Huérfano de líder. Así se halla el separatismo catalán, que quiere desconectar de España pero carece de esa persona que pueda guiarlo a la tierra prometida de la independencia. El soberanismo se mira en el espejo del País Vasco. La figura de Arnaldo Otegi emerge como ejemplo de abanderado al que la cárcel engrandece a ojos de sus seguidores. El entusiasmo que despierta en los independentistas catalanes refleja la ausencia de una figura similar entre sus filas.
Otegi está asumiendo el papel de impulsor de todas las reivindicaciones soberanistas
Qué mejor ejemplo de que Otegi está asumiendo todas las reivindicaciones soberanistas que sus palabras de este sábado, en el homenaje que le tributaron en el velódromo de Anoeta (San Sebastián). El exportavoz de Batasuna ha reclamado a "la nueva izquierda española", que encabeza Podemos, que se sume a ellos para poner en marcha "procesos constituyentes en las naciones del Estado" cuando comprueben que en España "es imposible la democratización". Además, ha realizado un llamamiento a poner "en marcha el proceso independentista en Euskal Herria y abrir un segundo frente al Estado aquí cuanto antes".
Y mientras, los demás, a su rebufo. Democracia y Libertad (nuevo nombre de Convergencia Democrática de Cataluña) mantiene la presidencia de la Generalitat con Carles Puigdemont, una figura que contó con el aval de la CUP, pero de indiscutible menor talla política que su antecesor. Artur Mas, refugiado en el partido, no descarta el retorno a la primera línea. Mientras, el gran buda del nacionalismo catalán convergente, Jordi Pujol, tiene que terciar con los frentes judiciales asociados al origen de su herencia y a la corrupción.
No duran mucho en primera línea los dirigentes de ERC
El socio de gobierno de Puigdemont es Esquerra Republicana de Cataluña (ERC), donde ejerce el liderazgo Oriol Junqueras desde 2011. Antes lo hicieron Josep-Lluís Carod-Rovira y Joan Puigcercós. Carece ERC de históricos en la lucha del soberanismo porque es un partido que quema muy pronto a sus dirigentes.
La CUP por estatutos establece la limitación a un mandato de sus representantes públicos. Su organización interna y el modelo de participación asambleario dificulta que surja un único líder carismático. En estos momentos, la diputada del Parlament Anna Gabriel, del sector duro, ejerce cierto control.
Historial de Otegi
Arnaldo Otegi salió de la cárcel de Logroño el pasado 1 de marzo, tras cumplir una condena de seis años y medio, acusado de intentar la refundación de Batasuna. La sala de visitas de la prisión ha sido lugar de encuentro entre Otegi y distintos representantes de partidos separatistas catalanes. El domingo 21 de febrero le visitaron en prisión Joan Tardà, portavoz de ERC en el Congreso, y David Fernández, exdiputado de la CUP en el Parlamento de Cataluña. Las palabras de Tardà ilustran la comunión de intereses entre el mundo abertzale y el soberanismo catalán y un cierto arrobamiento impúdico: “Otegi representa la capacidad para plantarse ante la violencia y ser el abanderado de la reconciliación de los corazones”.
Otegi tuvo que huir a Francia en 1977
Otegi es conocido como el "Mandela" vasco, gracias a la propaganda de izquierda abertzale. La campaña en favor de su liberación llevaba su número de preso, igual que hizo el movimiento sudafricano. ¡8719600510, Askatu! fue el lema que circuló por las redes sociales.
Se integró en ETA con 19 años, en 1977, y pronto tiene que refugiarse en Francia, donde fue detenido en 1987. Cumple cárcel por el secuestro de Luis Abaitua y deja las armas para centrase en la vida política. Diputado en el Parlamento vasco en 1995 y miembro de la dirección de HB en 1997, ya es cabeza de lista en las autonómicas de 1998 por Euskal Herritarrok, otro de los nombres que ha tenido la izquierda abertzale. Sortu, la nueva franquicia, nace en 2013, y Otegi es nombrado secretario general de la formación aunque entonces seguía en prisión.
Su salida de la cárcel evidenció la sintonía de la izquierda abertzale con la CUP
La salida de la cárcel de Otegi sirvió para escenificar esa cordialidad independentista. La cúpula de Sortu y miembros destacados de la CUP (Anna Gabriel y David Fernández) le recibieron como un héroe. También acudió el cantante Lluís Llach, diputado de Junts pel Sí, quien afirmó que Arnaldo Otegi será una "persona importantísima en el futuro de Euskadi", y que su encarcelamiento había sido "por razones de Estado".
La excarcelación de Otegi protagonizó el debate en el Parlament este miércoles, donde se produjeron reproches entre partidos que defienden la condena y partidos que la consideran intolerable. Sacó el tema el diputado del PP Juan Milián, quien criticó que representantes de los partidos soberanistas corrieron a "abrazarse" a Otegi cuando salió de la cárcel. El comentario enfadó a algunos diputados de la Cámara. El portavoz del PP en el hemiciclo, Enric Millo, aseguró que la diputada de la CUP Anna Gabriel había llamado "subnormal" a Milián. Fuentes populares aseguraron que la diputada de la CUP le dijo a Milián: "No le llegas a Otegi a la suela del zapato, subnormal". Otegi se ha convertido en referente de la CUP.
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