Primer nombre para una candidatura de consenso en Ciudadanos. Según ha podido confirmar Vozpópuli, la diputada María Muñoz fue la persona propuesta por Edmundo Bal para liderar una candidatura de consenso y para sustituir a Inés Arrimadas al frente de la portavocía de Ciudadanos en el Congreso. El ex abogado del Estado se ofreció también a dar un paso atrás y renunciar a su cargo de portavoz adjunto si Arrimadas renunciaba de inmediato al suyo. La actual presidenta de Cs rechazó la propuesta de Bal en la conversación telefónica que han mantenido este fin de semana.
"Para ella es innegociable la portavocía del grupo parlamentario", afirman desde el entorno de Bal. Aseguran que la intención del portavoz adjunto de la formación naranja no es ocupar el cargo de Arrimadas, sino que ambos den un paso atrás para dar cabida a una tercera persona. Además, subrayan que "Inés no hizo ninguna oferta. No dio ningún nombre para su candidatura de consenso. Nosotros pusimos sobre la mesa el nombre de María Muñoz y ella dijo que era innegociable que ella siguiere en el puesto".
Afirman que Bal se mostró dispuesto a ser un "diputado raso, mientras que para Arrimadas esto es algo implanteable". Sin embargo, fuentes cercanas a la presidenta de Cs tienen una percepción distinta de lo que ocurrió en aquella charla telefónica. "No se habló de que María Muñoz fuese la líder de Ciudadanos. Lo que propuso Edmundo es que sustituyese a Inés como portavoz del partido en el Congreso, ni más ni menos. Que Arrimadas deje su puesto en el Congreso de los Diputados para que él retire su candidatura. Un chantaje en toda regla", aseveran.
En definitiva, una conversación capicúa. Uno retira su candidatura si ella renuncia a su cargo y ella retira la suya si él otro hace lo propio. "Arrimadas lo que propone es que vayan todos sin exclusión en una lista que no lideren ni ella, ni él", apuntan desde el entorno de la líder de Cs. Edmundo Bal, sin embargo, ya mostró su oposición a una tercera vía arrimadista, pues considera que solo serviría para "colocar a un títere" mientras "ella mantiene su cargo en el Congreso".
Un futuro sin Bal, ni Arrimadas
La disputa entre los dos pesos pesados de Ciudadanos apunta en una dirección cada vez clara: un futuro sin su liderazgo. Inés Arrimadas ya tenía asumido en la candidatura de unidad en la que lleva "meses" trabajando que ella no podía liderar al nuevo Cs, aunque sí conservar un rol importante en el partido. Edmundo Bal, que hace solo una semana estaba convencido de liderar la alternativa, muestra tras su ofrecimiento de este fin de semana que también está dispuesto a retirarse de la carrera para encabezar al partido de centro.
En el seno del partido parece claro que ni Arrimadas, ni Bal, pueden encabezar el nuevo Ciudadanos emergido de la refundación. El futuro del partido parece más ligado, precisamente, al G-8, los ochos políticos que han liderado la refundación del partido y entre los que se encuentran nombres propios como Begoña Villacís, Dimas Gragera o Guillermo Díaz (el único diputado nacional que permanece fiel a Arrimadas).
Gragera, que disputará a Gabriel Rufián la alcaldía de Santa Coloma, señala en declaraciones a este periódico que "Edmundo es perfectamente libre de postularse y defender su candidatura; pero creo que no debería entrar en descalificaciones a ninguna otra fórmula si hubiese una candidatura que quiere mantener el activo de Inés en la parte política creo que cada uno es libre de apoyarla o no, pero no es justo referirse así a esa candidatura".
Desde su punto de vista, "la candidatura de Edmundo no representa (por lo visto hasta ahora) ni renovación ni unidad. Espero que antes o después haya espacio para la integración de todo el mundo y me gustaría poner en valor el derecho de todo el mundo a presentarse y no hablar sólo de la candidatura de Edmundo o de Inés… pues esto es un proceso abierto a toda la militancia".
Falta una semana para la presentación de las candidaturas y, de momento, todo se debate entre Inés Arrimadas o Edmundo Bal.
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