España

La Atención Primaria agoniza tras un año de pandemia: hacen falta 20.000 sanitarios más

Al lado del Wanda Metropolitano o del WiZink Center, quizá nuestro centro de salud luce menos y, a lo mejor por eso, las visitas de los políticos son más infrecuentes.

Al lado del Wanda Metropolitano o del WiZink Center, quizá nuestro centro de salud luce menos y, a lo mejor por eso, las visitas de los políticos son más infrecuentes. Feos, poco vistosos, enanos, en muchas ocasiones, los centros de salud parecen la 'oveja negra' de nuestro sistema sanitario. Pero tras esas puertas inanes se encuentra la primera barrera contra las enfermedades, el primer bastión para frenar los males de la salud.

Antes de la pandemia de coronavirus, los centros de Atención Primaria ya afrontaban una notoria carga asistencial, de tal forma que, según datos de la Organización Médica Colegial (OMC), el 40% de los médicos de Familia de nuestro país tiene un cupo de más de 1.500 pacientes, más que el tope propuesto por el Ministerio de Sanidad en su Plan de Atención Primaria.

Esto supone que más del 40% de los médicos de Familia atendían más de 40 consultas diarias, también según la OMC. Con la llegada de la pandemia, al trabajo habitual hubo que sumar el tratamiento de casos covid, una importante avalancha de pacientes, y su correspondiente seguimiento telefónico. A mayores, desde hace meses, estos centros lideran las campañas de vacunación a través de su personal de Enfermería.

Para hacer frente a la demanda asistencial precovid, médicos y enfermeros concuerdan en que se necesita ampliar en 20.000 los sanitarios de la plantilla de Atención Primaria. El grueso de este equipo estaría formado por enfermeras. Según los últimos datos del Ministerio de Sanidad, correspondientes a 2019, hay 31.159 enfermeras en Atención Primaria, una cifra que debería incrementarse en 15.504 enfermeras para ofrecer una atención de calidad según el Sindicato de Enfermería (Satse).

En el caso de los médicos de Familia, tal y como denuncia la OMC en un informe elaborado por Vicente Matas, vocal de Atención Primaria de la organización, más de 20 millones de ciudadanos se ven afectados por una peor atención al ser atendidos por facultativos más colapsados (con ratio superior a 1.500 pacientes por profesional). Es por ello que consideran que en España se necesitaría ampliar la plantilla en 2.217 médicos de Familia adicionales. En el caso de Pediatría, consideran que también son necesarios unos 300 nuevos especialistas para rebajar, de forma urgente, los cupos excesivos y que no queden pediatras con más de 1.200 pacientes asignados.

El coste de la medida, según lo calculado por la OMC, podría suponer poco más de 100 millones de euros al año, "si tenemos en cuenta los beneficios para los ciudadanos y la repercusión en ahorro en otros niveles (menos derivaciones, ingresos, urgencias hospitalarias…), posiblemente sería una medida muy eficiente".

En total, se necesitaría un refuerzo de 18.021 sanitarios para alcanzar una atención adecuada en tiempos precovid, cifra, por tanto, que podría ser más alta dados los estragos del coronavirus. De cara al futuro, se necesitarán más profesionales para los centros de Salud dado el envejecimiento de la población y la consiguiente proliferación de enfermedades crónicas.

Plantillas deficitarias también contra la covid

Con la pandemia de coronavirus se han llevado a cabo contrataciones de personal, pero estas son, a todas luces, insuficientes de acuerdo con médicos y enfermeros, un problema generalizado a nivel nacional. Un caso paradigmático es el de la Comunidad de Madrid. Si atendemos a su plantilla en Atención Primaria en abril de 2020, vemos que el total de profesionales era de 13.570, y, un año después, de 14.835.

Sin embargo, si nos fijamos en el número de médicos de Familia, estos no solo no se han incrementado sino que han disminuido, pasando de 4.074 en abril de 2020 a 4.071 un año después. "La Atención Primaria, después de la pandemia, está agonizando. El Servicio Madrileño de Salud tiene una AP en fase terminal, abocada a la desaparición", asevera Julián Ezquerra, secretario general del sindicato Amyts.

"No se han reforzado las plantillas. Alrededor del 20% de los compañeros están de baja. Es un problema de toda España, pero claro, la Atención Primaria no vende, no permite hacer fotos maravillosas, como en un hospital o con un robot Da Vinci", añade.

