Desd que el PP rompiera formalmente con Luis Bárcenas, tesorero y conocedor de las finanzas del partido durante 20 años, ha seguido manteniendo un despacho en la sede central en la calle Génova de Madrid, al cual acudía con mucha frecuencia. Después del miércoles, cuando se ha sabido que acumuló 22 millones de euros en cuentas suizas, será más complicado ver al onubense por los pasillos de la sede del partido.
Según asegura El País, desde iniciarse la investigación de Gürtel, que afectaba directamente a Bárcenas, el también exsenador ha estado encontrándose con dirigentes, pidiédoles cosas, tratando de buscar ayuda para sus asuntos judiciales y económicos. Muchos se mostraban sorprendidos por la presencia de Bárcenas, aunque nadie le dijo que dejara de acudir a Génova, ni siquiera el presidente del partido, Mariano Rajoy. También ha tenido hasta ahora mismo una sala en exclusiva, la sala Andalucía, en la que Bárcenas tenía metidas sus cajas de documentación. En 2010 tapó el cristal de la sala con cinta oscura para que nadie viera lo que había dentro y María Dolores de Cospedal, a la sazón secretaria general del PP, ordenó despegar esa cinta. Ahora las cajas están a la vista de todos.
Bárcenas intentó presionar a la Abogacía del Estado, a la Policía Nacional o a la Fiscalía para que le echaran una mano en el proceso judicial, aunque no lo ha conseguido por el momento. Su sueldo era de 200.000 euros anuales y sólo tuvo cargos institucionales (senador por Cantabria) a partir de 2004. Sobre sus múltiples negocios, responsables según su abogado de esa fastuosa cifra de 22 millones de euros en Suiza, nada se sabía. El PP también pagaba directamente al abogado de Bárcenas.