Más de 7.000 pasajeros afectados y 22 circulaciones de trenes suspendidas. Ese fue el balance del último incidente que se ha vivido esta semana en la línea de alta velocidad (AVE) entre Madrid y Barcelona. El servicio tuvo que ser interrumpido durante casi cinco horas porque un joven robó 600 metros de cable de fibra óptica. A pesar de los esfuerzos de Adif por reforzar su seguridad tanto los independentistas como estos ladrones de 'cobre' han fijado su objetivo en estos trenes.
La fijación de los Comités de Defensa de la República (CDR) con el AVE viene de lejos. En varias ocasiones del 2019 trataron de bloquear la estación de Sants y cuatro de ellos fueron detenidos en Lleida por actos vandálicos. También repitieron sus actuaciones en septiembre de 2020. En esa ocasión fueron pillados 'infraganti' cuando trataban de cortar las vías del AVE de Madrid a Barcelona con barricadas. Cuatro de estos CDR fueron arrestados por la Guardia Civil.
Un objetivo contra el Estado
Su última intervención fue en mayo de este año. El grupo Acció per la Independència reivindicó un sabotaje en las vías de trenes de alta velocidad que unen Barcelona, Girona y Figueres en el tramo entre Vilobí y Figueres (Girona). En un comunicado dijeron que la avería en los convoyes no fue "debido a la falta de mantenimiento, de inversiones o a la dejadez malitencionada, como de costumbre sino a un acto de sabotaje".
La clave de la fijación de estos grupos por el AVE también estaba plasmada en esa nota que difundieron. Porque sus actos tienen como objetivo al Estado español por el "menosprecio, la violencia y la persecución que ejerce" sobre Cataluña. Las fuentes consultadas por Vozpópuli subrayan este asunto como primordial para justiciar sus ataques.
Y es que estos grupos de CDR ven la línea de alta velocidad como un nexo de unión de la región con el resto del país y por ello centran sus esfuerzos en "intentar romper los puentes que nos unen", según estas fuentes. "Su fanatismo no les deja ver más allá de los beneficios que existen, aunque en el fondo los conozcan...", remarcan estas mismas fuentes.
Ladrones de cobre
Nada tiene que ver el objetivo de los CDR contra el AVE con los del joven de 19 años que robó 600 metros de cable. Los Mossos d'Esquadra fueron los encargados de arrestarle de madrugada en el término municipal de Santa Oliva en Tarragona. Fue sorprendido mientras robaba el cableado y mostró una actitud muy violenta hacia los agentes que le detuvieron.
Las investigaciones siguen su curso y la principal hipótesis de los Mossos es que no actuó solo y forma parte de un grupo. Una banda de los denominados 'ladrones de cobre' que fueron tan protagonistas de robos en los últimos años. Después de la pandemia, incluso un poco antes, esta actividad delictiva quedó en desuso.
Estas organizaciones obtenían grandes beneficios de las ventas ilícitas. Sin embargo la presión de la Guardia Civil y la Policía Nacional consiguió darlas casi por extinguidas. Las empresas afectadas contrataron seguridad privada para impedir sus fechorías y cámaras de seguridad. De forma paralela los investigadores localizaban todo el recorrido del material sustraído y daban con su paradero.
Lo que sí está claro en este caso es que un joven de 19 años provocó cinco horas de retrasos con un robo en una de las infraestructuras críticas del Estado. Todo ello mientras España se encuentra en nivel 4 de alerta antiterrorista como recordó el diputado de Vox, Víctor Sánchez del Real.
Una seguridad por valor de 269 millones de euros
Y es que la seguridad del AVE ha sido desde siempre uno de los grandes retos de Adif, que comenzó el pasado mes de abril con un nuevo contrato de vigilancia y seguridad de sus instalaciones. El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana autorizó la licitación de estos servicios por un valor estimado de 269 millones de euros. Este contrato cubre el periodo comprendido entre el 1 de abril de 2022 y el 31 de marzo de 2025.
Dentro de la licitación se incluye los trabajos de seguridad y vigilancia de Adif y Adif Alta Velocidad en estaciones de viajeros, terminales de mercancías, edificios técnicos y administrativos e infraestructuras ferroviarias de las distintas demarcaciones territoriales.
Para combatir los hechos delictivos, los vigilantes patrullan las zonas en coche y hay vallas por los diferentes tramos conflictivos. Por su parte, Adif cuenta con sensores que avisan de las manipulaciones en el cableado. Ahora, tras este nuevo incidente se podrían mejorar los sistemas de seguridad. Un asunto que aún está por ver aunque ya hay voces que piden más personal de vigilancia o la instalación de cámaras de seguridad fuera de las estaciones.
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