La cifra de denuncias por atentado contra agentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado se incrementaron en 2023. El Ministerio del Interior reveló que, durante los primeros ocho meses se produjeron 11.312 de estos delitos. La pérdida del principio de autoridad es una de las causas que se encuentran detrás de estos delitos. Los datos recabados reflejan que se ha producido una importante subida de las agresiones con armas blancas y de fuego contra los funcionarios. Además, casi una veintena de agentes han sufrido este tipo de acciones cuando se encontraban fuera de servicio al ser reconocidos. En algunos casos hasta en presencia de sus hijos, según informan fuentes policiales a Vozpópuli.
Este balance ha sido realizado y analizado de forma minuciosa por el Instituto Táctico de Estudios Policiales (ITEPOL). Han sido dos los agentes que fallecieron el año pasado en enfrentamientos armados: Juan José Lara Egea, el policía nacional de Andújar, y Dámaso Guillem López, el guardia civil que murió atropellado durante una prueba ciclista por un delincuente que había robado un coche.
El "asalto" a dependencias policiales
Según el recuento de ITEPOL, el total de las intervenciones con agresiones a policías en 2023 fueron 181, una cifra que sobrepasa en 83 las que se vivieron en 2022. "Una barbaridad", según esta institución que advierte que en algunos de estos sucesos la cifra de agentes heridos es doble o triple. El mes más problemático fue junio con 32 hechos destacados.
Por regiones, Andalucía es la comunidad autónoma con más agresiones, seguida de Cataluña, Comunidad Valenciana y Madrid. Representan el 53% de estos sucesos, según el balance en el que se recoge agresiones o tentativas y amenazas que se hayan cometido con arma de fuego, arma blanca u objeto contundente.
El escenario donde se producen de forma mayoritaria estos casos es la vía pública con un 62%. Sin embargo, cuando cae la noche es más probable que se llevan a cabo en los inmuebles. Una cifra preocupante es que en más del 76% de las intervenciones se producen a menos de dos metros.
El perfil de estos agresores de policías son en su mayoría personas con trastornos mentales. Durante del año pasado una de las prácticas más predominantes fue el "asalto" a centros policiales. El chaleco ha salvado la vida a los agentes durante varias intervenciones a lo largo del 2023.
Uno de los sucesos que más preocupan dentro del colectivo de las fuerzas de seguridad es que han aumentado las agresiones a policías fuera de servicio que fueron reconocidos por las calles por delincuentes. Se han vivido 16 de estas intervenciones, algunas estando los hijos presentes.
Pistolas y cuchillos contra policías
Las armas blancas son los principales utensilios que portan los agresores. Se han duplicado estos casos de 49 a 98 en un año. Un dato nada esperado por los policías es que también se ha doblado el número de veces en el que fueron amenazados con arma de fuego que pasan de 20 a 46 mediante el uso de pistolas y escopetas.
La preparación de los funcionarios es clave para repeler estos ataques. Una buena muestra de ello es que en 135 casos no hubo que lamentar heridos mientras que en 32 sucesos los policías resultaron dañados de forma leve y en 12 de gravedad.
Desde ITEPOL analizan que en 13 de los casos los policías sacaron en algún momento su arma de fuego y en cuatro no dispararon a los agresores. En cuatro de estas intervenciones el delincuente fueron abatidos con la pistola reglamentaria. En todos estos casos se han archivado los procedimientos judiciales.
Con todos estos datos sobre la mesa, la institución destaca dos datos fundamentales. La cantidad considerable de amenazas y agresiones en vía pública por personas que esgrimen arma blanca sin razón aparente a los policías y los atentados directos sufridos en las diferentes dependencias policiales.
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