El Gobierno recula y ya no habla de AVE en Extremadura, sino de un "primer hito" de la Alta Velocidad. Ha pasado menos de un mes desde que Moncloa anunciase la puesta en marcha del AVE en Extremadura y la ministra de Transporte, Raquel Sánchez, se desplazase a la región gobernada por Guillermo Fernández Vara para emprender un viaje en tren de Plasencia a Badajoz con el presidente autonómico y otras tantas autoridades. En aquel momento, el Ejecutivo de Pedro Sánchez hablaba de alta velocidad y así quedó reflejado en numerosos titulares en la prensa local y nacional. Parecía que el AVE que los extremeños llevan décadas reclamando y la clase política prometiendo había llegado, por fin, a la comunidad.
Sin embargo, las múltiples quejas de los usuarios de Renfe y las denuncias de distintas plataformas que luchan por la mejora de las infraestructuras en Extremadura, como Milana Bonita, han llevado a matizar las comunicaciones oficiales y ahora se habla solo de "primer hito" de la Alta de Velocidad. Lo que han estrenado en Extremadura es un Alvia que acortará un poco la duración del viaje, pero no es un AVE y, por supuesto, no termina con el aislamiento ferroviario de la región. Las incidencias en los trenes extremeños continúan a la orden del día. Sobre todo de Cáceres a Madrid.
El pasado jueves una mujer que viajaba en el tren media distancia con destino a Madrid-Atocha sufrió un golpe de calor y tuvo que ser atendida por los servicios sanitarios en la estación de Talavera de la Reina. El suceso se produjo, según informó El Periódico de Extremadura, minutos después de que los propios pasajeros volvieran a denunciar las altas temperaturas que se alcanzan en el interior de los vagones: sin aire acondicionado y sin agua en medio de la tórrida ola de calor que abrasa a la península.
Este lunes, serán el Rey Felipe VI y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, los que acudirán a la inauguración de la línea Plasencia-Cáceres-Mérida-Badajoz. Y también la ministra de Transportes. Habrá protestas.
Precisamente, el portavoz de la plataforma Milana Bonita, Juan Carlos López, recurrió a la Casa Real para pedir ayuda. Y, según ha informado ahora, ha recibido una respuesta en la que se limitan a decir que Casa Real "ha dispuesto del traslado de su escrito al Ministerio de Fomento".
López ha manifestado que se envió dicha carta en virtud del Artículo 56.1 de la Constitución que dice que el Rey, como Jefe del Estado, "arbitra y modera el funcionamiento regular de las instituciones" y, como ha dicho, queda claro que "instituciones como Renfe, Adif y Ministerio de Fomento funcionan en la región de manera más que regular e incluso irregular", ironiza.
El Rey, sobre Extremadura
Según se indica en la carta de respuesta, Felipe VI "siente gran aprecio por Extremadura y está puntualmente informado de las circunstancias y necesidad de esa comunidad autónoma". Milana Bonita ha recordado que se haría llegar "la reivindicación de Extremadura a todos los estamentos posibles" para dar una solución "rápida, eficaz y eficiente" a los problemas del transporte del ferrocarril en la región.
Entre esas acciones se encuentra "el haber presentado una demanda en el juzgado de guardia", la presentación el pasado viernes la Iniciativa Legislativa Popular (ILP) en la Asamblea de Extremadura o la carta al Jefe del Estado, aunque los miembros de la plataforma no descartan acudir "a instituciones comunitarias" con sus reivindicaciones.
López, que lleva reivindicando buenas infraestructuras en Extremadura desde los 90, asegura que el viaje de prueba emprendido por la ministra de Transportes y el presidente de la Junta hace casi un mes fue un "paripé". "Venden humo. La plataforma hasta Badajoz no está terminada, hay tramos que no tienen electrificación, hay problemas en los túneles, problemas en la línea eléctrica... Esto es un paso muy muy pequeño, pero lo venden a bombo y platillo porque se comprometieron a tenerlo listo por estas fechas y tenían que hacerse la foto", denunció en Vozpópuli.
Según explica el presidente de Milana Bonita, viajar a Extremadura en tren es una odisea. "El tren al que ellos llaman rápido ha tardado en llegar de Plasencia a Madrid más de dos horas y en coche se llega en una hora y cincuenta minutos. ¿A quién quieren engañar?", se pregunta. Según señalan desde distintas organizaciones, las repentinas visitas del Gobierno central a Extremadura tienen más que ver con tratar de cumplir sus promesas electorales antes de que les pille el toro y sea el turno de las autonómicas extremeñas. Más aún con los resultados del PSOE en los comicios en Andalucía como telón de fondo.
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