España

Bankinter pide perdón al juez Ruz por 'liarle' con el paradero de 1,6 millones de euros de la Gürtel

El banco remite al magistrado un escrito en el que achaca al funcionamiento del programa informático utilizado por la entidad las contradicciones en los datos enviados sobre las cuentas de uno de los imputados en la trama de corrupción, López Viejo.

  • Imagen de archivo del juez Pablo Ruz.

El programa informático Target2 tuvo la culpa y en ningún momento hubo "ánimo de ocultación [...] ni tergiversación de la información". Bankinter ha remitido al titular del Juzgado Central de Instrucción número 5, Pablo Ruz, un amplio informe con el que intenta excusarse por adjudicar dos orígenes distintos a los 1,6 millones de euros que acabaron en la cuenta de uno de los imputados en el caso Gürtel, el exconsejero de la Comunidad de Madrid Alberto López Viejo. El error provocó que el magistrado dictara el pasado viernes un auto para que la Policía registrara una de las sedes principales de la entidad financiera, además de una sucursal del Banco Sabadell, también relacionada con el movimiento de la elevada cantidad de dinero. En el escrito, los responsables del banco insisten en que no hubo intencionalidad y que todo fue fruto "del funcionamiento de nuestros sistemas y procesos [informático] y en ningún momento por una intención de no colaborar plenamente con la acción de la Justicia". Entre esos programas 'culpables', Bankinter señala a Target2, utilizado para realizar transferencias urgentes.

El banco achaca parte de los errores a que en febrero de 2008 coincidieron la millonaria transferencia y el cambio informático que hizo la entidad para agilizar los traspasos de dinero 

El informe remitido por Bankinter a la Audiencia Nacional cuenta con más de cien hojas de documentación, incluidos varios "pantallazos", que van acompañado de dos escritos, ambos firmados por Iñigo Guerra Azcona, secretario del Consejo de la entidad. En el primero, de tres folios de extensión, el directivo del banco reconstruye lo ocurrido el pasado viernes, cuando poco después del mediodía un secretario judicial acompañado de policías se personaron en las oficinas que la entidad tiene en la calle Pico de San Pedro, de Tres Cantos (Madrid) para solicitar información sobre dos cuentas que López Viejo tenía abiertas en la entidad y, más en concreto, sobre uno de sus movimientos, el realizado el 21 de febrero de 2008 y que supuso el ingreso de 1,6 millones de euros. El directivo destaca en este escrito que no fue necesaria la entrada y registro de los funcionarios en la entidad ya que el propio banco entregó toda la información requerida y, además, se comprometió a remitir al lunes siguiente "antes de las 14,00 horas" un "informe aclaratorio" sobre las contradicciones existentes entre la documentación que antes se había entregado.

En dicho escrito, el directivo reconoce que la información que hasta entonces había facilitado la entidad relacionada con el 'caso Gürtel' podía provocar "algunas dudas lógicas", pero recalca que "nunca ha habido ánimo de ocultación por parte de Bankinter SA de dato alguno ni tergiversación alguna de la información. Si la información proporcionada no ha sido todo lo clara que el Juzgado al que tenemos el honor de dirigime exigía o no era fácil de seguir a los efectos de sacar conclusiones útiles para la causa, ha sido única y exclusivamente por razones del funcionamiento de nuestros sistemas y procesos y en ningún momento por una intención de no colaborar plenamente con la acción de la Justicia", añade antes de recalcar que ayudar a los tribunales "constituye un pilar básico de las políticas corporativas" de la entidad.

Dos titulares y luego uno

Inmediatamente después, el banco incorpora el "informe aclaratorio", de nueve folios, con el que intentar justificar por qué dicho movimiento millonario aparecía relacionado con dos cuentas y éstas, a su vez, figuraban a veces a nombre sólo de López Viejo y, en otras ocasiones, también al de su mujer, María Teresa Gabarra, también imputada en la causa. Según detalla el documento, el origen del error fue, en primer lugar, el cambio de titularidad del depósito, que cuando se abrió en abril de 2003 figuraba a nombre del matrimonio, pero que en noviembre de 2007 se modificó para quedar como único titular López Viejo, mientras su mujer pasaba a "autorizada". Bankinter detalla que, además, once meses después de ese modificación el exconsejero solicitó un cambio de oficina donde tenía la cuenta, lo que propicio un cambio de numeración de ésta aunque "en realidad" seguía siendo la misma.

Bankinter ofrece al juez "aportar ejemplos de otros clientes" para aclararle las dudas que tenga sobre las contradicciones existentes en la información sobre las cuentas de López Viejo

Sobre otro de los datos sospechosos que incorporaba la primera información remitida a los investigadores, y que adjudicaba el origen de los 1,6 millones de euros a una cuenta en el "extranjero", el banco asegura que todo es fruto de la entrada en funcionamiento justo el mes en que se produjo ésta, febrero de 2008, de un sistema informático para realizar transferencias denominado Target2 "donde se unificaban tanto las operaciones urgentes enviadas al extranjero como las operaciones procedentes de los países de la Unión Europea". El banco explica que la coincidencia en el tiempo entre el movimiento y el 'mudanza' informática hizo que en la "microficha" que recogía los movimientos de la cuenta de López Viejo se reflejase por equivocación el código 500, referido únicamente a las transferencias realizadas desde fuera de España. Un error que, asegura, se aclaraba fácilmente al observar el número swift de dicha operación, el cual indicaba "claramente" que el dinero había procedido de una cuenta abierta en España por el propio exconsejero autonómico, en concreto en el Banco Sabadell.

Para justificar que en la documentación referida a los estractos referidos a la segunda de las cuentas de López Viejo se incluyeran movimientos de la primera y, en concreto, el sospechoso ingreso de 1,6 millones de euros, Bankinter asegura que todo es fruto del sistema utilizado por la propia entidad para que los clientes que cambian de cuenta puedan consultar a través de la numeración de la nueva los movimentos de los dos o tres últimos años anteriores al traspaso. "Los movimientos realizados en esos años anteriores al traspaso desaparecen de la cuenta original y aparecen en la cuenta con nueva numeración, facilitándose así la gestión para el cliente que no tiene que hacer ninguna petición especial para consultar movimientos", asegura el escrito del banco. De este modo, insiste, el dato referido a la transferencia millonaria aparecían en una y otra cuenta. El banco se ofrece a "aportar ejemplos de otros clientes" para demostrar que esta "migración de movimientos" se realiza con todos los que cambian de sucursal y, por tanto, de número de cuenta.

Con todo ell, Bankinter considera haber aclarado todas las dudas provocadas por la documentación remitida hasta ahora por sus servicios jurídicos e, incluso, concluye que "ha proporcionado toda la información requerida [...] sin que haya habido nunca ánimo de ocultación". El directivo de la entidad insiste al final del mismo que las contradicciones destapadas por el juez Ruz han sido, por tanto, consecuencia de "la complejidad de los datos y del funcionamiento de nuestros sistemas informáticos" y se pone "a su disposición para proporcionales cualquier información adicional que sea necesaria sobre este particular o sobre otros hechos que estén siendo objeto de investigación". Todo antes de volver a ver a la Policía a las puertas de la entidad dispuestos a registrarla. 

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