Todas las miradas del Parlamento asturiano están puestas en el diputado de Foro Asturias Adrián Pumares. Su voto se ha convertido en decisivo para que la reforma del Estatuto del Principado que propone el PSOE pueda salir adelante con el reconocimiento del bable como medida estrella.
Los socialistas necesitan una mayoría cualificada de tres quintos de los 45 integrantes de la cámara y la posterior ratificación por las Cortes Generales, dada su condición de ley orgánica. Esto se traduce en 27 diputados. Pero las tres formaciones que se han mostrado partidarias del cambio –las de la izquierda, PSOE, Podemos e IU– solo suman 26. Uno menos de los que se requieren.
Se necesitan 27 diputados. Pero las tres formaciones que se han mostrado partidarias del cambio –las de la izquierda, PSOE, Podemos e IU– solo suman 26
El rechazo frontal de PP, Vox y Ciudadanos a la cooficialidad convierten en clave al único parlamentario que se mantiene fiel a la dirección actual de Foro. Esta formación cuenta con otro escaño en la Junta General del Principado, pero pertenece a Pedro Leal, a quien el Comité de Garantías de Foro expulsó por considerarle culpable de cuatro infracciones muy graves y otras tres graves. La decisión fue recurrida ya por el parlamentario, enfrentado desde hace meses con la actual dirección del partido.
Leal se opone a la oficialidad del bable al entender que no existe el consenso necesario y que ese fue el compromiso adoptado en el programa electoral; mientras que Pumares aún no ha revelado el sentido de su voto. Un voto que se antoja trascendental.
El presidente del Principado de Asturias, el socialista Adrián Barbón, trata de convencerle de que su Ejecutivo apuesta por "una cooficialidad amable" del asturiano en la que no será lengua vehicular ni se exigirá para acceder a la función pública. Pumares habría pedido al PSOE asturiano "traducir" qué quiere decir cuando apela a la amabilidad.
Galicia: el espejo para el Estatuto de Asturias
La propuesta del socialismo asturiano se mira en el espejo de Galicia. El documento con vistas a reformar el Estatuto de Autonomía sobre el que el Gobierno del Principado inició las negociaciones con todos los grupos parlamentarios, a excepción de Vox, recoge la declaración de la oficialidad de la lengua asturiana con la previsión de que el parlamento regional apruebe una ley que "regule el uso oficial y la protección del asturiano y del eo-naviego".
Quieren que se tome como base el artículo 5 del Estatuto de Autonomía de Galicia, el que recoge que la lengua propia de Galicia es el gallego y que tanto el gallego como el castellano son oficiales y "todos tienen el derecho de conocerlos y usarlos". También establece que los poderes públicos de la región garantizarán el uso normal y oficial de los dos idiomas y potenciaran la utilización del gallego en todos los órdenes de la vida pública, cultural e informativa, y, dispondrán los medios necesarios para facilitar su conocimiento, a la vez que recoge que nadie podrá ser discriminado por razón de la lengua.
La presión a Pumares viene de diestra y siniestra. Y también de la calle. En el PP están abiertos a estudiar su apoyo a la reforma del Estatuto planteada por el PSOE siempre y cuando retiren la oficialidad del asturiano. El asunto se ha convertido en la línea roja. Y, además, advierten que un nuevo pacto electoral con Foro Asturias sería "muy difícil" si se inclinan por respaldar la oficialidad.
Polémica por la campaña de Vox
Desde las filas de Vox han lanzado una campaña contra Pumares ante la posibilidad de que vote a favor de la reforma del Estatuto. Han repartido pegatinas y han levantado vallas publicitarias con el rostro del diputado de Foro Asturias y una cruz roja tachando su boca. "Los progres quieren imponer a un millón de asturianos una lengua que no es la suya", se lee en los anuncios.
La iniciativa de los de Abascal ha sido afeada por las fuerzas de izquierda y también por el resto de la oposición. PP y Ciudadanos han mostrado su rechazo. El propio Pumares respondió a Vox asegurando que, si siguen por ese camino, nunca sería un interlocutor válido para Foro Asturias.
Fuentes de Vox Asturias defienden su campaña y aseguran que no se trata de un ataque personal, sino político. "No entramos en la vida personal ni privada de nadie. Pumares es un político profesional y estamos criticando su política. No es un señalamiento personal como quieren hacer ver. Estamos mostrando nuestra posición de rechazo a la cooficialidad del bable a través de una campaña, no entendemos por qué se rasgan las vestiduras...", responden las mismas a Vozpópuli al preguntarles por la polémica.
Por otro lado, distintas asociaciones, a favor y en contra de la oficialidad, midieron su fuerza el pasado fin de semana. En Oviedo, la Xunta pola Defensa de la Llingua Asturiana, asociación defensora de la oficialidad, asegura que logró congregar a 3.000 personas en las calles. Paralelamente, la Plataforma contra la Cooficialidad recogía firmas "contra la imposición lingüística" en Gijón.
En la misma línea, Ciudadanos encargó una encuesta hace un mes a la empresa 'Target Point'. El trabajo de campo contó con 1.004 personas y el resultado fue que el 66% de los asturianos no deseaba implantar la cooficialidad de la lengua. Además, el 51% de los preguntados consideraban que la oficialidad era "totalmente innecesaria" y un 15% decían que, por el coste económico estimado, "no merece la pena".
La presión crece en torno a Pumares, pero el diputado de Foro asegura que "no me conocen si creen que la presión afectará a mi voto sobre la cooficialidad".
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