Los barones territoriales del PSOE y el PP recrudecen la guerra del agua ante la inminencia de las elecciones autonómicas y municipales. El martes, la Generalitat Valenciana presentó ante el Tribunal Supremo un recurso contencioso-administrativo en el que solicitó como medida cautelar que se suspenda el escalonamiento del caudal ecológico del río Tajo previsto para los años 2026 y 2027 y que se mantengan los actuales aportes hídricos. Y este miércoles, el Consejo de Gobierno de Murcia autoriza el recurso que el Ejecutivo autonómico va a presentar ante el Tribunal Supremo en contra de los nuevos planes de cuenca del Tajo, que suponen un recorte en el agua que se puede enviar al Segura a través del trasvase de en torno al 50% con respecto a lo recibido actualmente.
El real decreto del Gobierno que contempla la revisión de los planes hidrológicos de las diferentes cuencas "no se ajusta a derecho" y esta medida es "arbitraria y no sustentada en criterios técnicos", según recoge el recurso presentado por el Ejecutivo valenciano que preside Ximo Puig.
Preguntado por este recurso, Puig explicó que "defenderemos ahora y siempre los derechos de los regantes de la Comunidad Valenciana" y señaló que "el agua es un elemento fundamental de nuestra economía". Para el presidente valenciano se puede comprobar que "hemos hecho un gran esfuerzo desde la agricultura valenciana en materia de modernización de regadíos, reutilización de agua y en el uso responsable de la misma".
El martes, el presidente de Murcia, Fernando López Miras, durante un acto en Alcantarilla para conmemorar el Día Mundial del Agua, aprovechó para arremeter una vez más contra ese “recorte” aprobado por el Consejo de Ministros, dijo, de manera “sectaria e ideológica”, sin ningún “fundamento técnico ni científico” y provocando un perjuicio a todo el levante español.
"Nación vertebrada y unida"
Miras tomó como ejemplo la Noria de Alcantarilla para argumentar que ya en el siglo XV, cuando fue construida para trasladar agua de una a otra acequia, se hacía lo mismo que hoy con el trasvase: llevar agua de allí donde hay excedentes hasta donde se carece de ella. Por eso, insistió en la necesidad de “conservar, mantener y defender” una infraestructura, la del trasvase, que es “la arteria de la vida en España”, que demuestra que el país es “una nación vertebrada y unida”.
“Defender el agua es defender nuestras historia, nuestro presente, pasado y futuro”, dijo Miras, e insistió en la idea de que el agua “es vida” y es “esencial” para el desarrollo económico y social de la comunidad autónoma.
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