España

Mas estudia tirar la toalla ante la resistencia de ERC a sumarse a una candidatura conjunta

La única tabla de salvación de Artur Mas es ir a las próximas elecciones en una candidatura unitaria con ERC. Oriol Junqueras se opone y este rechazo está forzando al presidente de la Generalitat a estudiar su propio relevo. Tres son los nombres que se barajan en Convergencia: el actual consejero de Justicia, Germà Gordó, el portavoz parlamentario, Jordi Turull, y el número dos de la organización, Josep Rull.

Después de un año largo jugando con la convocatoria del referéndum, ha llegado la hora de la verdad para Artur Mas. En breve, aseguran fuentes de CiU, tendrá que reconocer que no le va a ser posible celebrar la consulta y, después de cumplir el compromiso contraído con ERC de convocarla, deberá asumir las consecuencias. Una huida hacia delante sería la convocatoria de elecciones anticipadas. Pero Mas no quiere concurrir a ellas en solitario, por lo que está presionando a Oriol Junqueras (ERC) para ir de la mano en una candidatura conjunta. Junqueras no está por la labor, pues no encuentra en ello ningún incentivo ya que las encuestas le sitúan en cabeza y con un socio tan contaminado políticamente como Mas solo tendría cosas que perder. Este laberinto es el que, según fuentes nacionalistas, está conduciendo al presidente de la Generalitat a estudiar su propio relevo.

Oriol Junqueras (ERC) no ve incentivos para ir en una lista conjunta con Artur Mas

Casi nadie en CiU prevé una sustitución de Mas por alguien de su núcleo duro. Nombres como los de Francesc Homs, Davíd Madí u Oriol Pujol parecen, pues, plenamente descartados por motivos diferentes, pese a que hace meses estaban en algunas quinielas. Entre los mejor situados ahora para encabezar el nuevo proyecto nacionalista cuando se demuestre el fracaso de Mas, están el consejero de Justicia, Germà Gordó, el portavoz de CiU en el Parlament, Jordi Turull, y el coordinador de Convergencia y actual número dos del partido, Josep Rull. Si se toma como referencia su pasión independentista, sus perfiles son muy similares a los de los hombres de confianza de Mas.

Personas muy cercanas al presidente de la Generalitat que siguen de cerca su peripecia recuerdan que cometió el error de vincular su futuro político a la consulta soberanista, por lo que el descalabro que va a sufrir le hará muy difícil, si no imposible, recomponer su acción política.

Hacia un simulacro de referéndum

La proximidad que Mas ha mantenido con Junqueras desde el arranque del proceso soberanista, no le ha servido para entablar una relación de confianza. De hecho, después de escenificar la unidad a finales de la semana pasada, se ha sabido que en la reunión mantenida por la mayoría de los socios que le acompañan en la aventura, el propio Mas reprochó a Junqueras haber permanecido continuamente refugiado en la barrera, ganando votos sin dar la cara, por lo que ahora carece de autoridad para exigirle que haga un simulacro de referéndum llegando hasta el extremo de incurrir en un delito de prevaricación que, además, comprometería a miles de funcionarios temerosos de ser expedientados.

Las discrepancias entre Mas y Junqueras, según las fuentes, no se quedan aquí. Altos cargos del PSC saben que en Convergencia se recela de una declaración unilateral de independencia ya que es un terreno desconocido que puede llegar a provocar, incluso, una dura reacción por parte del Gobierno: la suspensión de la autonomía.

Mas reprocha a Junqueras haber estado escondido en la barrera ganando votos

La farsa acabará pronto, cuando Mas reconozca que no puede montar la logística de la consulta a espaldas del Estado”, aseguran en el PSC. En el corto plazo, el calendario está fijado: este martes ha vencido el plazo para que los extranjeros residentes en Cataluña pidan su participación en el referéndum. El viernes se publicará la lista provisional de participantes, el domingo se detallarán las mesas de votación y entre el 20 y 25 próximos, podrán votar los catalanes que residan fuera. El presidente de la Generalitat no podrá ir mucho lejos de esa fecha para admitir que le va a ser imposible celebrar la consulta “con garantías democráticas”. Y mientras tanto, Josep Antoni Durán i Lleida, de viaje en viaje, dejando a su socio de coalición a su suerte.

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