Podía haberse evitado. La Asamblea Nacional Catalana (ANC) considera que el desenlace del atentado en La Rambla de Barcelona pudo haber sido otro si España hubiese compartido información. "Por la falta de información no hemos podido localizar a la cabeza de la serpiente que ha radicalizado a estos chicos que hasta hace cuatro años eran normales", ha asegurado Ramón Querol Bonet, coordinador nacional de la ANC en Australia.
Para Querol se trata de "un boicot político" por parte del Estado español a las fuerzas de seguridad catalanas. "(A la policía de los Mossos) se les prohibió entrar en la base de Interpol y de Europol. Hasta la CIA dijo que la seguridad podía estar comprometida si no se transfería desde el Estado esta información a la policía catalana", ha dicho el coordinador a SBS Radio.
"Se nos ha ido boicoteando cada vez más por el tema político. El proceso político de Cataluña ha perjudicado a la seguridad. Ya lo decía la CIA: está comprometida la seguridad porque no se comparte la información desde el Estado español. Es una tragedia que se podía haber evitado", ha insistido Querol.
El proceso político de Cataluña ha perjudicado a la seguridad"
Así, ha asegurado que el "gran problema" ha sido a nivel de inteligencia. "Los cuerpos de seguridades catalanas trabajan muchísimo -y habría que felicitar-, pero ha habido un gran problema a nivel de inteligencia y de información. Este imán, que es la cabeza de la serpiente, hace cuatro años estaba en una cárcel de Castellón (Valencia) por tráfico de drogas, donde contactó con un terrorista que perpetró el atentado de 2004, del 11-M. Allí empezó a radicalizarse. Cuando salió de la prisión se fue a Ripoll, pero tuvo bastante viajes a Bélgica, donde se radicalizó", ha dicho a la emisora.
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Ha habido un gran problema a nivel de inteligencia y de información, según la Asamblea Nacional Catalana
Desde la ANC han subrayado que España ya se encontraba en alerta cuatro de cinco. "Todos sabíamos que podía pasar", ha añadido Querol, quien ha hecho hincapié en que "el problema es la cabeza de la serpiente, no la serpiente en sí", a la vez que ha recordado que estos chicos tenían de 17 a 25 años y "eran completamente manipulables y fáciles de radicalizar".
Las acusaciones, sin embargo, no van en una sola dirección. La Policía Nacional y la Guardia Civil también han dado a conocer el malestar en sus filas por "la exclusión y el aislamiento" que denuncian haber sufrido por parte de la policía autonómica "durante la investigación y gestión" de los ataques perpetrados en Cataluña.
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