España

Los barones pierden el miedo a Sánchez: sálvese quien pueda

La marca Sánchez no vende en el PSOE. Al contrario: lo contamina todo. Y los barones, de Puig a Page, por miedo a perder el poder en mayo, se rebelan por los impuestos, los socios y hasta borran las siglas del partido de sus carteles

"¡Sálvese quien pueda!” es el nuevo lema de este PSOE de Sánchez, que se extiende de este a oeste, desde la Comunidad Valenciana de Ximo Puig a la Extremadura de Guillermo Fernández Vara pasando por la Castilla-La Mancha de Emiliano García Page y el Madrid de Juan Lobato. Ante la cercanía de las urnas de mayo y el tronar continuo de las encuestas, un calambre de miedo recorre el espinazo de los barones socialistas que ven muy cerca la posibilidad de perder su poltrona o de no llegar nunca a ella.

En democracia, y salvo en 2007-2008, desde 1999 el partido que gana en las municipales vence en las siguientes elecciones generales. Todos, en Ferraz y en Génova, saben de la importancia crucial de la cita del 28 de mayo de 2023. Para Pedro Sánchez y para Alberto Núñez Feijóo, pero –primero- para todos aquellos líderes autonómicos que ya han comprendido que acudir a esa cita bajo la marca de Sánchez puede ser una auténtica sentencia de muerte electoral.

Así lo admiten los principales demóscopos: el PSOE está “en un ciclo perdedor” que se inauguró en mayo de 2021 con el triunfo de Ayuso en Madrid y el descalabro histórico del PSOE con el candidato de Sánchez, que se implicó personalmente en la campaña y dejó a los socialistas en tercer lugar. La senda de la derrota siguió en febrero de este año en Castilla y León y tuvo su colofón en junio con la mayoría absoluta de Juanma Moreno en Andalucía. Tres golpes directos a la mandíbula de Sánchez y del PSOE.

Sánchez, cuanto más lejos...

El cataclismo andaluz ha sido el golpe definitivo que ha hecho soltar las ataduras del miedo de los barones que han visto sus barbas pelar en Juan Espadas, el candidato socialista que se enfrentó a Juanma Moreno y que, semanas antes, ya pedía en privado que no se acercara ningún ministro a la campaña, que “con Sánchez ya tenemos bastante”, se lamentaban en su entorno.

Desde entonces, se han multiplicado las ‘rebeliones’ en los territorios. Emiliano García Page –el mismo que gobernó gracias a Podemos- se quejaba de los compañeros de viaje que Sánchez había elegido: “El 95% del deterioro del PSOE tiene que ver con los socios elegidos en Madrid”.En realidad, el presidente castellano manchego respiraba por la herida de las encuestas. El suyo es uno de los bastiones que está en peligro en las elecciones de mayo. Page gobierna hoy con mayoría absoluta y la última encuesta conocida de NC Report avisaba de la posibilidad de que PP con 14 escaños y Vox con 3 se la arrebataran.

Comenzaba la operación “Huir de Sánchez”. No quieren saber nada “de la gente de Madrid”, y no quieren que los monclovitas, con Óscar López a la cabeza, “metan sus manos” en Castilla-La Mancha. “Nada es peor visto entre nuestros votantes que la dependencia del PSOE de ERC o Bildu”, se lamenta un cargo de la Junta. Y temen lo sucedido en Andalucía, cuando más de 200.000 votantes socialistas cogieron la papeleta del PP. Hasta las tripas del CIS, esas que Tezanos no puede manipular, muestran que el índice de traspaso de votos del PSOE al PP está cerca del 8%, el mayor en los últimos tiempos.

Pero Page no es, ni mucho menos, el único barón que intenta alejarse lo más posible de la marca Pedro Sánchez. Ximo Puig, considerado uno de los más fieles sanchistas, marcó la senda del último bandazo de Moncloa: el de los impuestos. Después de semanas atacando a Isabel Díaz Ayuso y a Juanma Moreno de “dumping fiscal” y de repetir que no se bajarían impuestos, Puig anunció a bombo y platillo la suya, calcada, por ejemplo, a la que unos días antes había anunciado el presidente de Murcia, el ‘popular’ López Miras.

Puig avisó a un Sánchez ya medio enfermo de covid –¡cuánta planta muestra en el publirreportaje documental de Moncloa y qué poca resistencia al virus!, que ya lleva más de 8 días con la agenda anulada incluida una cumbre en Alicante con Von der Layen, para decepción de Úrsula- y la ministra Montero, tras un fin de semana de conversaciones con el consejero del ramo de Puig- tuvo que acabar improvisando a toda prisa una bajada de impuestos de la que renegaban 72 horas antes.

Pero el líder valenciano va más allá. Las encuestas amenazan la reedición de su Gobierno de coalición por la caída de sus socios a su izquierda, sobre todo tras el escándalo de los abusos sexuales del exmarido de Mónica Oltra. Y vuelve a planear la posibilidad, ya manejada en otras ocasiones, de adelantar las elecciones autonómicas a principios de 2023 para intentar evitar que sea “un referéndum sobre Sánchez”, que es como muchos expertos electorales ven la cita de mayo.

Sánchez puede perder 5 CCAA

En esas elecciones, el PSOE –bajo esa óptica de aprobar o castigar la gestión de Pedro Sánchez en todo el país- puede perder cinco de las autonomías que ahora gobierna. En el PP dan por seguro que recuperarán La Rioja y Aragón –donde Lambán gobierna con Podemos, el Partido Aragonés y con la Chunta- y luchan por la Comunidad Valenciana, Baleares y Castilla-La Mancha. También están seguros de conservar Murcia, la única de las cuatro CCAA que gobiernan que irá a las urnas.

Además, el PSOE ve peligrar muchas de las 22 capitales de provincia y de más de 50.000 habitantes en las que gobierna desde 2019. Solo en las ciudades catalanas tiene buenas perspectivas el socialismo, recogiendo el ‘mimo’ con el que Sánchez ha gobernado hacia esa comunidad.

Pero en Andalucía, por ejemplo, no saben hasta dónde llegará la ola que comenzó el 19 de junio con la mayoría absoluta de Moreno. Ese día, por primera vez en democracia, el PSOE perdió en unas elecciones en la provincia de Sevilla y fue derrotado en dos de cada tres municipios, y hoy temen que la marea azul continúe y se pierda, por ejemplo, hasta la alcaldía de Sevilla.

El pánico a perder cinco CCAA y muchas ciudades –y los miles de millones de presupuestos para repartir y sus miles de puestos ‘a dedo’- ya ha vencido al miedo a enfrentarse a Ferraz y Moncloa

El pánico a perder cinco CCAA y muchas ciudades –y los miles de millones de presupuestos para repartir y otros miles más de puestos ‘a dedo’ en las administraciones municipales y autonómicas- ya ha vencido al miedo que se tiene a llevar la contraria a Ferraz y Moncloa. Y la desbandada ha comenzado y ya no hay quien la pare.

Ha empezado con los anuncios de bajadas de impuestos contra el criterio del Gobierno central y con las ‘rajadas’ contra las alianzas de Sánchez. Y en Madrid, por ejemplo, ya han eliminado de sus carteles hasta las siglas del PSOE. Pronto veremos cómo los barones hacen campaña en solitario: todos quieren lejos a Sánchez, a sus socios y a sus políticas. Sálvese quien pueda.

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