Los editores de los libros de texto son las últimas víctimas de la 'guerra educativa' entre la Comunidad de Madrid y el Gobierno central. La Asociación de Editores de Libros y Contenidos Educativos (Anele) ha dado un tirón de orejas al equipo de Díaz Ayuso al considerar que está lanzando instrucciones contradictorias sobre los libros que han de utilizarse en clase a partir del curso que viene. El sector ya trabaja en la renovación del material para adaptarse a la nueva ley de Educación, conocida popularmente como 'ley Celaá', pero, según denuncia, una recomendación de la viceconsejera de Educación de la CAM les emplaza a o no renovar los libros correspondientes a los cursos impares. Y le piden que rectifique.
Los editores recuerdan que tal propuesta -enviada el 14 de junio- carece de amparo normativo y, además, contradice los propios actos de esa Administración. En concreto, mencionan que el pasado 7 de junio se dictaron las Instrucciones para la aplicación en el curso 2022-2023 y que en ellas se recoge "la obligada modificación del artículo 2 de la Orden 3616/2019 del Consejero de Educación, por el que se establece el calendario de renovación de los libros de texto y el material curricular, derivada de la Lomloe, por lo que en el curso 2022-2023 se modificará el currículo, organización y objetivos de las enseñanzas de los cursos impares de Educación Primaria (1º, 3º y 5º), ESO (1º y 3º) y 1º de Formación Profesional Básica".
Anele indica que la citada propuesta de modificación de la orden justifica la modificación del calendario de renovación del curso 2022-2023, como consecuencia de los cambios curriculares introducidos por la 'ley Celaá'.
Por ello, sostienen los editores, la instrucción de la viceconsejera madrileña introduce de forma innecesaria
una confusión en los centros escolares e incertidumbre en el mercado.
"Esta iniciativa se opone a la norma que se está tramitando en esa misma Consejería. Asimismo, se vulnera de forma directa la Disposición Adicional Cuarta de la Ley Orgánica de Educación y conculca la libertad pedagógica de centros y profesores a la hora de seleccionar los libros más idóneos adaptados a los cambios curriculares derivados de la Lomloe", critica Anele.
Adaptación de los libros a la nueva ley
Los editores apuntan que el retraso en el desarrollo curricular no puede servir de excusa cuando el currículo de Educación Primaria ya se encuentra en su última fase para aprobación. Asimismo, advierten que en el caso del de la ESO ya ha finalizado el trámite de audiencia. "En todo caso, corresponde a las editoriales procurar la adaptación a los nuevos currículos como establece la normativa vigente", defienden.
Consideran los editores que, de mantener la propuesta realizada por la viceconsejera, se estaría "dinamitando" el esfuerzo inversor realizado por las editoriales cuando ya se están ultimando los libros y materiales adaptados al currículo y a los proyectos de los centros escolares. "También se estarían vulnerando principios tan esenciales como los de libertad pedagógica, pluralismo educativo o libertad de empresa", avisan.
Se estarían vulnerando principios tan esenciales como los de libertad pedagógica, pluralismo educativo o libertad de empresa"
Por otro lado, los editores echan mano de sentencias judiciales pasadas para concluir que la Comunidad de Madrid podría estar incurriendo con su instrucción en una vía alejada de la utilización de la normativa vigente. "El Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León, en una sentencia de abril de 2016, ya declaró nula una decisión similar de la Consejería de Educación de esta comunidad. Los magistrados consideraron que la Consejería había incurrido en una clara vía de hecho y, como tal, nula, arbitraria y alejada de una utilización racional del marco jurídico vigente", zanjan.
No obstante, el malestar en el sector se extiende también al Gobierno central por la "tardanza" en publicar los reales decretos de los distintos currículos que ahora deben desarrollar cada una de las regiones. Estos fueron publicados en marzo de este año, más de un año después de la aprobación de la 'ley Celáa'. En algunas comunidades aún no saben si van a llegar a tiempo para el próximo curso, puesto que los textos deben pasar por departamentos jurídicos, transparencia y demás etapas.
Tardanza en aprobar los reales decretos
Ya en enero de este año la misma asociación expresó su preocupación ante la demora en la aprobación de los decretos curriculares de la Lomloe en las diferentes etapas educativas.
"El próximo mes de septiembre nos enfrentamos a un cambio curricular nunca visto, pues está prevista la implantación de los nuevos currículos en todos los cursos impares de Primaria, ESO, Bachillerato, Ciclos Formativos de Grado Básico, además de la etapa Infantil al completo. Sin embargo, más de un año después de la publicación de la Ley, aún no se han publicado en el BOE los reales decretos que establecen los currículos por parte del Ministerio de Educación y Formación Profesional", denunció.
"Esta situación impide que pueda iniciarse la elaboración y tramitación del desarrollo curricular en la parte autonómica, del que se desconoce cuándo estará disponible. La Lomloe establece que las Comunidades Autónomas pueden incorporar hasta un 40% del currículo que se imparte a los alumnos en cada región", señaló Anele. Los ansiados decretos llegaron el mes de marzo de 2022.
En cuanto al contenido de los libros, principal motivo de la 'batalla educativa' entre Ayuso y el Ministerio liderado por Pilar Alegría, Anele se limita a señalar que "los diferentes proyectos, libros y materiales educativos elaborados por las editoriales plasman los desarrollos curriculares aprobados por el Ministerio y las Consejerías de Educación de las comunidades autónomas. Todos toman como base y referencia los reales decretos de Enseñanzas mínimas, así como los decretos autonómicos que los complementan".
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