El presidente de la Generalitat, Artur Mas, envió varios mensajes al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, para propiciar un encuentro secreto antes de que se produjera el pacto catalán de la pregunta y la fecha de la consulta soberanista. Sin embargo, una vez anunciado el pacto, el Gobierno español dejó de aplazar el encuentro para directamente declinar la oferta de reunirse, publica este viernes ‘La Vanguardia’.
Desde La Moncloa avisaron al portavoz de Convergència i Unió en el Congreso, Josep Antoni Duran Lleida, que "dialogar sobre hechos consumados no tiene demasiado sentido" y, de hecho, el mismo día en que se cerró el pacto catalán, Rajoy anunció en Madrid ante el presidente del Consejo Europeo, Herman van Rompuy, que "esa consulta es inconstitucional y no se va a celebrar, eso está fuera de toda discusión y negociación".
La última vez que Mas y Rajoy coincidieron en persona fue el pasado 29 de agosto en Moncloa, en un encuentro que se orquestó con discreción, pero que finalmente se filtró a los medios. En la actualidad, los contactos políticos entre el Gobierno de España y el Govern catalán se limitarían a las conversaciones telefónicas que mantienen tanto el presidente Rajoy como la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría con Duran Lleida, principal defensor de la predisposición al diálogo de la formación catalana, aunque con poco éxito.
Fuentes del Gobierno español afirman que Mariano Rajoy sigue abierto al diálogo “sin fecha de caducidad”, pero consideran que los “movimientos unilaterales” del president Mas impiden organizar encuentros secretos ya que “podrían malinterpretarse”.
Mas prefiere los contactos secretos: “la presión mediática no deja margen a la negociación en un asunto tan sensible”
Además, Mariano Rajoy ha dejado claro que “no tiene nada que dialogar ni negociar” respecto a la consulta nacionalista. De hecho, apuntan que ambos presidentes podrían volver a reunirse siempre que no se hable de la consulta, sino sólo de asuntos de gobierno y “haciéndolo público como ocurre con todas las reuniones que el presidente del Gobierno celebra normalmente con los presidentes autonómicos".
La Generalitat, por su parte, mantiene una estrategia de diálogo discreto para, al menos, “romper el hielo”, y abre un margen de negociación que evite el “choque de trenes”. Mas sigue dispuesto a negociar la pregunta y la fecha del referéndum con Rajoy, con permiso de las fuerzas políticas que firmaron el acuerdo, y no está dispuesto a que este tema entorpezca las relaciones institucionales entre ambos gobiernos.
El mundo empresarial se erige en interlocutor oficioso
Artur Mas es partidario de que el diálogo con Rajoy sea “discreto”, es decir, a escondidas, “porque de lo contrario no hay manera de avanzar". A su juicio, “la presión mediática no deja margen a la negociación en un asunto de tanta sensibilidad”.
Aparte del president, entre el Govern y Moncloa ha habido otros interlocutores como el conseller de Presidència, Francesc Homs, y el secretario general de la Presidència, Jordi Vilajoana, que han mantenido contacto sobre todo con Jorge Moragas, jefe de gabinete del presidente Rajoy.
La preocupación por la falta de diálogo entre ambas partes es más evidente en el mundo empresarial, sobre todo entre las empresas del Ibex 35, motivo por el cual han surgido interlocutores oficiosos voluntarios para evitar el mencionado “choque de trenes”.
Por la parte catalana, el que más peso ha tenido ha sido el presidente de Abertis, Salvador Alemany, probablemente por su condición de presidente del Consejo Asesor para la Reactivación Económica. Por la otra parte contratante, se señala al empresario Manuel Pizarro como contribuyente voluntario al diálogo entre gobiernos.
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