El Ejército del Aire necesita un futuro avión entrenador para sustituir los F5 al borde de la obsolescencia que tiene en Talavera la Real y los C101 de la Patrulla Águila. Para ello, Airbus se ha lanzado al diseño de una nueva aeronave, en un proyecto del que forman parte otras ocho empresas españolas y que reúne los requisitos detallados desde el cuerpo militar. Fuentes de Airbus consultadas por Vozpópuli afirman que ya se han mantenido reuniones para la venta de los aviones, si bien habrá dificultades hasta que no se solucione el escollo de los Presupuestos Generales del Estado.
El diseño del avión entrenador -conocido con el nombre de AFJT- no parte de cero. El límite de obsolescencia preocupa al Ejército del Aire y por eso, desde Airbus, pisan el acelerador para dar una respuesta a esa necesidad. "Aportaremos soluciones probadas a esos requerimientos", afirman desde la compañía. "No podemos ir a programas de desarrollo desde cero. Haremos uso de equipos ya existentes en el mercado".
Esa propuesta de avión entrenador ya tiene dimensiones: una extensión total de 13,6 metros y una altura de 4 metros. La envergadura, de un ala a la otra, es de 10 metros. El diseño, integración y ensamblaje correrán a cuenta de Airbus, pero el proyecto cuenta con la presencia de otras empresas. GMV se encargará del software y los sistemas de vuelo, Indra aportará los simuladores de vuelo y otros sistemas, mientras que Tecnobit desarrollará los sistemas de comunicaciones e interfaz para pilotos.
Los motores correrán a cuenta de ITP Aero, mientras que el tren de aterrizaje serán de la Compañía Española de Sistemas Aeronáuticos (CESA). Otras firmas como Aciturri, Aernnova o Alestis sumarán equipos auxiliares o estructuras, entre otros. Un avión cien por cien desarrollado en España.
Desde Airbus señalan que, además del avión, el sistema cuenta con una base en tierra que optimiza las capacidades de entrenamiento: "Aviónica avanzada capaz de simular los entornos actuales y futuros más exigentes", aseveran. Un equipo con el que entrenar a los futuros pilotos de caza de combate del Ejército del Aire.
Conversaciones con el Ejército
¿Qué posibilidades hay de que el proyecto salga adelante? La industria aeronáutica contempla un nicho de 50 o 55 aviones que podrían desarrollar a corto plazo para sustituir los F5 y los C101 del Ejército del Aire. Ya se han establecido reuniones con la Dirección General de Armamento y Material (DGAM) del Ministerio de Defensa, así como con el propio Ejército del Aire para analizar todos sus requerimientos.
"A nivel presupuestario y de lanzamiento del programa se siguen discutiendo los Presupuestos Generales del Estado y, mientras eso no esté discutido ni las cuentas disponibles, es difícil que se pueda lanzar el programa". Asimismo, se debe concretar una oferta económica y una propuesta tecnológica que satisfaga a ambas partes, para lo que se prevé un horizonte no muy lejano.
Con este proyecto, Airbus considera que se pondrán mantener una batería de capacidades adquiridas en programas anteriores, como el desarrollo del Eurofighter, el C-295 o el A400M. De acuerdo a sus estimaciones, por cada 100 millones de euros invertidos en este avión de entrenamiento se generarían entre 2.100 y 2.500 puestos de trabajo directos.
Un horizonte para el que la compañía aeronáutica pretende encontrar otros nichos más allá de nuestras fronteras: "Contemplamos un horizonte que podría conducir a la venta de 500-800 aviones en el mercado internacional".