Se trata de un proyecto global que incluye desde la construcción de la plataforma de la línea, de unos 450 kilómetros de longitud, hasta la instalación de su superestructura (sistemas de señalización, electrificación, telecomunicaciones y seguridad), además del suministro de 35 trenes AVE y el posterior mantenimiento del corredor durante doce años.
Con la adjudicación del denominado 'AVE del desierto' se pondría fin al proceso de concurso público que lanzó hace unos años el Gobierno de Arabia Saudí, y por el que se interesaron consorcios empresariales de todo el mundo, de entre los que se seleccionaron dos finalistas, uno español y otro francés.
Además, la consecución de este proyecto histórico supondría un importante paso en la estrategia de internacionalización del AVE que promueve el Gobierno junto a las empresas del ramo bajo la marca 'Alta Velocidad Española'.
Reparto del contrato
Los trenes que cubrirán el trayecto La Meca-Medina han sido encargados a Talgo, que cifra en 2.400 millones el pedido para este proyecto. En un primer momento, Talgo proveerá 35 trenes por un importe de 1.600 millones, a los que después se sumarán otros 23.
El modelo de tren que suministrará la empresa al proyecto es el Talgo 350, el tren de Alta Velocidad más vendido de España según datos oficiales, con un 50% de la cuota de mercado en este sector. En España, este modelo cubre las líneas que unen Madrid con Málaga, Valencia y Valladoli y las transversales de Barcelona a Sevilla y Málaga.
Por su parte, ACS, el grupo que preside Florentino Pérez, facturará unos 1.000 millones de euros en este proyecto a través de Cobra. En alianza con Inabensa, se encargará de la instalación de las catenarias y las líneas de alimentación de energía en alta y baja tensión.
OHL ha cifrado su parte en 590 millones de euros. La empresa de Villar Mir en alianza con Copasa e Imathia, se encargará de las obras de montaje y mantenimiento de la vía de esta línea AVE de 450 kilómetros de longitud.
Copasa estima en 640 millones su participación en este proyecto, en el que le corresponden las tareas de suministro, montaje de vía y mantenimient. Como curiosidad, es su segundo proyecto a un lugar de peregrinación, ya que en 1985 inició su actividad con el montaje de la línea Orense-Santiago de Compostela.
Indra facturará unos 440 millones de euros con esta línea férrea, a la que suministrará los sistemas de gestión, telecomunicaciones, ticketing, seguridad e información a los pasajeros. Indra implantará así la solución integral de telecomunicaciones, tanto fijas como móviles, que proporcionará la infraestructura necesaria para todos los demás sistemas.
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