España

La explosión de "la madre de Satán" aceleró la actividad de los "Soldados de Al Ándalus"

La muerte del imán Abdelbaki Es Satty en la explosión de Alcanar, en la que los yihadistas guardaban hasta 500 litros de acetona y clavos, propició que el resto de integrantes actuaran a la desesperada en Barcelona y Cambrils.

La explosión del chalé ocupado de Alcanar la noche del miércoles 16 de agosto truncó el plan de los "Soldados del Estado Islámico en la tierra de Al Ándalus", tal y como parece haber definido en una "breve carta" el presunto cabecilla, el eximán de la Mezquita Nueva de Ripoll Abdelbaki Es Satty, a la célula yihadista en un libro de color verde encontrado entre los restos de la vivienda.

En el chalé también se halló un centenar de bombonas de gas, clavos para ser utilizados como metralla y componentes químicos, en concreto 500 litros de acetona, para fabricar triperóxido de triacetona (TATP), conocido como la madre de Satán, un explosivo utilizado de forma frecuente por el Daesh.

El auto del juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu evidencia que hasta que no se descubrió la documentación del herido en el chalé en la furgoneta de La Rambla, la del melillense Mohamed Houli Chemlal, los Mossos d'Esquadra no sospecharon que la deflagración, que se produjo a las 23:30 horas del día 16 de agosto, podría estar relacionada con una célula yihadista.

De hecho, Houli Chemlal, que había sido trasladado herido al hospital de Tortosa, no fue detenido por los Mossos d'Esquadra hasta las 19:20 horas, más de dos horas después del atropello masivo de Barcelona.

En la tarde del 17 de agosto, mientras se llevaban a cabo las labores de desescombro de los restos de la explosión para continuar con la inspección policial, "se produjo una segunda explosión, que hirió de diversa gravedad a varios bomberos y policías que estaban en el lugar, así como al operario de la máquina que estaba realizando las labores de desescombro", especifica la resolución judicial.

Según un comunicado conjunto de la Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC) y del Sindicato Unificado de Policía (SUP), los Mossos d'Esquadra no habrían dejado a los TEDAX de la Guardia Civil participar en la investigación del chalé.

El juez Fernando Andreu confirma en su auto que la explosión de Alcanar truncó el plan inicial de los terroristas que consistía en explotar al menos una de las furgonetas alquiladas, en Sabadell (Barcelona), en un monumento en la Ciudad Condal, como podría ser la Sagrada Familia.

El 1 y 2 de agosto, los integrantes de la célula compraron una "ingente" cantidad de acetona, unos 500 litros, así como el material necesario para confeccionar artefactos explosivos. Y el 16 de agosto adquirieron, en Sant Carles de la Rápita (Tarragona) 15 fundas de almohada y bridas, "para muy probablemente, contener los artefactos explosivos en su interior y listos para ser utilizados".

Dos furgonetas

La investigación de los Mossos resalta que los integrantes de la célula acudieron el mismo 16 de agosto en dos ocasiones, antes de la explosión, a la empresa Telefurgo para alquilar dos furgonetas. Una de ellas fue con la que Younes Abouyaaqoub irrumpió en la zona peatonal de La Rambla el jueves a las 16:30, provocando 13 muertos y más de un centenar de heridos.

El juez Fernando Andreu entra a la Audiencia Nacional.

Esa primera furgoneta fue alquilada por Driss Oukabir, al que el instructor ha enviado a prisión de forma incondicional y sin fianza. En sus declaraciones, Driss Oukabir ofreció dos versiones diferentes. En la primera, tras ser arrestado la tarde del días 17 por los Mossos en Ripoll (Girona), alegó que su hermano le había robado la documentación con la que se alquiló la furgoneta.

En la Audiencia Nacional, ante el juez y con su abogado de oficio, Driss Oukabir reconoció haber alquilado el vehículo, aunque explicó que pensaba que era para hacer una mudanza, ya que tres amigos tenían intención de cambiarse de casa.

Driss Oukabir.

La segunda furgoneta fue localizada hacia las 18:50 horas, sin ocupantes en Vic (Barcelona). El autor del atropello de La Rambla, Younes Abouyaaqoub pagó los alquileres de los dos vehículos con una tarjeta de su propiedad.

La explosión precipitó la sucesión de hechos posteriores, esto es, el alquiler de la furgoneta, el atropello múltiple" en La Rambla de Barcelona "y el ataque con armas blancas en Cambrils"

Pero la explosión, resalta el auto de Andreu, en la que habría fallecido el imán Abdelbaki Es Satty y posiblemente Youssef Aalla, "precipitó la sucesión de hechos posteriores, esto es, el alquiler de la furgoneta, el atropello múltiple" en La Rambla de Barcelona "y el ataque con armas blancas en Cambrils, compradas horas antes de los hechos en un comercio de la misma población".

Al día siguiente de la deflagración, el 17 de agosto a las 15:25 horas, una hora antes del atentado de La Rambla, Mohamed Hichamy sufrió un accidente con la furgoneta Renault Kangoo en el punto kilométrico 265 de la AP-7, a la altura de Cambrils.

