España

Nuevo golpe a una banda latina: la Policía acaba con la financiación de los Trinitarios

Los miembros de la banda latina de los Trinitarios usaban el beneficio de los ciberdelitos para pagar abogados, comprar drogas y armas que usaban en reyertas

La Policía Nacional ha asestado un duro golpe a la banda latina de los Trinitarios. Los agentes han desmantelado la estructura de financiación de los pandilleros con la que defraudaron más de 700.000 euros. Con los beneficios obtenidos pagaban las minutas de los abogados de los miembros en prisión, satisfacían las cuotas de pertenencia, compraban droga para revenderla, así como también adquirían armas para sus enfrentamientos con rivales. 

La 'Operación Mate-Verdeon' ha logrado la detención de 40 personas, entre las cuales figuraban dos hackers y 15 miembros de la banda latina, acusadas de los delitos de pertenencia a organización criminal, estafa bancaria, falsificación documental, usurpación de identidad y blanqueo de capitales. 

Fuentes de la investigación han explicado a Vozpópuli que entre los detenidos se encuentra el 'Suprema' (jefe) del coro de Orcasitas y el 'Guerrero', que es como se denomina al encargado de dirigir las acciones violentas de la banda. Por el momento se han identificado a 90 víctimas. Los estafadores solicitaban unos créditos que oscilaban entre los 20.000 y los 30.000 euros.

Así, las pesquisas, desarrolladas por los agentes de la Unidad Central de Ciberdelincuencia y de la Brigada Provincial de Información de Madrid, se iniciaron cuando los agentes averiguaron que algunos miembros de la banda latina utilizaban tarjetas bancarias de terceros para adquirir criptoactivos. Además, alguno de sus líderes operaban con herramientas informáticas para implementar técnicas de phishing sobre una entidad financiera centrada en créditos al consumo. 

Contrataron dos hackers

Para llevar a cabo los ataques adquirieron a unos ciberdelincuentes un software específico, conocido en el argot como “paneles”, en el que monitorizaban en tiempo real los datos bancarios privados que la víctima. Tras clicar en el enlace malicioso previamente recibido vía SMS, introducía en la página fraudulenta que simulaba a la entidad financiera de la que eran clientes.

Estos mensajes eran enviados de forma masiva a listados de clientes de esa financiera. En ellos les alertaban de un supuesto problema de seguridad en su cuenta que podrían solucionar a través del  enlace fraudulento que le enviaban. 

De este modo lograban que introdujeran sus credenciales de acceso en la página a la que eran dirigidos, de similar apariencia a la web real de su entidad. En ese mismo momento, los cibercriminales monitorizaban las credenciales de acceso desde el referido panel. Llegados a este punto, se introducían al portal online de la financiera con las credenciales de las víctimas y solicitaban préstamos de concesión inmediata, así como vinculaban las tarjetas de los afectados al monedero virtual del que disponen sus teléfonos. 

Así eran los gastos de los Trinitarios

Una vez tenían las tarjetas de terceros vinculadas acudían a diversos centros donde compraban cupones de criptodivisas que eran canjeados en la wallet de uno de los miembros que controlaba esa cartera virtual como “caja común” de la organización. Así hacían frente a los gastos habituales del grupo -compra de sustancia estupefaciente, financiación de reuniones y fiestas de la banda latina, compra de armas y pago de abogados o envío de dinero a miembros en prisión para sufragar sus gastos-. Igualmente contaban con una extensa red de mulas que utilizaban para recibir dinero de las transferencias bancarias y sacarlo a través de cajeros automáticos. 

Otro de los sistemas que empelaban para monetizar el contenido de las tarjetas bajo su control era la contratación de Terminales de Punto de Venta (TPV) a nombre de empresas ficticias de comercios online de productos de cosmética, realizando ellos mismos falsas compras. 

La banda latina compraba casa en la República Dominicana

El retorno económico restante era enviado a cuentas bancarias en el extranjero y también era utilizado en la compra de inmuebles en República Dominicana, estando actualmente localizando todos los bienes a través de los mecanismos internacionales de cooperación policial para la localización y recuperación de activos y bienes procedentes del delito. 

En la fase de explotación de la investigación, los agentes han realizado 13 registros domiciliarios en las provincias de Madrid, Sevilla y Guadalajara, incautándose numeroso material informático, 5.000 euros en metálico, listados de más de 300.000 clientes a los que estafaban, 53 tarjetas bancarias a nombre de las víctimas, instrumentos para la apertura de puertas, ganzúas, candados y diversa literatura relacionada con la estructura de la banda de los Trinitarios. 

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