Cazador cazado. El Ayuntamiento de Madrid hace 'trampas' para que las grúas municipales que utiliza para recoger vehículos mal aparcados en la vía pública pasen la Inspección Técnica de Vehículos (ITV). En la actualidad este servicio depende de la EMT.
Los vehículos que pasan la ITV tienen obligación de hacerlo sin ningún aparato u objeto adicional en la cabina que no esté homologado, especialmente los que puedan ser peligrosos. Cada uno de estos vehículos lleva a bordo un ordenador con sus correspondientes anclajes que tienen elementos que pueden cortar a los que van en el interior en caso de accidente.
Un agente de movilidad del Ayuntamiento presentó una denuncia a la Comunidad de Madrid contra una ITV de Coslada porque consideró que la estación había pasado la inspección a un vehículo de la grúa municipal en la que estaban estos elementos cortantes.
La Comunidad hizo una inspección a la ITV y contestó a la reclamación de la siguiente manera: “En relación con la instalación de un equipo informático, tal como se recoge en su escrito y las fotografías anejas, se alega por la entidad que en el paso del vehículo por la estación, dicha instalación no se encontraba en el vehículo y que si hubiera estado habría sido rechazada por las aristas cortantes de acuerdo al Manual del Procedimiento de Inspección de las Estaciones ITV".
La retirada del ordenador y los elementos cortantes parece que se ha convertido en una práctica habitual para pasar la ITV. Se retiran para pasar la revisión y cuando termina se vuelven a colocar. Pero algunos funcionarios municipales se han negado a viajar en el vehículo después de conocer este engaño.
El asunto se ha complicado, ya que el Ayuntamiento amenazó con expedientar al agente de movilidad que lo denunció y a los que han protestado, que son muchos. Intervino el sindicato Unión de Policía Municipal (UPM) y parece que finalmente no se expedientará a su compañero ni al resto de funcionarios.
Antes del acuerdo incluso se hablaba de que el responsable de las grúas municipales habría castigado a los agentes enviándolos a puestos fijos complicados a regular el tráfico. Este aspecto no fue confirmado por el Ayuntamiento.
El Ayuntamiento de Madrid ha dejado la gestión de la grúa municipal en manos de la EMT, y la empresa municipal tiene contratado en renting los vehículos. Un portavoz de la EMT puso en duda la información y dijo que el centenar de grúas ha pasado la revisión. Si hay alguna irregularidad en algún vehículo es responsabilidad de la empresa, que es la propietaria, añadió.
Rebelión de los agentes
UPM reconoció que se había producido un conflicto en el que algunos agentes se habían negado a ir en las grúas porque "incumplían la normativa técnica de seguridad vial" al llevar estos ordenadores no homologados para ir colocados en la cabina. El Ayuntamiento, según el sindicato, abrió “los lógicos expedientes disciplinarios por desobediencia”. El sindicato tenía informes que señalaban de esos aparatos incumplían las normas.
El director de Seguridad y Circulación ha llegado finalmente a un acuerdo con el sindicato según el cual se retiran todos los expedientes que se habían abierto por esta “rebelión”. Los agentes de movilidad no irán en la cabina de la grúa hasta que “no se subsanen las incidencias técnicas y de seguridad actuales”, según informó UPM a los afiliados afectados.
Los responsables de Movilidad del Ayuntamiento de Madrid dijeron ayer a los agentes que se tienen dudas sobre la validez de una de las ITV hechas a una grúa, pero hasta que se aclare la situación informó que nadie (salvo el conductor) viajará en las grúas de la EMT. Esta inspección sobre la que "tienen dudas" se habría repetido sobre el centenar de la flota municipal.
Los policías municipales que trabajan en coches patrulla también han denunciado en varias ocasiones que estos ordenadores suponen un peligro para la integridad física de los agentes en caso de accidente.
