El barrio madrileño de Montecarmelo (junto a la M-40, 10 kilómetros al norte de la Puerta del Sol) está en pie contra el Ayuntamiento de Madrid. El motivo es la futura ubicación de un cantón de limpieza -un tipo de instalación de grandes dimensiones en la que se estacionan los vehículos y equipos de limpieza urbana- que el ejecutivo de Martínez-Almeida quiere situar entre los colegios de Santa María Blanca y el Alemán de Madrid, una moderna zona residencial y tranquila en la que tienen una de las mayores tasas de población infantil de la Comunidad.
Más allá de los vecinos, que están preocupados porque les vayan a construir una planta de estas características junto a sus casas, son los centros educativos los que más afectados se verían por esta decisión: más de 4.300 los estudiantes acuden a ellos y en las proximidades hay también una guardería a la que asisten pequeños de menos de tres años. A esta indeseable situación, se añade la circunstancia de que la parcela en cuestión linda valla con valla con el cementerio de Fuencarral, por lo que la contaminación acústica y medioambiental parece impropia para la nueva ubicación.
"No estamos de acuerdo con la ubicación que ha impuesto el ayuntamiento", asegura a Vozpópuli uno de los portavoces de la plataforma 'No al Cantón', Rafael Llanes. “Entendemos que su sitio no es el corazón verde de un barrio residencial, ni el nuestro ni ninguno otro de España. Una planta de estas características tiene que ir a una zona industrial donde no tenga impacto en la calidad de vida de los ciudadanos. Se trata de una instalación en la que se van a clasificar residuos y eso es una actividad industrial", reclama.
El enfado de los vecinos se centra en que la nueva instalación -el conocido cantón- afectaría tanto a la vida de los vecinos como la de los miles de niños que acuden a los colegios de Montecarmelo. Para mayor agravio, el cantón no tendría acceso directo a la carreta pese a estar junto a la M-40, por lo que serían casi 100 los camiones que pasarían por el barrio "a lo largo de todo el día", según apostillan los vecinos. Por eso, se propone como alternativa una parcela cercana, a menos de 5 minutos en coche, en la carretera de Fuencarral a Alcobendas -junto a los estudios de televisión de Telecinco y Cuatro- en la que no hay instalaciones escolares y los ruidos no molestarían a los vecinos, pues se encuentra mucho más retirada.
Desde la Junta de Gobierno se insiste en que se contemplarán otras opciones para este recinto de limpieza para el barrio, pero los vecinos piensan que no existen alternativas que estén planteándose "en serio" y aseguran que las dimensiones del cantón no son solo para “aparcar vehículos”, sino que se tratará de una gran instalación de mucho tránsito de vehículos y actividad de reciclaje y tratamiento de deshechos, como el resto de cantones repartidos por España.
La instalación en cuestión incluiría, según apuntan los vecinos, áreas de concentración de residuos, plantas de reciclaje de grandes dimensiones, una fábrica de salmuera, contenedores de punto limpio y entrada y salida continua de vehículos, tanto de los del ayuntamiento como los particulares de los propios trabajadores del servicio de limpieza. Se trataría de una construcción de más de 10.000 metros cuadrados, dimensiones similares a la plaza de toros de Las Ventas.
Los vecinos de Montecarmelo y los padres de los alumnos, indignados con la decisión del Ayuntamiento
Una de las afectadas por el levantamiento del cantón sería María, que se mudó al barrio hace seis años, con el nacimiento de su primer hijo: "Queríamos escapar del asfalto de Madrid, disfrutar del campo, pero sin renunciar a seguir en la ciudad", cuenta a Vozpópuli, algo que ya no podrá hacer si llegan los camiones de la basura a Montecarmelo. "El cantón pondría en peligro la seguridad que venimos a buscar a Montecarmelo, serían casi 100 vehículos pesados cruzando día y noche por calles residenciales".
"Dentro de cinco minutos vamos a dar un paseo por ahí con las niñas". Es lo que explica Rafael, uno de los vecinos del barrio a Vozpópuli cuando le preguntamos por cómo le afectaría personalmente la construcción del cantón. Él y su mujer llegaron al barrio solo unos meses antes de que naciese su hija mayor, que ya tiene 11 años, y hoy, tanto ella como su hermana pequeña, de 6, cruzan por allí todos los días de la mano de sus padres: “Es el camino que hacemos desde casa hasta el cole, el Santa María la Blanca, que está al lado de la parcela. Se trata de la única zona verde que tenemos cerca y se la quieren cargar”, asegura. Aunque reconoce que como vecinos van a verse afectados por la desaparición de lo que hoy es “un mirador muy bonito”, subraya que los niños “que van a los centros educativos de la zona”, como sus hijas, “son a los que más les va a afectar”. Los colegios, como explica Rafael, ya estaban construidos cuando llegaron a Montecarmelo hace 12 años y ahora van a tener que lamentar “criarse en un barrio que va a estar lleno de camiones de la basura todo el día”.
Al otro centro afectado va la hija de Paula, que vive a 15 minutos en coche. "Nos destroza profundamente porque no es solo un 'cantón' sino una megainfraestructura", opina. Su hija tiene 10 años y es alumna del Colegio Alemán desde hace menos de un año, "un espacio en el que aprender y crecer" que ahora "van a destrozar" a su hija y a sus otros 1.800 compañeros. "Nadie atravesaría un parque infantil con coches y camiones", protesta, "y esto es lo que va a hacer el consistorio, lo maquillen como lo maquillen".
Unos restos de la Guerra Civil pueden ser la única posibilidad de salvación
Se rumorea con la posible presencia de restos mortales de brigadistas internacionales en el terreno en el que quiere levantarse el cantón de limpieza, motivo por el que la Asociación Vecinal de Montecarmelo reclama al Ayuntamiento una reunión en la que puedan dársele explicaciones. En la parcela en cuestión se ha llevado a cabo un estudio con georradar por parte del Ayuntamiento cuyos resultados arrojan “resultados altamente compatibles con la posibilidad” de que exista una fosa común, apuntan los vecinos, por lo que piden ahora que el delegado de Urbanismo, Borja Carabante, cumpla con la promesa de compartir los resultados de dicho análisis. "Puede haber más de 450 cuerpos ahí abajo", aseguran en un comunicado después de la voz de alarma dada por la Asociación de Amigos de Brigadistas Internacionales, por lo que el ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres, ha pedido que "se paralice cualquier actuación" en las obras del cantón de limpieza, algo que de momento no está comunicado por parte del ayuntamiento, que sigue adelante con lo planificado.
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