Las tensiones entre Génova y Sol ya existían antes de las elecciones del 4-M. De hecho, desde el entorno de Isabel Díaz Ayuso no olvidan que Teodoro García Egea aprovechó los momentos más críticos de la coalición con Ciudadanos para promocionar a Enrique López como alternativa a la presidenta. No obstante, el choque definitivo llegó tras el adelanto electoral.
La convocatoria a las urnas fue pactada por Pablo Casado e Isabel Díaz Ayuso, que acordaron pulsar el "botón nuclear" de las elecciones si se consumaba la moción de censura en Murcia. No obstante, según reconocen a Vozpópuli desde la sede nacional del partido y también desde la Comunidad, ese fue el último punto de encuentro entre ambos.
Ya en la campaña electoral, el fichaje de Toni Cantó, propiciado por García Egea, molestó, y mucho, a Ayuso y a su equipo. La polémica, sin embargo, no evitó una gran victoria en las urnas que, lejos de calmar los ánimos, abrió definitivamente la batalla por el control del PP de Madrid.
La llamada de Ayuso a Casado
Según explican cargos del PP muy próximos a Isabel Díaz Ayuso, la presidenta de la Comunidad tuvo una conversación telefónica con Pablo Casado, apenas unos días después de la victoria del 4-M, para confirmarle su intención de presentar candidatura al congreso regional para liderar el PP madrileño.
Días después, la junta directiva nacional, con Isabel Díaz Ayuso presente, aprobó el calendario de congresos regionales del partido, con el voto afirmativo de la presidenta de la Comunidad para celebrar el congreso madrileño en el primer semestre de 2022.
Ya a comienzos de junio, Teodoro García Egea aprovechaba una comparecencia en los medios para respaldar públicamente a Ayuso como futura presidenta de los populares madrileños. No obstante, y a pesar de que todo parecía entonces encauzado para un acuerdo, ya existían discrepancias de fondo sobre la fecha del congreso… y la futura ejecutiva de Ayuso.
El 'Juego de Tronos' madrileño
Fuentes de Sol muy próximas a Isabel Díaz Ayuso afirman que en todas las conversaciones mantenidas con Pablo Casado desde el 4 de mayo, el presidente nacional no le ha pedido que no se presente. No obstante, "tampoco hemos recibido ninguna explicación de Génova sobre la necesidad de que el congreso no sea hasta mayo o junio del 2022".
La dirigente autonómica, señalan desde su entorno, "sí ha justificado, tanto en público como en privado, por qué quiere que el congreso sea cuanto antes". Ayuso "ha defendido que el partido necesita rearmarse ya para aprovechar el triunfo del 4-M y renovar una dirección cuyo mandato ha caducado, bien hace tres años si es una gestora, o en marzo de 2021 si damos por bueno que es la dirección salida del congreso de 2017".
Todas las partes parecían asumir que la presidencia sería para Isabel. El problema ha venido con el resto de cargos a designar
Más allá de ese debate de fechas, el verdadero choque con Génova viene por el diseño de la futura ejecutiva del PP de Madrid. En ese sentido, antes del verano, "todas las partes parecían asumir que la presidencia sería para Isabel". El problema, añaden desde Sol, ha venido con el resto de cargos a designar.
En ese particular 'Juego de Tronos' del PP de Madrid, Isabel Díaz Ayuso ya ha advertido a Génova que "está dispuesta a integrar", pero que a su secretario general y el resto de puestos clave los elige ella: "Es normal que la presidenta de un partido quiera designar a su equipo", apuntan cargos afines a la dirigente autonómica.
Ayuso, de hecho, ya ha señalado a Alfonso Serrano, portavoz del PP en la Asamblea, como su 'número dos', aunque también ha anunciado su disposición a incorporar a José Luis Martínez-Almeida. En Génova, sin embargo, no ven suficiente esa mano tendida al alcalde: "No quieren a Alfonso como secretario general, sino a Ana Camins".
Camins, de hecho, es la actual secretaria general del PP de Madrid y es considerada por Génova como un puntal del partido: "Ella y Pío García-Escudero lo levantaron en el momento más crítico tras la marcha de Cifuentes". La también diputada regional y senadora por designación autonómica es, además, de la máxima confianza de Pablo Casado.
El anuncio de Ayuso desató la guerra
Ayuso, sin embargo, ya advirtió antes de verano que no dará su brazo a torcer. Tal y como informó Vozpópuli, en Sol dan por amortizada a la actual dirección del partido: "Ana puede tener cabida, pero no de 'número dos', y Pío está de salida", comentan a este medio desde el entorno más próximo a la presidenta de la Comunidad.
Con esa discrepancia clara entre Génova y Ayuso, en la dirección nacional dieron por hecho que había que preparar el terreno para una negociación "intensa", pero "sin prisas". Unos planes que se vinieron abajo el 31 de agosto, cuando la presidenta autonómica filtró a los medios su intención de presidir el PP de Madrid.
Con la candidatura al congreso anunciada a los periodistas, se puso en marcha una "estrategia de presión" a Casado, según Génova, que lleva ya más de dos meses vigente y que ha convertido el debate interno en toda una guerra retransmitida por ambas partes a los medios de comunicación.
Desde la dirección nacional ya han advertido a Ayuso que "Casado no acepta presiones de nadie", mientras que la presidenta de la Comunidad ya habla de "primarias" como respuesta a las informaciones que apuntan a una candidatura alternativa de Almeida, y porque teme un 'pucherazo' en el censo de militantes.
En medio de esta guerra, Pablo Casado e Isabel Díaz Ayuso han decidido mantener una interlocución estable pese al veto de la lideresa a Teodoro García Egea. Los puentes entre ambos no se han roto, pero lo cierto es que alrededor se ha montado un gran incendio.
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