El monumental atasco con que despertó Madrid el pasado lunes tiene un nombre propio detrás. ¿Quién es el responsable de Tráfico en el Ayuntamiento? Por debajo de la concejala de Medio Ambiente y Movilidad, la ecologista Inés Sabanés, se encuentra en el escalafón Francisco José López Carmona, director general de Gestión y Vigilancia de la Circulación. ¿Pero cuál es su perfil? ¿Cuánto tiempo lleva al frente de esta área? Según ha constatado Vozpópuli, López Carmona asumió dicho cargo tan sólo dos semanas antes del colapso acaecido el pasado lunes, con retenciones kilométricas durante cinco horas en las principales arterias de entrada a la ciudad y bajo una lluvia que no llegó a ser intensa.
En concreto, la Junta de Gobierno del Consistorio capitalino acordó en su reunión del 17 de septiembre cesar a Rafael Morán Llanes como director general de Gestión y Vigilancia de la Circulación y nombrar en su lugar a Francisco José López Carmona, un técnico sin experiencia en esta comprometida parcela. A diferencia de su antecesor, que sí acumulaba años de experiencia en el área, el nuevo responsable del Tráfico asumió el puesto como novato, dado que procede del departamento municipal de Atención al Ciudadano (adscrito antes a Hacienda y Administraciones Públicas), donde trabajaba como subdirector general.
La falta de información a la ciudadanía es uno de los principales fallos que la oposición atribuye a la gestión municipal del 5-O
De hecho, tal desempeño ha sido al que ha dedicado más tiempo en su trayectoria profesional. Como subdirector general de Atención al Ciudadano permaneció desde enero de 2008 hasta que el 17 de septiembre aterrizó en Movilidad con un ascenso en el escalafón (ha pasado a director general) y un sueldo de 85.670 euros brutos anuales. Con anterioridad ocupó distintos puestos en otras administraciones (general y autonómica) dentro del ámbito de las TIC.
Es funcionario por oposición del Cuerpo Superior de Sistemas y Tecnologías de la Información. Pero ni siquiera esta experiencia le sirvió a López Carmona para coordinarse con sus compañeros y evitar el caos circulatorio, pues fue la falta de información a la ciudadanía es uno de los principales fallos que la oposición, por ejemplo, el concejal del PP Borja Carabante, atribuye a la gestión municipal del 5 de octubre.
Esta cuestión básica pertenecía al negociado de López Carmona, como recoge el correspondiente acuerdo competencial del Gobierno de Carmena: "Gestionar la circulación de vehículos y peatones y, en general, de la movilidad en las vías públicas y túneles urbanos mediante instrumentos tecnológicos para la regulación y supervisión del tráfico a través del 'Centro de Gestión de la Movilidad', informando al ciudadano del estado del tráfico y sus incidencias, y mediante el Cuerpo de Agentes de Movilidad respecto a la regulación y vigilancia, y sin perjuicio de las competencias atribuidas el Cuerpo de la Policía Municipal".
Los usuarios no fueron alertados de las aglomeraciones que se iban formando y terminaron cayendo en el embotellamiento, en lugar de optar por transporte público soterrado. En declaraciones a El País, el funcionario achacó el desesperante episodio a que la densidad circulación subió ese día un 10% con respecto a otras jornadas. Números para camuflar la ineficacia.
Por su parte, el cesado Rafael Morán llegó al departamento municipal de Circulación en enero 2008, siendo subdirector general. Desde principios del presente año, ejercía como director general, pero fue relegado por el Gobierno a mediados de septiembre. El Ejecutivo de Ahora Madrid (Podemos, Ganemos, Equo y exmiembros de IU) no ha compaginado, sino antepuesto la cuestión medioambiental a la gestión de la movilidad y este cambio en el organigrama es buena prueba de ello.
Admitieron que debían trabajar la coordinación
Además, a esta circunstancia se une la inusual parcelación de competencias de Tráfico que ha realizado el equipo de Carmena. Ahora mismo, la circulación está repartida en tres concejalías: la propia de Movilidad y Medio Ambiente (de la que dependen los Agentes de Movilidad y la Empresa Municipal de Transportes), la de Desarrollo Urbano Sostenible (tiene encomendada las infraestructuras, la señalización, los intercambiadores y lo referente al Consorcio Regional de Transportes) y la de Seguridad (Policía Municipal). En el anterior Gobierno, las dos primeras ramificaciones estaban unidas, en coordinación con Seguridad.
También se ha reprochado al Ejecutivo de Ahora Madrid que no solicitaran la presencia de la Policía Municipal, lo que originó que los 140 agentes de movilidad desplegados el lunes se encontraran desbordados. Este aviso, que no llegó a producirse, también debió partir del departamento de López Carmona, según fuentes de la Policía Municipal. Sin embargo, desde el Gobierno local desmienten tal protocolo y sostienen que el citado Cuerpo estaba al tanto de lo que iba ocurriendo en las carreteras de la ciudad, al encontrarse también en el Centro de Gestión de la Movilidad.
En la Comisión de Movilidad anterior al 5-O, Carabante (PP) ya alertó al edil de Desarrollo Urbano Sostenible, José Manuel Calvo, del riesgo que entrañaba para el tráfico la desagregación de competencias que habían acometido. El concejal de Podemos reconoció que con tal distribución debían trabajar bien la coordinación de los directores generales implicados. El 5-O no se vio. Primer aviso.
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