La Policía baraja la venganza o el ajuste de cuentas como principales hipótesis del triple asesinato ocurrido este miércoles en un despacho de abogados del madrileño barrio de Usera, donde los investigadores continúan tomando declaración a posibles testigos. El grupo de Homicidios de la Policía ha dado máxima prioridad al triple crimen y sospecha que fueron varios los autores y que buscaban al dueño del bufete, Víctor Joel S.C., un abogado peruano que fue fiscal en su país, donde llevó causas de secuestros o de tráfico de drogas. Ahora se dedicaba a asuntos de extranjería en un barrio del sur de Madrid en el que la población latinoamericana tiene una importante presencia.
El despacho donde se perpretó el crimen está en el primer piso del número 40 de la calle Marcelo Usera, donde un pequeño cartel en el portal anuncia su existencia. El abogado, que no se encontraba en el piso cuando irrumpieron los asaltantes a media tarde del miércoles, ha sido interrogado por la Policía para tratar de esclarecer lo ocurrido.
El despacho donde se perpretó el crimen está en el primer piso del número 40 de la calle Marcelo Usera, donde un pequeño cartel en el portal anuncia su existencia
Él no estaba en el piso cuando entraron los sicarios. Encontraron allí a Pepe C. V., nacido en 1973 en Ecuador; María O. R., cubana de 46 años, a quien sus familiares y vecinos llaman Marisa, y Elisa C. G., también de origen latinoamericano. El primero era un cliente y su cuerpo fue encontrado en un despacho con un hachazo en la cabeza y parcialmente quemado por un incendio de papeles y libros. La segunda repartía publicidad desde hace cuatro años en el despacho, era muy conocida en el barrio por ese motivo -y querida, según vecinos consultados por Efe- y la tercera trabajaba como secretaria. Una fue degollada, la otra tenía un golpe en la cabeza y ambas sufrían quemaduras.
Sus cadáveres se encuentran en el Instituto Anatómico Forense de Madrid, donde este jueves se les realizará la autopsia y al que se están acercando familiares visiblemente afectados a lo largo de la mañana.
Los responsables: sicarios o gente que vive en España
Fuentes policiales han dicho a Vozpópuli que investigan si el crimen fue cometido por sicarios o por personas que viven habitualmente en España. Recuerdan que hace unos años era habitual la llegada de grupos de matones desde Colombia, u otros países sudamericanos, y que tras cometer su crimen volvían a los pocos días a su país.
Cobraban entre 300 y 600 euros y los 'contratistas' pagaban el viaje y les buscaban un alojamiento discreto. Los esfuerzos de la policía se centraban en las últimas horas en convencer al propietario del despacho para que explique las sospechas de quién ha podido atacar su negocio.
También se ha valorado que los asesinos busaran al cliente que fue asesinado, pero esta pista queda anulada pues al parecer una de las empleadas muerta llegó a hablar con el letrado para informa que le esperaban una gente "un poco rara".
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