El director de Servicios Jurídicos Contenciosos Corporativos de BBVA, Eduardo Ortega, imputado en el caso Villarejo por redactar un documento anónimo contra Luis Pineda, ha situado al excomisario general de la Policía Judicial, Santiago Sánchez Aparicio, en el origen de la denuncia que presentó el banco contra el presidente de Ausbanc.
"Los hechos relativos a la gestación de la denuncia contra Ausbanc se inician con anterioridad a aquella comida de la Dirección General de la Policía [enero de 2015] y como consecuencia de otra que creo que fue celebrada el 25 de julio de 2014 con el jefe de seguridad del banco, Julio Corrochano, y el comisario general de la Policía Judicial, Santiago Sánchez Aparicio", concreta Ortega en un pliego de descargo dirigido al banco el 31 de julio de 2019 en el que pedía que la entidad financiera no le sancionara.
Eduardo Ortega, que se negó a declarar ante el juez Manuel García Castellón, está imputado en la pieza 9 del caso Tándem, en la que se investigan los trabajos del José Manuel Villarejo para BBVA. El banco abonó al excomisario por ellos más de 10 millones de euros entre 2004 y 2017.
"Reunión de compañeros"
El responsable jurídico de BBVA resalta, además, que acudió a la mencionada comida de 25 de julio de 2014 "convocado" por Julio Corrrochano: "Éste expresó que se trataba de una reunión de compañeros o amigos para que nos conociéramos los tres y que aprovecharía para hablar de la situación de Ausbanc", recuerda.
El director de Servicios Jurídicos destaca, en el mismo sentido, que Corrochano le explicó que el comisario general de la Policía Judicial quería conocerle "en atención a los cargos" que había desarrollado en su vida profesional. Ortega era magistrado de la Audiencia Nacional antes de incorporarse al banco.
Ortega asegura en el escrito que informó en un correo electrónico de la comida a un superior, al que explicó que en la misma podía abordarse "la cuestión de Ausbanc". "En aquella comida", prosigue Eduardo Ortega, se habló de "aspectos generales", y Corrochano aludió "varias veces, eso sí, a la ilegalidad de las actuaciones de Ausbanc", sostiene el directivo.
"Prudente silencio"
Según este relato, en la charla el comisario general de la Policía Judicial "a veces asentía y otras veces guardaba prudente silencio. No mostró una actitud comprometida con el caso, pero lo que sí se hizo evidente fue que conocía la problemática de Ausbanc bajo la cobertura de una aparente asociación de consumidores", indica el documento, al que ha tenido acceso Vozpópuli.
"Nunca contradijo al señor Corrochano ni expresó que le incomodase hablar de ello. Es verdad que permaneció un tanto pasivo ante las intervenciones de Corrochano, pero ese me pareció ser su talante personal", concluye el exmagistrado de la Audiencia Nacional en referencia a la actitud del comisario Sánchez Aparicio.
Con este escrito de 20 páginas, que es un pliego de descargo contra la acusación de BBVA, Ortega consiguió convencer al banco de que no le sancionara, pese a que éste reconoció que el texto de la denuncia, que se presentó de forma anónima ante la UDEF, "era conscientemente equívoco", aunque "no falso", se defiende.
"Proveedor de BBVA"
En el mismo sentido, el director de Servicios Jurídicos del banco se defiende asegurando que en aquella época, antes de la comida celebrada en enero de 2015 en la Dirección General de la Policía, no se había publicado ninguna información sobre Villarejo y sus actividades ilegales: "Desde luego nada que pudiera hacer pensar que era proveedor de BBVA. Considero, por tanto, que mi asistencia a esta otra comida tampoco supuso imprudencia de ninguna clase, ni menos aún deslealtad para con el banco", zanja el documento.
En enero de 2015, prosigue el relato de este directivo de BBVA, tampoco tenía sospechas sobre la "estricta legalidad" de la actuación profesional del director general de la Policía, Ignacio Cosidó, quien el 7 de enero de 2015, a las 14.30 horas, encabezó la reunión del complejo policial de Canillas (Madrid), a la que por parte de BBVA acudieron el presidente, Francisco González; Julio Corrochano y el propio Eduardo Ortega.
En la reunión, además de Cosidó participaron por parte de la Policía el subdirector general de Gabinete Técnico, José Manuel Pérez Pérez; el subdirector general de Recursos Humanos, Antonio Rodríguez Martín; el jefe de División de Formación y Perfeccionamiento, Rafael Abeledo; y el mencionado comisario general de la Policía Judicial, Santiago Sánchez Aparicio.
Cloacas del Estado
Ortega defiende en el pliego de descargo enviado a BBVA su participación en la comida, porque en esa fecha no había sospecha alguna de la existencia de las cloacas del Estado: "Tampoco, obviamente, habían tenido lugar otros comportamientos de Cosidó que hoy se tienen por reprobables", zanja Ortega en su escrito, en referencia a los mensajes enviados a varios grupos de Whatsapp en los que se vanagloriaba de controlar a la Justicia desde el PP.
"Más aún, en aquellos momentos la presencia de la cúpula policial era, al menos para mí, garantía de legalidad y profesionalidad [...]. No hubo, pues, a mi juicio imprudencia alguna por asistir a dicha comida", destaca Ortega, que concluye su escrito alegando que tampoco en aquella época había sombra de duda con respecto a Corrochano: "Al contrario, se trataba de un alto cargo del banco, responsable del área de seguridad, y su condición de antiguo comisario parecía ser también patente de confianza".
Corrochano, sostiene Ortega, le indicó que el destinatario de la denuncia contra Luis Pineda iba a ser el propio comisario Sánchez Aparicio: "Eduardo Arbizu me dice que adelante. Eso sí, finalmente me hizo una advertencia que en aquel momento no entendí, pero que ahora adquiere significado. Me dijo que de esta gente, cuanto más lejos mejor. No añadió nada más", recuerda este directivo de BBVA en su defensa ante el banco.
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