Un total de 500 barrenderos y jardineros más y la "retirada" del ERTE (expediente de regulación temporal de empleo) firmado por el anterior gobierno de Ana Botella es el acuerdo al que llegaron el Ayuntamiento de Madrid y las empresas adjudicatarias (OHL, Sacyr, FCC y Ferrovial), con el que intentarán que los madrileños perciban las calles más limpias en los próximos meses. Así de optimistas se mostraban la delegada de Medio Ambiente, Inés Sabanés y la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena durante una rueda de prensa el pasado 29 de septiembre.
Sin embargo, el sindicato Somos Sindicalistas Limpieza Viaria de Madrid acoge con bastante escepticismo este plan porque para ellos no se ha producido "una retirada del ERTE, sino una suspensión". Para este sindicato todo lo que no suponga una retirada en toda regla prohíbe la contratación pues incorporar personal teniendo a la plantilla inmersa en un ERTE contraviene la legalidad laboral. "Con esta suspensión la contratación de 500 nuevos barrenderos sería algo ilegal", explica Jorge Collantes Martin, responsable de Somos Sindicalistas Limpieza Viaria.
Escepticismo entre los trabajadores de limpieza viaria, porque según el responsable de Somos Sindicalistas no se ha producido "una retirada del ERTE, sino una suspensión"
Y es que en estos dos últimos años, las plantillas de limpieza de Madrid se han visto mermadas a más de la mitad, pasando de 7.000 trabajadores a 3.800. Además, su situación se ha agravado por el aumento de tareas y el empeoramiento de sus condiciones laborales desde que se firmara el ERTE en 2013 con el que se puso fin a una huelga de basuras de 13 días que fue un caos para la ciudad de Madrid. De esta forma, se retiraba el ERE y se imponía un Expediente de Regularización Temporal de Empleo de 45 días por año hasta 2017, además de bajas voluntarias con una remuneración de 28 y 29 días por año trabajado y excedencias a 5 y 10 años con indemnizaciones del 50% y 75% del salario bruto respectivamente. "El problema de todo es que con el 25% de la plantilla que tenemos en el paro porque siempre hay un ERTE y la gente que se fue de excedencia voluntaria hasta el final del contrato, los que se cogieron las bajas voluntarias, los que están de baja, en la actualidad en la calle no llegamos al 50% de la plantilla", explica Collantes.
Prioridad para afectados por el ERTE y trabajadores de fin de semana
Con este anuncio, los trabajadores afectados por el ERTE serían los primeros que vuelvan a las calles, pese a que el Ayuntamiento de Madrid no ha cuantificado el número exacto de cuántas corresponderán a nuevas contrataciones y cuántas procederán del fin de los expedientes temporales de empleo. Según cuenta a Vozpopuli el responsable de Somos Sindicalistas Limpieza Viaria estas deberían darse en primer lugar entre los más de 400 trabajadores que las empresas no subrogaron y entre los barrenderos que trabajan en los turnos de fin de semana y festivos que desean mejorar sus condiciones laborales y salariales. "A partir de estas dos opciones, desde el sindicato no hay ningún problema en que se contrate personas del paro u otros sectores para cubrir los puestos de fin de semana. Pero el turno de lunes a viernes tiene que ser para los del fin de semana pues llevan muchos años intentando trabajar a diario", reivindica Jorge Collantes.
Los trabajadores afectados por el ERTE deberían ser los primeros beneficiados seguido de los barrenderos de fines de semana y festivos, según Jorge Collantes
Este plan de limpieza, con el que se pretende que las calles recuperen el resplandor de antaño, se iniciará con 147 actuaciones intensivas en los 21 distritos de Madrid en los próximos tres meses, y no sólo en las principales calles de la ciudad. Asimismo, habrá un cambio en las condiciones de los contratos para que sea obligatorio limpiar con una periodicidad las calles secundarias, a diferencia de lo que sucedía hasta ahora y garantizar así una limpieza suficiente en todos los barrios, algo que en un principio el responsable sindical de Somos Sindicalistas no ve viable ni con estas incorporaciones. "Realmente cuando se incorporen estas personas entre las bajas que tenemos y que ya estamos la mitad en la calle prácticamente no se va a notar nada porque faltan como mínimo entre 2.000 o 2.500 personas. Madrid es una ciudad que necesita bastante gente para mantenerla limpia", apunta Collantes.
La remunicipalización, como última opción
La situación que vienen sufriendo los trabajadores de limpieza viaria desde el 2013 está mermando sus condiciones laborales, aparte de las económicas, ya que en la actualidad con la escasez de plantilla es imposible mantener limpia la ciudad. Además, el sindicato Somos Sindicalistas Limpieza Viaria de Madrid denuncia que las empresas adjudicatarias no están cumpliendo con la media de trabajadores que ofertan. "En mi lugar de trabajo, el lote 5 - que se encarga de Vallecas, Moratalaz y Vicálvaro - éramos 15 personas más en plantilla, por tanto si hay un ERTE en cuanto a vacaciones, gente de baja... la media de 550 personas en la calle no se cumple. Por ello planteamos como última opción la remunicipalización", aclara Collantes.
Así el responsable sindical argumenta que "por incumplimiento de contrato es relativamente fácil empezar a exigir a las empresas que cumplan con la media, o por el contrario, se les rescinda los contratos a las concesionarias y que se remunicipalice el servicio", tal y como ha planteado Manuela Carmena en varias ocasiones. Algo que no parece probable que ocurra ya que los principales sindicatos se oponen a esta medida y supondría un elevado coste para el Ayuntamiento de Madrid.
Colaboración ciudadana para limpiar Madrid
La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, preocupada por la limpieza de las calles de la capital, ha compartido con los madrileños una infinidad de ideas para conseguir que Madrid vuelva a estar limpia. A la creación de un colectivo de voluntarios "que quieran mucho a Madrid" y colaboren con el Ayuntamiento concienciando a los madrileños de la importancia de no ensuciar la ciudad, la regidora ha anunciado en las últimas semanas un servicio social para que los universitarios puedan ayudar a barrer la capital. De esta forma, estos jóvenes se convertirían en "gestores de los grandes acontecimientos juveniles", como los botellones, donde se acumula mucha basura. Esta medida fue rechazada de plano por los sindicatos, partidos políticos y asociaciones estudiantiles.
"Por incumplimiento de contrato es relativamente fácil empezar a exigir a las empresas que cumplan con la media, o se les rescinda los contratos y que se remunicipalice el servicio", reivindica Collantes
De esta forma, la Federación de Estudiantes Progresistas de España (FAEST) se opone a esta medida porque creen que hay mejores métodos y estiman que la alcaldesa lo que hace es imponer "un castigo" siempre a los más jóvenes. "Con esta medida lo único que se hace es castigar a los universitarios y el verdadero trabajo de la Fundación Pública y de la política tiene que ser implicar a la gente e imponer más controles para conseguir que Madrid no se ensucie tanto", afirma Alejandro Delgado Rivero, presidente de la FAEST.
En los próximos meses se verá si estos planes propuestos por Manuela Carmena obtienen el objeto deseado por el Ayuntamiento y consiguen que Madrid luzca limpia y se arregle lo que un día se gestionó mal con el gobierno que lideraba Ana Botella, algo que en un principio no parece tarea sencilla.
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