Isabel Díaz Ayuso podrá aspirar a gobernar la Comunidad de Madrid en solitario tras el concluyente triunfo en la jornada electoral del 4 de mayo. No podrá renunciar al apoyo de Vox, pero le bastará con la sola abstención del grupo de Rocío Monasterio para repetir los dos próximos años en la presidencia de la región. Estará respaldada por 65 escaños tras duplicar los resultados de los comicios de 2019 y aglutinar en torno a sí más apoyos que la suma de Más Madrid, PSOE y Unidas Podemos (58). El descomunal bofetón de Madrid a Pedro Sánchez, en el rostro de Ángel Gabilondo -superados por Más Madrid-, y la irrelevancia en las urnas de Pablo Iglesias hicieron el resto. Tal fue así, que el líder de Unidas Podemos se inmoló y anunció que deja todos sus cargos políticos tras siete años al frente de la formación.
"La libertad ha triunfado. Esa manera de gobernar desde la opulencia y la hipocresía se ha terminado. Ya está bien". Desde el balcón de Génova, a escasa media hora para el inicio del toque de queda en Madrid y flanqueada por el líder nacional del PP, Pablo Casado, Ayuso dictaminó el inicio "de una nueva etapa política". "El sanchismo no entra en Madrid porque no se puede imponer", lanzó a la muchedumbre congregada adivinando que el cuerpo a cuerpo con Pedro Sánchez seguirá adelante desde este mismo 5 de mayo.
En referencia al PSOE, Ayuso fue muy clara: "No han sabido gestionar la pandemia, no han tenido cercanía con la gente. Todo esto ha tenido un resultado que ha sido catastrófico para el PSOE, que se veía venir". La presidenta madrileña ha celebrado que tendrá "un gobierno en libertad para tomar decisiones que son fundamentales en esta etapa" y sobre todo ha puesto el foco en la economía.
Con una participación abrumadora en plena pandemia, Ayuso arrasó en los pueblos, en los 'cinturones', en los distritos. Una victoria incontestable con casi 900.000 nuevos votos cosechados tras dos años de polémico mandato. La fiesta del flanco 'popular' trocó en tragedia en el socialismo madrileño. Ángel Gabilondo no tuvo fuelle para aupar al frente de izquierdas. No sólo eso. Pasó de vencer las elecciones en 2019 a liderar un PSOE que será tercera fuerza en la Asamblea, toda vez que fue superado por la apuesta de Más Madrid, que aventajaba en casi 4,500 votos al PSOE con el 99,91% escrutado. Así, Mónica García liderará la oposición tras el desplome sin paliativos de los socialistas, que hace dos años ganaron las elecciones autonómicas madrileñas.
"Quería dar las gracias a los casi 600.000 madrileños que ha confiado en nosotros. Hemos hecho todo lo que ha estado en nuestras manos, pero no ha sido suficiente", reconoció García. "Hemos hecho la campaña más eficiente, porque tenemos las mejores ideas, los mejores proyectos y el mejor equipo", añadió conteniendo el entusiasmo. "Asumimos el compromiso de liderar la alternativa para el cambio en Madrid. Y desde ahora mismo me pongo a trabajar para conseguirlo. Que los madrileños no se den por vencido", concluyó.
El discurso de Gabilondo, por el contrario, tuvo el aroma de la despedida, entonó el mea culpa de no haber sabido hacerse escuchar pero insinuó que continuará en la Asamblea. "Yo no he sido capaz de abrir esos espacios para un debate sosegado y no descalifico a nadie porque haya sido así. No lo he logrado y lo lamento", explicó, antes de adelantar que dentro de dos años volverá a haber comicios y tendrán que "reorientar" el proyecto socialista en la región.
El PSOE madrileño abre de este modo una etapa de reflexión tras dejarse 274.000 votos por el camino, cosechados fundamentalmente por Mónica García -pero también, atención, por Ayuso-. Y es que Madrid 'agradeció' la campaña de la candidata de Más Madrid, su apuesta por dar un paso lateral respecto al ruido. Son casi de 140.000 votos nuevos respecto a 2019, superando al 'padre' Errejón.
Iglesias se marcha de la política tras su fracaso en las elecciones del 4-M
En la campaña de la polarización, los aspavientos y la dramatización, sólo uno de cada cinco madrileños votó por opciones extremas. No hubo efecto Pablo Iglesias más allá de la mera supervivencia de su grupo en la Asamblea de Madrid, que no la de su líder. Iglesias, descompuesto, anunció que abandona la política después de siete años al frente de Podemos. "No soy una figura que pueda contribuir a que Unidas Podemos consolide peso institucional dentro de dos años en Madrid. Es el resultado de que te hayan convertido en un chivo expiatorio que moviliza lo peor de quien odia la democracia. Por eso he tomado esa decisión", explicó Iglesias.
La formación morada quedó como cuarta fuerza política, tercera y última del frente de izquierdas, con un flojo 7% de los votos (10 escaños). Todo el ruido de campaña, todas las invocaciones del líder de Unidas Podemos -que abandonó la vicepresidencia del Gobierno para 'salvar' Madrid del fascismo-, quedaron en 33.000 votos más respecto a las pasadas elecciones. La anécdota de la formación morada fue la entrada, por fin, del exJemad Julio Rodríguez en una Cámara: la dimisión del líder propició que Rodríguez tenga un asiento en la Asamblea.
"Es una tragedia. El éxito electoral de la derecha 'trumpista' y la consolidación de la ultraderecha son una tragedia. Auguro que este resultado agudizará los problemas territoriales de España", lanzó Iglesias ante los suyos. "Hemos fracasado", resumió.
Pablo Iglesias fue superado también por Vox desde el extremo opuesto del tablero político madrileño. Con el 9,13% de los votos, el partido liderado por Santiago Abascal conservará un papel relevante en esta corta legislatura que los madrileños tienen por delante. La interrogante inmediata es saber a qué precio estará dicha abstención que desembocará en el mandato de Díaz Ayuso por los próximos dos años.
Al igual que Casado, Santiago Abascal apareció para sentenciar: "Madrid ha derrotado al frente popular", dijo antes de ceder la palabra Rocío Monasterio. "Felicitamos a Isabel Díaz Ayuso y damos por buenos los resultados de Vox. Son buenos resultados para Vox pero son excelentes para España", dijo el líder de Vox, que aunque dejó entrever que no impedirá el gobierno de Ayuso, sí avanzó que su propósito es que Vox sea "decisivo" en la gobernabilidad de la comunidad madrileña, pese a perder casi 20.000 sufragios respecto a 2019.
Murcia-Madrid: adiós Ciudadanos
Y Ciudadanos. Adiós: de 26 a 0 en dos años. Se confirmó la peor expectativa en la formación de Inés Arrimadas, que desaparecerá el hemiciclo madrileño tras no alcanzar el 5% requerido para obtener representación. No logró el quijotesco candidato Bal siquiera modificar un milímetro el camino que comenzó en Murcia y que ha desembocado en el precipicio. Se anuncian nuevas jornadas convulsas en la formación tras ver cómo medio millón de votos se han marchado por el sumidero. Votos que en su práctica totalidad fueron a parar a la que repetirá como presidenta de la Comunidad de Madrid.
"Una noche dura para el centro político. Para la moderación, para la sensatez y para las propuestas", dijo con visible mala cara Edmundo Bal. "Es un mal resultado para un proyecto de unión y de concordia", resumió. "La gente no se ha dado cuenta de que el futuro de España, el futuro de Madrid, pasa por la moderación", concluyó el candidato 'naranja'.
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