Repitieron escenario pero no candidato. Ayer, en la sala Valle Inclán del Círculo de Bellas Artes, escritores, intelectuales, cantantes, cineastas, así como otras personalidades de lo que ellos mismos han denominado “gente que trabaja con las ideas” –de los cuales, algunos, en el mismo lugar, cuatro años antes hacían lo mismo con Zapatero- posaron en retrato de grupo con Gaspar Llamazares, "número uno" por la lista de IU de Asturias.
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Con el lema “Si viviera en Asturias, votaría por Gaspar Llamazares”, escritores como Almudena Grandes, Luis García Montero y Marta Sanz; actores como Juan Diego y Alberto San Juan, y académicos como Carlos Berzosa, rector de la Universidad Complutense, entre muchos otros, presentaron y firmaron un manifiesto de apoyo al político. A pesar de su ausencia, personajes como Santiago Carrillo, Pilar Bardem, Joaquín Sabina, Miguel Ríos, Benjamín Prado, Juan José Millás, Eduardo Mendicutti, Rafael Reig, Manuel Rivas o Lucía Etxebarría, entre muchos otros, firmaronel texto que se leyó ayer en el Círculo de Bellas Artes.
“No todos los políticos son iguales. Gaspar Llamazares ha demostrado una manifiesta voluntad de diálogo, integración y comprensión de la pluralidad”. Con estos argumentos, los convocados subrayaron la necesidad de que el político de Izquierda Unida repitiera en el Parlamento, por tratarse de “un hombre con el compromiso y coherencia ética necesarias ante el dominio de la cultura neoliberal”, como manifestó, en una carta leída por Juan Diego, el exmagistrado de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón. Ayer mostraron todo su apoyo, ahora incondicional, algunos que en su momento no lo tenían tan claro.
El ex rector de la Complutense Carlos Berzosa, que también formó parte de la campaña “Yo estoy con Zapatero” y se hizo fotografiar arqueando el índice sobre la ceja - que en el lenguaje de señas identifica el nombre del todavía jefe de Gobierno-, se desdecía ayer de sus simpatías con el PSOE pero no de sus afinidades ideológicas, ahora representadas en Llamazares, quien supone una opción importante para la izquierda. “Lo que nos espera después del 20-N es nefasto”, agregó el catedrático.
No es la primera vez, sin embargo, que representantes de la cultura que en su momento apoyaron al Partido Socialista se desmarcan. Sobre la gestión de Zapatero pesa un reprobatorio bufido de estafa y decepción. Ya en julio de este año, una plataforma integrada por los mismos nombres, llamó a “repensar y reconstruir la izquierda”. Esa reconstrucción pasaba por la petición -hecha por los mismos creadores e intelectuales- de que los partidos se reunieran a reflexionar sobre la propia esencia de su acción. Han pasado tres meses. ¿Es este acto todo lo que la cultura ha conseguido reflexionar sobre el tema?
Sin entrar al trapo, y con una reflexión sosegada, Luis García Montero, organizador del acto de apoyo a Llamazares, responde subrayando la necesidad y la obligación de determinados escritores y sectores de la cultura de intervenir y fijar una posición política ante los recortes de derechos sociales y “los desmanes” que la crisis ha provocado: “Tal y como estamos, es imposible no comprometerse con una reflexión sobre la izquierda”, dijo.
Al ser preguntado sobre el sentido de sus reclamos previos, la llamada reconstrucción y el diálogo necesario entre partidos, García Montero recupera parte de lo que hasta ahora ciertos sectores de la cultura ha logrado. “Nos han hecho caso, a medias. Equo, por ejemplo, decidió suscribir diálogos con gente de todos los sectores. Izquierda Unida abrió un proceso de convergencia y se presenta en diálogo con otras formaciones y representantes de los movimientos sociales. Creo que, en ese sentido, parte de lo que dijimos, tuvo sentido”.
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