España

La empresa de Arturo Fernández debe dos millones a la institución ferial Ifema

El vicepresidente de CEOE es miembro del Comité Ejecutivo del recinto ferial y su firma de restauración opera en Campo de las Naciones desde hace dos años. Otra deuda de 2,7 millones con Turespaña y la acusación de pagos en negro a sus empleados le ponen contra las cuerdas. 

El vicepresidente de CEOE Arturo Fernández no solo debe 2,7 millones de euros a Turespaña, como se publicó hace dos semanas, y recibe acusaciones por pagar en negro a sus empleados, como trascendió este lunes. El Grupo Cantoblanco Catering Service, S.L., una de las filiales del Grupo Arturo Cantoblanco cuyo dueño es el también presidente de la patronal madrileña CEIM, debe otros dos millones de euros a la institución ferial Ifema. Así lo ha sabido este medio a través de fuentes anónimas de la Comunidad de Madrid.

Cantoblanco Catering Service aterrizó en la institución ferial en enero de 2011. Por entonces, Fernández ya pertenecía al Comité Ejecutivo de Ifema, asiento que ocupa desde julio de 2010, cuando ascendió a la presidencia de la Cámara de Comercio de Madrid, otro de sus incontables cargos. La Cámara posee el 31% de las acciones del recinto, la misma cifra que el Ayuntamiento y la Comunidad (Bankia controla el 7%). En esos dos años, ha contraído una deuda de unos dos millones de euros que, se sepa, ningún directivo de Ifema ha reclamado públicamente.

La firma de Fernández cuenta con una quincena de establecimientos en las instalaciones entre restaurantes, caterings y buffets. Según las mismas fuentes, el Grupo Arturo Cantoblanco incumple las condiciones del concurso del que resultó ganador, versión que Vozpópuli no ha podido confirmar. “Tira los precios a la baja, se lleva el concurso y luego pide subvención”, esgrimen. El pasado mes de agosto, una condena judicial a raíz de una denuncia de CCOO impidió al dirigente empresarial aplicar un ERE temporal sobre los trabajadores de Ifema: la filial presentó beneficios en 2011.

Este lunes, la cadena Ser informó por boca de trabajadores anónimos de que el empresario paga en dinero negro parte del sueldo a los empleados. El 15 de enero, la Seguridad Social exigió 418.000 euros al Grupo Cantoblanco por sucesivos impagos. Y el 30 de enero El Economista publicó que el Instituto de Turismo de España (Turespaña) le reclama algo más de 2,7 millones de euros por el alquiler de la cafetería del Palacio de Congresos de Madrid, cuyo contrato obtuvo en 2003.

Una concatenación de problemas que no ayudan precisamente al 'número dos' de CEOE, verso suelto de la organización y quebradero de cabeza para Juan Rosell. Mal parada en el escándalo del hoy reo Gerardo Díaz Ferrán, la patronal ha arruinado el cambio de imagen por el que se faja el catalán Rosell, a su vez atrapado por el estallido independentista que se cocina en su región.

Bien relacionado con la Administración Pública, el grupo de Arturo Fernández despliega una red de restauración colosal en los edificios públicos que va desde el Congreso de los Diputados a la sede de UGT: 15 sociedades, 120 establecimientos y 3.000 empleados del Grupo Arturo Cantoblanco así lo atestiguan. 

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