcional y pase a ser una normalidad democrática".
Pujol asegura que la identidad catalana "está en peligro"
El longevo expresidente Jordi Pujol ha emitido un discurso en términos más generales en el que ha reiterado que la identidad catalana "está amenazada". La lengua, ha insistido Pujol, es el elemento prioritario a defender. "La lengua, la historia, la memoria y la capacidad de proyecto son elementos básicos del ser de un pueblo y esto, ahora -y no querría que se considerara una exageración y alarmismo-, corre riesgos.
Por eso, ha considerado que en el ámbito de la lengua se debe actuar con términos muy abiertos, lo que ha calificado como un reto tremendo, en sus palabras: "Tenemos la obligación de acogerlo y de mantener nuestra identidad". "Nosotros tenemos que estar abiertos al mundo, pero para empezar tenemos que estar abiertos a toda la gente que vive en Cataluña", ha concluido.
Torra, el más beligerante al denunciar una "tenebrosa maniobra española"
El que fue president entre 2018 y 2020 ha recurrido a las palabras más beligerantes del acto al denunciar que una "tenebrosa maniobra española" privó al mítico violonchelista del Premio Nobel de la Paz, del que fue finalista en 1958.
"Curiosamente, ese año el Premio Nobel de la Paz quedó desierto. Supongo que nadie de nosotros puede pensar que alguna tenebrosa maniobra española debía haber actuado para que aquel premio no se concediera", ha sugerido en el evento.
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