Según el conductor del vehículo con el que chocó el yihadista, que anunció al sospechoso que iba a llamar a la policía, Hichamy abandonó el vehículo y después saltó la valla de la autopista, para posteriormente seguir por un camino.

Alquiler tras la explosión

Hichamy había alquilado esa misma mañana, en concreto a las 12:58 horas, y también después de la deflagración de Alcanar, la Kangoo en una empresa de Parets del Vallés (Barcelona). En el interior del vehículo los Mossos encontraron una tarjeta de crédito a nombre de Said Aalla, uno de los cinco terroristas abatidos en Cambrils.

Captura del vídeo, cedido por el diario Ara, horas antes del atentado en Cambrils, por las cámaras de seguridad de una estación de servicio situada entre Riudecanyes y Cambrils. En las imágenes se ve a tres -Omar Hichami, Houssaine Abouyaaquob y Moussa Oukabir.

Las imágenes obtenidas por el diario Ara.cat muestran que después del accidente, hacia las cuatro de la tarde, Mohamed Hichamy acudió a una estación de servicio a comprar agua. La cámara graba a los terroristas en tres ocasiones. En la tercera ocasión, Omar Hychami, Houssaine Abouyaaqoub y Moussa Oukabir compran unos encendedores.

La última grabación, según Ara.cat, muestra a Omar Hychami adquiriendo pan y tortilla. Entre medias, según explica el auto del juez Andreu, los terroristas compraron tres cuchillos y un hacha adquiridos en Mercasa, un comercio de chinos ubicado en el local que antes ocupaba el Lidl, junto a la N-340, de Cambrils a las 21:26 horas del jueves, solo tres horas y media antes de atentar en este municipio.

Restaurante abandonado

El aviso de unos jóvenes a los Mossos de que en un restaurante abandonado del municipio de Riudecanyes, a 14 kilómetros de Cambrils, habían encontrado los pasaportes de dos terroristas quemados parcialmente, permite al juez Andreu reconstruir con más detalle la actuación de los yihadistas en las horas previas al atropello de la localidad costera de la provincia de Tarragona.

Fotografía cedida por delCamp.cat, de los restos quemados del pasaporte y el carné de conducir de Mohamed Hichamy, uno de los abatidos en Cambrils, y del pasaporte de Younes Abouyaaqoub, el autor material del atentado de Barcelona.

Sobre la una de la madrugada, los cinco yihadistas, que fueron neutralizados por los Mossos, comenzaron a arrollar a los viandantes, para posteriormente chocar contra un vehículo policial. 

Tras volcar el Audi A-3, que está a nombre de Mohamed Aalla, que fue puesto en libertad por el juez Andreu, y que volvió en taxi desde Madrid a Ripoll, Moussa Oukabir, Said Aalla, Mohamed Hichamy, Omar Hichamy y El Hussain Abouyaaqoub, salieron del vehículo con un machete y tres cuchillos. Los terroristas acabaron con la vida de una mujer e hirieron a otras seis, una de ellas en estado crítico.

Otro atropello masivo

Una hora después del accidente de la Renault Kangoo en Cambrils, fue el macabro turno de Younes Abouyaaqoub. Fuentes de la lucha antiterrorista española no se plantean la hipótesis de que el choque de la Renault Kangoo en Cambrils frustrara un atropello masivo idéntico, y a la misma hora, que el de Barcelona.

La furgoneta conducida por Younes Abouyaaqoub se frenó tras saltar el airbag, justo encima del mosaico de Joan Miró de la Rambla, entre el Palau del Liceu y el Mercado de la Boquería.

Los investigadores mantienen como principal línea de investigación que, tras perpetrar la matanza en La Rambla de Barcelona, donde embistió a más de un centenar de personas, el terrorista, con gafas de sol y agachando la cabeza, huyó a pie por La Boquería y cruzó la ciudad caminando y corriendo, hasta llegar a la Zona Universitaria, donde apuñaló mortalmente a Pau Pérez, que estaba aparcando su Ford Focus.

Muerte en Subirats

Tras saltarse el control policial en la Diagonal, Abouyaaqoub aparcó el coche, con el cadáver de Pau Pérez en los asientos posteriores, junto al edificio Walden de Sant Just Desvern (Barcelona), y ya se le perdió el rastro, hasta que fue localizado, gracias a la colaboración ciudadana, en Subirats, donde fue abatido.

Los Mossos sospechan que el terrorista estuvo solo en su huida y ahora tratan de determinar si utilizó el piso de Vilafranca como un refugio improvisado.

Mohamed Houli Chemlal.

En el momento de ser abatido, Abouyaaqoub llevaba una ropa distinta a la que vestía cuando cometió el atentado en La Rambla y mostró a los agentes un cinturón de explosivos, el cual resultó ser falso, que no se percibía en las imágenes de él que grabaron las cámaras de seguridad de La Boquería en su huida de Barcelona.

Por eso, los Mossos d'Esquadra investigan si Younes Abouyaaqoub se refugió en el piso vacío de Vilafranca del Penedès (Barcelona) que registraron el martes, antes de ser abatido en una zona de viñedos situada a unos 15 kilómetros, en la localidad de Subirats.

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