La presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas, tiene previsto desplazarse a Sevilla en la segunda semana de enero para estar presente en la primera reunión del comité autonómico de la formación en Andalucía que se acaba de constituir, según avanzaron fuentes de la formación naranja a Vozpópuli.
El vicepresidente de la Junta de Andalucía y líder de la formación a nivel regional, Juan Marín, salió reelegido a finales de septiembre como coordinador autonómico, en un proceso interno en el que tuvo manos libres para colocar a sus más allegados dentro de la nueva dirección del partido naranja en Andalucía. Sin embargo, aún queda por nombrar a los secretarios de Programas y de Relaciones Institucionales, además de la propia junta directiva dentro del citado comité. Estos últimos nombramientos se conocerán en enero en la víspera del cónclave andaluz de Cs.
En las últimas semanas han sido Carlos Cuadrado y José María Espejo los que han participado en este tipo de reuniones en los diferentes territorios después de que Ciudadanos renovase sus estructuras regionales. Pero Andalucía es diferente. Y más después de que la dirección nacional comprobase con preocupación cómo el Marín no descartaba ir de la mano con el Partido Popular en las futuras elecciones andaluzas, previstas para finales de 2022 si Juan Manuel Moreno agota la legislatura.
Por eso, será Arrimadas la que viaje a la capital andaluza para frenar esas aspiraciones de Marín, según subrayan las citadas fuentes, justo en un momento en el que el acercamiento al PP que algunos ven en el vicepresidente andaluz y el alcalde de Granada, Luis Salvador, ha provocado que en Ciudadanos se esté gestando una importante corriente interna contra estos últimos.
Varios cargos y afiliados de toda Andalucía han comenzado a organizarse para pedir a la dirección nacional la destitución de Marin y Salvador. Para ello, han recurrido al que fuera secretario de Organización de Cs con Albert Rivera y actual senador por designación autonómica, Fran Hervías, para que coordine esa oposición interna al tándem Marín-Salvador.
En esta particular 'cruzada' contra el vicepresidente de la Junta de Andalucía, a Hervías le acompañan en un incipiente núcleo duro la actual consejera de Igualdad y rival interna de Marín, Rocío Ruiz, y el portavoz de Cs en el Parlamento andaluz, Sergio Romero, según desveló en exclusiva este periódico el pasado martes.
Los críticos de Marín y Salvador dentro de Cs Andalucía creen que ambos han llegado a un acuerdo tácito con un objetivo final: pasarse al PP en el corto o medio plazo
A raíz de esta información, se han producido varios choques entre Marín y Ruiz en los últimos días, sobre todo después de que se filtrase un vídeo en el que la consejera afirmaba que su intención pasaba por cubrir los puestos territoriales de la Junta andaluza con gente de Ciudadanos en vez de funcionarios. Previamente, Ruiz había dejado claro que el partido "ni se rinde ni se vende", una alusión muy clara a aquellos que pretenden una Andalucía Suma con el PP.
Los críticos de Marín y Salvador dentro de Cs Andalucía creen que ambos han llegado a un acuerdo tácito con un objetivo final: pasarse al PP en el corto o medio plazo de cara a las próximas andaluzas y así seguir otros cuatro años en la primera línea de la política andaluza ante el más que probable hundimiento de la formación naranja. Las últimas encuestas coinciden en que Vox superaría a Cs en escaños si se adelantasen las elecciones y que la formación de Santiago Abascal podría ser el siguiente socio de coalición del PP andaluz de Moreno.
La opción de Andalucía Suma
Esta estrategia de Marín y Salvador pasa, según sus detractores, por pedir un Andalucía Suma como paso previo a su entrada en el PP. Marín no descartó la opción del PP+Cs en un reciente desayuno informativo en el que le apadrinó Albert Rivera, cuyo bufete asesora en la actualidad a los populares en un recurso ante el Tribunal Constitucional. El expresidente de Cs ya ha marcado el camino, junto a José Manuel Villegas, para aquellos que se quieren acercar a la formación de Pablo Casado.
Aquel encuentro informativo entre Marín y Rivera no sentó bien en la dirección nacional de Cs porque el primero aprovechó el formato y la presencia del expresidente naranja para dejar abierta una eventual coalición con el PP. De ahí que Arrimadas quiera ahora atar en corto al vicepresidente andaluz.
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