La Audiencia Nacional ha dictaminado que el Gobierno no actuó confrome al derecho al no permitir que el TAD estudiase las deuncias contra el expresidente de la Real Federación Española de Futbol (RFEF) tras los audios que hizo públicos el Confidencial sobre la Supercopa. Tal y como ha adelantado el mismo medio, el Consejo Superior de Deportes se amparó en que la investigación ya estaba en marcha a nivel judicial para no intervenir e imponer una sanción.
Mientas, este martes tiene lugar la citación del exseleccionador de fútbol femenino Jorge Vilda y el director de marketing de la Federación Española de Fútbol (RFEF), Rubén Rivera, para declarar ante el juez como imputados por las presuntas coacciones a la jugadora Jenni Hermoso y su entorno para que dijera que el beso de Luis Rubiales fue consentido.
El titular del Juzgado Central de Instrucción 1 de la Audiencia Nacional, Francisco de Jorge, que investiga al expresidente de la RFEF por agresión sexual y coacciones, trata de desentrañar el grado de implicación de Vilda y Rivera en esas presuntas presiones, junto con el propio Rubiales y el director de la selección masculina, Albert Luque.
Durante su declaración ante el magistrado el 15 de septiembre, Rubiales negó las coacciones, al tiempo que explicó que en el avión de vuelta a España tras la final del Mundial, desde la Federación le aconsejaron dar explicaciones y señaló a Jorge Vilda como la persona que acudió al hermano de Jenni Hermoso para que hablase con ella.
"Yo no sabía ni que el hermano venía en el avión. Yo me enteré después porque Jorge Vilda, que venía sentado detrás mía me dijo: 'Vengo de hablar con el hermano de Jenni, que es un tío razonable y tal, y va a hablar con ella (sic)", afirmó el expresidente de la RFEF, según los extractos de la declaración que publicó el diario El Español.
Rivera por su parte estuvo en el viaje a Ibiza que hicieron jugadoras de la selección para celebrar la victoria en el mundial y donde la Fiscalía encuadra también las presiones a Hermoso y su entorno.
Vilda, Rivera y Luque debían comparecer en un primer momento como testigos, si bien el juez cambió su condición procesal a la de investigados tras oír los testimonios del hermano y de una amiga de Jenni Hermoso, que confirmaron las presiones recibidas para justificar el beso que Rubiales le dio en la boca tras la final del Mundial en Sídney (Australia) el pasado 20 de agosto.
Días después, las internacionales Alexia Putellas, Irene Paredes y Misa Rodríguez también confirmaron aquellas presiones y respaldaron el relato de Jenni Hermoso. Tras oír las versiones de Vilda y Rivera, el juez interrogará el 16 de octubre a Luque, que será el último de los investigados en declarar, y ya en noviembre comparecerán varios testigos, entre ellos el seleccionador masculino absoluto, Luis de la Fuente, y el ya exdirector de Comunicación de la RFEF Pablo García-Cuervo.
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