El recién elegido primer ministro francés, François Bayrou, ha desvelado este lunes la composición de su nuevo Gobierno, un equipo continuista respecto al de su malogrado predecesor, Michel Barnier, con pesos pesados de la derecha y del macronismo, además del ex socialista Manuel Valls en Ultramar.
Una figura "audaz", "un poco kamikace", y para dar peso a los problemas de los territorios más allá de la Francia metropolitana, así justificaba Bayrou la elección de Valls como ministro de Ultramar. "Una personalidad que no teme el riesgo", alabó en una entrevista en el canal BFMTV, solo una hora después de que se desvelaran los nombres de su Gobierno.
La incorporación del que fuera primer ministro de François Hollande fue la más sorprendente en una lista por lo demás continuista, con pesos pesados del macronismo y de la derecha conservadora, al igual que ya ocurría en el Gobierno de su efímero predecesor, Michel Barnier.
Bayrou desligó la elección de Valls de un intento de atraer a parte de la izquierda, ya que él mismo admitió que el que fuera también concejal de Barcelona (la ciudad española donde nació) se encuentra "en conflicto" con el arco progresista, del que se escindió al apoyar a Emmanuel Macron para las presidenciales de 2017. El primer ministro galo aseguró que no cree en esa clase de "mercadeo" y, por el contrario, incidió en la importancia de que un antiguo primer ministro acepte ponerse al frente de las cuestiones ultramarinas.
Ese hecho y que el Ministerio de Valls sea el segundo en importancia, solo por detrás del de Educación (a cargo de la también exprimer ministra Élisabeth Borne), responde a que Bayrou ve prioritaria la atención a los territorios ultramarinos, afectados por grandes crisis recientemente, como los disturbios en Nueva Caledonia o el ciclón Chido en Mayotte.
Respecto al complicado equilibrio político en el que se jugará la supervivencia su Gobierno, dependiente de que la extrema derecha de Marine Le Pen no vote una moción de censura como ya ocurrió con Barnier, Bayrou manifestó que en realidad "ningún partido" está completamente satisfecho con la composición de este Ejecutivo. También negó que Le Pen haya tenido "influencia" en la lista final.