La Audiencia de Valladolid no revisará la condena a once años y medio de prisión a un acusado por violación y robo a una mujer en 2014 en Valladolid. Así lo ha acordado el órgano, que rompe con la línea seguida por tantos otros tribunales que han rebajado las penas de acusados de esta índole a raíz de la reforma del Código Penal que ha planteado la ley del 'solo sí es sí'.
El acusado "F.A.C.S.", de origen luso, se ha sometido a la decisión de la Sección Segunda de lo Penal de la Audiencia vallisoletana, comunicada en un auto recogido por Europa Press. En noviembre de 2015 consideró culpable al luso de sendos delitos de violación y robo con intimidación, sentenciándolo a once años y medio de privación de libertad, así como a indemnizar a la víctima con 11.300 euros por lesiones y otros 8.000 por las secuelas sufridas, recoge la agencia. Además, el condenado habría de resarcir también a la víctima con otros 268 euros por los efectos robados y con 101,41 euros al Sacyl por los gastos derivados de la asistencia de la denunciante.
Los hechos de 2015
F.A.C.S. se declaró inocente en 2015, y alegó que la relación era consentida por la víctima. Llegó a asegurar que no se explicaba por qué tras practicar sexo con la joven en un parque cercano al referido centro comercial Vallsur salió corriendo con sus ropas y el bolso.
Frente a esta versión, la víctima persistió en su testimonio incriminatorio, según el cual sobre las 04.40 horas del 1 de agosto de 2014, regresaba a su domicilio por el Camino Viejo de Simancas cuando fue abordada por el acusado, quien le colocó algo junto a los riñones -pensó que un arma blanca-y le advirtió de que "dependía de ella" no hacerle daño. Fue entonces cuando el luso la llevó al parque próximo a Vallsur y, obligándola a esconderse en una zona de vegetación, consumó la violación. Ella, tras huir su presunto agresor con su ropa y el bolso, salió corriendo en sujetador y calcetines hasta que pudo parar a un agente de la Policía Local que conducía su vehículo particular.
La declaración de la mujer, la prueba de ADN y, sobre todo, los informes periciales forenses, en cuanto a las lesiones físicas que presentaba la víctima, y psicológicos, centrados en el trastorno adaptativo y de estrés postraumático que sufre la denunciante, han sido esgrimidos por la Sala para fundamentar una sentencia condenatoria.
La acusación particular había interesado diez años por delito de violación y cuatro por el de robo con intimidación, mientras que el Ministerio Fiscal había pedido nueve años y medio por el primero y otros tres años y medio por el segundo. Ambas partes coincidieron en el capítulo indemnizatorio al solicitar 14.000 euros por las lesiones y otros 8.000 por las secuelas ocasionadas. La defensa, sin embargo, había pedido un fallo absolutorio.
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