El futuro de Ciudadanos se libra en un uno contra uno. Edmundo Bal, ex abogado del Estado y cerebro jurídico del partido de centro, frente a la lista de consenso, con Inés Arrimadas como principal valedora (aunque cierre la lista), la persona en quien confió Albert Rivera para llevar las riendas de Cs. Ambos han mostrado sus cartas y la batalla final tendrá lugar en las votaciones del 9 de enero. La historia podría haber sido distinta de haberse llegado un acuerdo en la última reunión que mantuvieron ambos bandos esta misma semana, solo un día antes de que Bal anunciase los principales nombres de su lista.
El último intento por alcanzar una lista de consenso tuvo lugar este martes. Se acordó una conversación telefónica entre alguien de la confianza de Inés Arrimadas y otra persona del ala de Edmundo Bal. Se descartó a propósito un encuentro directo entre ambos líderes para evitar una negociación más tensa de lo deseable. Por parte del portavoz adjunto de Ciudadanos participó el diputado Juan Ignacio López-Blas, mientras que Arrimadas confió en su jefe de Gabinete, David Martínez, tal como aseguran a Vozpópuli fuentes conocedoras de la charla.
Se produjeron dos conversaciones telefónicas, una por la mañana y otra, más corta, por la tarde. López-Blas ofreció a Martínez la posibilidad de que Arrimadas mantuviera su cargo como portavoz del Congreso de los Diputados. "Estoy seguro de que puedo convencer a Edmundo", afirmó. Suponía un cambio radical en las negociaciones que habían mantenido hasta el momento, pues para Bal era clave que la actual presidenta de Ciudadanos diese un paso atrás y dejase de ser la cara visible del partido. Es más, llegó a ofrecer retirarse de su cargo de portavoz adjunto a cambio y ser un diputado raso más.
En la llamada de la tarde, la oferta del lado de Bal fue clara. Arrimadas podía mantener su cargo como portavoz en el Congreso de los Diputados si entraba en la lista de Bal con la condición de que este liderase la candidatura. De esta forma, Bal sumaría a Inés a su candidatura y, de ganar las primarias, se convertiría en portavoz político del partido, mientras que ella mantendría su labor actual en el Congreso.
El 'no' de Arrimadas
La presidenta de Ciudadanos dijo "no" a la oferta de Bal. El entorno de Arrimadas explica que llevaba tiempo trabajando en una candidatura de consenso liderada por alguien joven que sí representaba un auténtico cambio de rumbo para el partido. Ese perfil joven estaría representado por el eurodiputado Adrián Vázquez, que postula a secretario general, y Patricia Guasp, coordinadora de Cs en Baleares, que aspira a la portavocía política (no del Congreso, que sería para Arrimadas).
Que Bal no es el candidato idóneo de Arrimadas es evidente, y quedó bastante claro cuando anunció que lideraría una lista para las primarias si el ex abogado del Estado no retiraba la suya. Un movimiento que no fue bien visto ni entre sus compañeros de la refundación, entre los que se encuentra la vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís. Posteriormente, sin embargo, la presidenta de Cs rectificó.
¿Tercera vía o lista de Arrimadas?
Existen mensajes contradictorios sobre si la llamada lista de consenso es en realidad una lista de Inés Arrimadas o de las personas al frente de la refundación. Fuentes del G-8 (las ocho personas que han liderado la refundación de Ciudadanos) señalan que han sido ellos los que han trabajado en el proceso desde el principio. Sin embargo, voces cercanas a Arrimadas opinan que ha sido la actual presidenta del partido la que ha trabajado en una lista de consenso desde hace meses.
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