La Audiencia Nacional tiene la última palabra sobre la posible declaración de María Dolores de Cospedal en el caso Villarejo. El magistrado que investiga los espionajes del comisario acaba de denegar de nuevo la petición de Javier Gómez de Liaño de que declare la exsecretaria general del Partido Popular para esclarecer una presunta campaña contra el letrado mientras éste llevó la defensa de Luis Bárcenas.
El rechazo del magistrado abre la puerta a que sea la instancia superior, la Sala de lo Penal, la que resuelva sobre esta diligencia dado que el recurso que interpuso Gómez de Liaño era subsidiario de apelación. En su respuesta, a la que ha tenido acceso Vozpópuli, el magistrado Manuel García Castellón explica que el abogado perjudicado de estos hechos no aporta ningún motivo que justifique la citación de Cospedal.
"Las peticiones formuladas nuevamente no pueden ser atendidas ya que no cumplen los requisitos necesarios para ello. Nuevamente hemos de consignar que se trata de testigos de referencia que no han participado en las conversaciones y que no existen méritos suficientes como para su citación", reza el auto del magistrado del caso Villarejo.
Cospedal y el caso Villarejo
Se trata de la segunda vez en la que el juez desestima la solicitud de Javier Gómez de Liaño. El que fuera abogado de Bárcenas cuando este amagaba con tirar de la manta por la caja B del PP, solicitó una batería de diligencias tras abrirse esta nueva pieza de la macrocausa que indaga las presiones que se habrían maquinado desde la cúpula del partido para reducir a su extesorero y al abogado de este.
En el mes de abril, el exjuez de la Audiencia Nacional pidió que declarasen en esta pieza separada Cospedal, José Manuel Villarejo, el abogado José Aliste (viejo conocido de Villarejo e implicado también en otras causas de corrupción) y los letrados vinculados al entorno del PP Óscar Jimenez y Javier Iglesias.
El juez estimó parcialmente la petición ya que acordó citar únicamente a este último. En consecuencia Gómez de Liaño recurrió y reiteró su solicitud de que llamase al resto. Según expuso, todos estaban en idéntica situación a Javier Iglesias en tanto aparecen en las famosas agendas incautadas al comisario jubilado.
En lo que respecta a Cospedal recordó que, además, aparece mencionada en la conversación que propició la apertura de esta línea de investigación, por lo que justificaría su comparecencia en el caso Villarejo, en el marco del cual ya figuró como imputada.
Las presiones a Bárcenas y su abogado
Pese a ello, el juez ha vuelto a reiterar su negativa, por lo que el asunto lo resolverá la Sala de lo Penal. Precisamente, fue esta instancia la que forzó que se acabara investigando este episodio que se produjo en pleno auge del caso Gürtel. Con todo, para entender el recorrido de este asunto hay que remontarse a una investigación que se seguía desde 2021 en Marbella.
En el marco de la misma se ordenó en 2022 el registro del domicilio de Halit Sahitaj; un intermediario de Zakhar Kalashov, jefe de una mafia ruso-georgiana y persona vinculada a Villarejo. A raíz de dicho registro los investigadores tuvieron acceso a una dirección de correo electrónico en la que constaban cuatro archivos de audio que el 20 de octubre de 2014 fueron remitidos desde dicha dirección a una cuenta del despacho de Gómez de Liaño.
El juzgado de Marbella rápidamente ordenó a Asuntos Internos de la Policía el estudio del contenido de los audios para que informara "sobre la relevancia" de este material ante la sospecha de que escondería un presunto encargo del Partido Popular para presionar a Bárcenas y su abogado. De hecho, el juzgado expuso que este material "pondría de manifiesto un encargo para no salieran a luz informaciones comprometedoras o perjudiciales" para la formación que entonces presidía Mariano Rajoy.
La Policía, además de transcribir los audios, puso de manifiesto que en la agenda personal de Villarejo se hacía referencia a "pagos comprometedores" a Gómez de Liaño que podría utilizar como medida de presión para evitar que su cliente tirara de la manta. Del mismo modo también constataron gestiones aquel 2014 entre Villarejo y Halit Sahitaj para obtener información sobre estos supuestos pagos ilícitos desmentidos en sede judicial por Gómez de Liaño.
Así pues, en abril del año pasado la Policía identificó a José Luis Moreno Cela, Juan Ramón Díaz Moro y Mónica Gil Manzano como los autores de dichos audios. Ante los paralelismos que guardaba con el caso Villarejo, el juzgado marbellí se inhibió en favor de la Audiencia Nacional. El magistrado del caso Tándem admitió la inhibición y adhirió todo este material a la trama Kitchen, la pieza que se abrió para investigar un espionaje a Bárcenas de la policía parapolicial con el que se buscaba sustraerle el material que tuviera de la caja B.
"Me sentí vigilado y acosado"
Sin embargo, en noviembre del año pasado el magistrado propició un giro de 180 grados al asunto. Extrajo de esta pieza lo relativo a este tema y abrió una nueva, la 36, que archivó de plano. La Fiscalía Anticorrupción lo recurrió ante la Sala de lo Penal al considerar que el asunto estaba intrínsecamente relacionado con el espionaje a Bárcenas y que se tenía que investiga. Los magistrados le dieron la razón en febrero y ordenaron al juez que indagase todo este asunto.
Gómez de Liaño declaró que se sintió extremadamente vigilado mientras fue abogado de Bárcenas en pleno caso Gürtel y dijo que dos personas del CNI trataron de comprar la voluntad de las que habían sido secretarias suyas en la Audiencia Nacional
En consecuencia, el magistrado imputó en marzo a los tres identificados por la Policía y ofreció a Gómez de Liaño que se personara como perjudicado. En su comparecencia ante el juez, el abogado Moreno Cela y Mónica Gil Manzano (conocida como 'la timadora de los famosos' y que cumple condena por estafa) dijeron que no reconocían su voz y se desligaron de los hechos.
Sin embargo, el tercer imputado, el empresario Juan Ramón Díaz Moro, admitió ser el autor de las grabaciones. Ello abrió la veda para que Gómez de Liaño solicitara la batería de declaraciones que incluían la comparecencia de María Dolores De Cospedal, dado que los audios harían alusión directa a la exsecretaria general de los populares.
Con todo el juez consideró que el siguiente paso era el de citarle como perjudicado. Gómez de Liaño compareció el 23 de mayo y confirmó que se sintió extremadamente vigilado y hasta acosado entre 2013 y 2015; los años en los que ejerció la defensa de Luis Bárcenas. El exjuez dijo que existió un interés extraordinario en tratar de averiguar lo que iba a confesar el extesorero del PP en el marco de la trama Gürtel.
Incluso intentaron comprar a dos funcionarias que ejercieron como secretarias suyas mientras fue juez de instrucción de la Audiencia Nacional y situó detrás de esta operación a dos personas del CNI que, a cambio, le ofrecieron garantizar su futuro. Por este asunto se abrieron unas diligencias que se terminaron archivando.
Tras el relato del perjudicado, el juez citó a Javier Iglesias, único testigo propuesto por Gómez de Liaño que aceptó escuchar. Ahora será la Sala de lo Penal la que se pronuncie sobre si es pertinente o no citar al resto de personas propuestas, y entre las que se encuentra el propio Villarejo y María Dolores de Cospedal.
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