El expresidente de la Generalitat Artur Mas ha considerado que la mesa de diálogo entre Govern y Gobierno será una decepción que "en este caso, correrá a cargo de ERC, que es quien ha encabezado con más fuerza" esta iniciativa.
En una entrevista en el diario 'VilaWeb' recogida este domingo por Europa Press, Mas ha defendido que la mesa de diálogo "no tiene recorrido ni futuro para lo que se creó: encontrar una solución para el conflicto que existe entre Cataluña y el Estado español".
Ha acusado a las partes implicadas de no ser capaces ni de reunir a la mesa y ha criticado que "las pocas veces que la han reunido, no había orden del día, ni ha tenido continuidad", por lo que ha dicho textualmente que es engaño que solo permite que el tiempo pase.
Para Mas, actualmente, dentro del independentismo "no hay unidad, no hay proyecto estratégico conjunto, hay una carencia de rumbo y de norte", y ha considerado que existe una fragmentación política en el Parlament que dificulta la creación de liderazgos consolidados.
Ha dicho que Junts está en fase de "construcción y de consolidación, pero todavía con cierta indefinición ideológica y con algunos deberes pendientes como definir cuáles son los liderazgos de partido y los institucionales", y lo ha ejemplificado con los de Salvador Illa en el PSC y de Pere Aragonès en ERC.
Ha sostenido que "estas indefiniciones" se deberán ir resolviendo en los próximos meses porque considera que es muy importante que cada proyecto político tenga definidos sus líderes.
Preguntado por su relación con el expresidente de la Generalitat y líder de Junts, Carles Puigdemont, ha respondido que mantienen "una muy buena relación personal que nunca se ha roto, en absoluto, al revés", y que pretende volver a visitarle a Waterloo (Bélgica) en pocas semanas.
Su etapa como militante "ha terminado"
Ha asegurado que no entrará en Centrem, la nueva marca política que impulsa la exsecretaria del PDeCAT Àngels Chacón, ni tampoco en ningún otro partido: "Mi vida política como militante de partido ha terminado".
"No quiero alejarme de la política, pero sí de la militancia en partidos", ha dicho, porque es una etapa a la que ha dedicado más de 30 años y que ya da por concluida.
Pide no "sacrificar sólo por el simbolismo"
Sobre el caso del exdiputado de la CUP Pau Juvillà, ha tachado de monstruosidad que un organismo administrativo como la Junta Electoral Central (JEC) pueda retirarle el escaño a un cargo electo y, preguntado por si se debería haber preservado su cargo, ha dicho que "depende de si es el momento de asumir el coste de unos nuevos procesos penales y de nuevas inhabilitaciones".
"No vale la pena sacrificar a más gente. Sacrificar sólo por el simbolismo no tiene mucho sentido", ha afirmado, y ha añadido que el independentismo debe fijar objetivos que sabe que querrá o podrá cumplir, ya que de lo contrario genera decepción, algo que según él sucedió con el 1-O en 2017.
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