En el caso de las enfermeras, la cifra sí que ha aumentado en 407, pasando de 3.800 a 4.207. Este crecimiento de personal enfermero es insuficiente, según María José García, secretaria técnica de Satse, ya que estaría exclusivamente destinado al proceso de vacunación. "No es una cifra suficiente. Más con las circunstancias con las que se está trabajando. Madrid necesitaba incrementar su plantilla de AP en 1.465 enfermeras incluso antes de la pandemia. Estas 400 son solo un parche", denuncia.

Esta enfermera recuerda que "la pandemia agrava la situación: a los pacientes crónicos que ya estaban, hay que sumar detección, seguimiento de pacientes infectados y la vacunación. Tenemos una Atención Primaria sobresaturada y necesita un refuerzo de enfermeros. Nuestros pacientes crónicos (diabéticos, hipertensos, etc.) deben seguir recibiendo atención".

Desigualdad salarial y malas condiciones

El sistema autonómico vuelve a evidenciar una vez más las importantes diferencias que hay en términos salariales entre unos territorios y otros, diferencias que en Atención Primaria alcanzan hasta los 1.380 euros netos mensuales entre CCAA, según el Centro de Estudios del Sindicato Médico de Granada. Un médico de Familia en Andalucía recién llegado cobra alrededor de 2.601 euros netos al mes, mientras que uno en las mismas condiciones alcanza los 3.981 euros netos en Murcia.

Las diferencias salariales hacen que muchas plazas para médicos de Familia queden libres, pero es la única razón. Vicente Matas explica que hay "plazas de Atención Primaria que se quedan libres si están alejadas, en sitios complicados o como en Madrid, donde solo son para turno de tarde".

Lorenzo Armenteros, médico de Familia de la Sociedad Española de Medicina General (SEMG), señala que el motivo radica en que "hay más vacantes que personas para cubrirlas. Se escogen las mejores. Nuestros médicos se van a otros países porque las condiciones son mejores".

Ezquerra insiste en la mala calidad de los contratos: "Cuando ofertas contratos basura, los especialistas no los quieren. En Madrid, solo cinco pediatras de los 78 que acaban la especialidad han pedido quedarse. De 223 médicos de Familia, solo 89 han querido echar los papeles para entrar en la bolsa de trabajo. Estamos hablando de contratos de sustitución, de área (sin plaza con continuidad), según los cuales pueden estar en un centro de salud hoy y mañana en otro y son, en su mayoría, contratos de tarde (con la feminización que tiene la profesión)".

En el caso de Enfermería, García lamenta que "siga habiendo enfermeras en paro, con la falta que hacen. En prácticamente todas las CCAA, las enfermeras están vacunando fuera de su jornada laboral. Las últimas cifras de paro estiman que en Enfermería hay 3.200 profesionales sin trabajo. Ahora mismo, Comunidad Valenciana está despidiendo a enfermeras por whatsapp".

Recuperar la dignidad

Armenteros hace un llamamiento a los políticos "para recuperar la dignidad de una profesión que la ha perdido". En palabras de este especialista, "lo que la pandemia ha hecho es sacar a flote todas las carencias que tiene la Atención Primaria. El déficit de personal, no cubrir las plazas, estar precario, convertirte en la gestoría del hospital, la falta de prestigio de cara a los pacientes… que es una falsedad. La demanda asistencial abusiva, las salas de espera llenas, la Atención Primaria sin poder ejercer la prevención..."

"El sistema sanitario tiene que vertebrarse en la Atención Primaria. Seguimos siendo el parachoques del hospital. Si no hubiéramos parado esa primera ola de covid, la sobrecarga de los hospitales habría sido el doble de lo que fue. Se ha tensado al máximo el sistema y se ha hecho un esfuerzo superior al normal. Hemos trabajado sábados y domingos,  con la mejor voluntad para hacer ese esfuerzo. Nadie se ha quejado por ello. Las reivindicaciones que tenemos tiene que ver con devolver la dignidad a la profesión", continúa.

Inversión del plan de resiliencia en AP: 0 euros

A pesar de que la Atención Primaria es un pilar de nuestro Sistema Nacional de Salud, el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia presentado por Pedro Sánchez destina cero euros a este ámbito. Desde Satse afirman "no entender" esta posición, ya que "había un consenso generalizado sobre la necesidad de reforzar nuestro sistema sanitario, cuidando especialmente la AP".

Armenteros añade que "todo el plan de resiliencia invierte solo en tecnología. En el texto plantean la paradoja más absoluta: reforzarán la Atención Primaria con mayor dotación tecnológica en el hospital. Es el contrasentido más absoluto. Quien lo haya escrito es un ignorante total de lo que necesita la Atención Primaria".

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