Ni un paso atrás. La presidenta del Congreso, Francina Armengol, en la cuerda floja por la trama de Koldo García, no dimite. Por ahora. La socialista ha anunciado, además, que tomará medidas contra el PP porque "ha roto todas las líneas rojas" al involucrarla en el presunto 'caso Koldo' de corrupción por la compra de mascarillas, del que ella se presenta como víctima: "No dejaré que mancillen mi nombre y que lo mezclen con nada que se parezca a la corrupción". La expresidenta balear se considera víctima. Ni mucho menos cómplice de un fraude por la adquisición de mascarillas a la empresa de la trama a sabiendas de su inutilidad para fines sanitarios. .
Armengol está bajo asedio y afronta días decisivos para su futuro político una vez ha trascendido que su gabinete adquirió a la empresa de la trama del caso Koldo, Soluciones de gestión y apoyo a empresas, mascarillas por un importe de 3,7 millones de euros a sabiendas de que eran inservibles para fines sanitarios. La gran pregunta que ha eludido aclarar en una comparecencia en el Congreso de los Diputados es si ella o su gobierno contactó o no con algún miembro de la trama o con el propio exministro de Transportes, José Luis Ábalos. ¿Quién facilitó el contacto de la empresa a las administraciones controladas por el PSOE? Armengol ha cargado la responsabilidad en el servicio autonómico de salud (IBSALUT).
El futuro de Armengol está en la Fiscalía Europea, que decidió abrir este lunes una investigación en relación a los contratos que que su gobierno, pero también el del canario Ángel Víctor Torres, suscribieron con la trama Koldo. El ente argumenta que tras recibir una denuncia de un particular en relación a los contratos de mascarillas, y verificar su competencia, ha decidido iniciar una investigación por los presuntos delitos de malversación de caudales públicos, prevaricación y tráfico de influencias.
La tercera autoridad del Estado ha dicho: "Soy consciente de la enorme responsabilidad que tengo como presidenta del Congreso por eso siempre he sido consciente de la representatividad que tengo que tener de la ciudadanía. Por eso intento e intentaré mantener un nivel adecuado para representar a la ciudadanía que no se merece según qué espectáculos de partidos políticos. El principal partido de esta Cámara ha decidido saltarse todas las líneas rojas posibles. En política no todo vale y no todos los políticos somos iguales".
Armengol ha explicado que tanto ella personalmente como su Gobierno hicieron todo lo posible por proteger a los ciudadanos en un momento de máxima dificultad, como fue la pandemia del coronavirus. Y ha añadido que Baleares compró en tres meses 40 millones de euros en material sanitario. De hecho, Armengol sacó pecho por haber sido en aquellos meses tan duros una de las comunidades con menos mortalidad. "Trabajamos bien", ha explicado.
El equipo de Armengol sigue negando que hubiera "estafa". Pero según se suceden las informaciones, los nervios crecen. Y Moncloa, según las fuentes consultadas en el núcleo duro del presidente del Gobierno, empieza abrir la puerta de salida a la política balear en previsión de nuevas revelaciones del sumario. El mensaje que lanzan es que no se protegerá a nadie.
Lo cierto es que el PSOE sigue defendiendo que ha cumplido el cupo de asunción de responsabilidades políticas con la expulsión del exministro José Luis Ábalos del partido y su aterrizaje en el Grupo Mixto en el Congreso. En la federación balear defendieron este lunes a su secretaria general. El portavoz socialista en el Parlamento regional, Iago Negueruela, dijo que es "delirante" contemplar como verdad la posibilidad de que Armengol estuviera al corriente o hiciera seguimiento del expediente de la compra de mascarillas a la empresa de la trama de Koldo García. Y en Ferraz también se la defiende. Por ahora.
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