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Habla una de las becarias del musical de Nacho Cano: "Me querían sacar información que no había"

Vozpópuli entrevista en exclusiva a una de las jóvenes que testificó ante la Policía Nacional en torno a la investigación que se sigue contra el cantante de Mecano

Rueda de prensa de Nacho Cano
Rueda de prensa de Nacho Cano

María tiene 20 años y hace apenas siete meses aterrizó en España con un sólo objetivo, cumplir su sueño de dedicarse a bailar. Procedente de Aguascalientes, una ciudad que da nombre a una de las entidades federativas de México, llegó a la capital en el mes de diciembre, junto con al menos otros 16 jóvenes, para participar en un programa de becas dirigido por la compañía 'Malinche'. Una oportunidad "única" para "aprender y formarse" como profesional en el mundo del espectáculo de la mano de uno de los miembros fundadores del grupo musical Mecano.

"Cuando vi el cartel del musical no me lo podía creer. No tengo palabras para agradecer esta oportunidad increíble, nos están brindando todas las experiencias que siempre he deseado". Así describe esta joven su primer contacto con la obra de Nacho Cano, un "sueño hecho realidad" para aquellos que quieran dedicarse a la música y a las artes escénicas.

El testimonio que esta joven comparte en Vozpópuli poco o nada coincide con la investigación abierta contra el artista madrileño por presuntamente contratar a inmigrantes en situación irregular para su musical. María cuenta que, a contrario que lo defendido por la Policía, permanece en España como becaria y que no trabaja para la compañía. "Actuar hemos actuado en el musical, yo bailo, pero nunca en sustitución de otra bailarina. Sólo realizamos nuestras prácticas en el espectáculo de Malinche", añade.

Programa de becas y el papel de Nacho Cano

Al igual que otras de sus compañeras han declarado este martes ante los medios, María explica que su vida en Madrid consiste en compartir una experiencia educativa y artística con otros dieciséis jóvenes con un total de cuatro habitaciones en un hostal del centro de la ciudad. A primera hora de la mañana, a las 9:00 horas comienza sus clases, donde desarrolla actividades de danza o canto. Tras seis horas de clases, sobre las tres de la tarde, suena el timbre final de su jornada lectiva; ahora toca trasladar lo aprendido al escenario.

Esa es la parte en la que entra la compañía de Nacho Cano, la obra del artista madrileño brinda, según la testigo entrevistada por este medio, la oportunidad a más de una docena de jóvenes de hacer prácticas no remuneradas en su musical. Una rutina en la que los fines de semana las lecciones se trasladan a los escenarios y donde María tiene la oportunidad, siempre en coordinación con el resto de compañeros, de demostrar su talento "actuando ante el público".

No obstante, hace cosa de dos semanas, lo que parecía el primer gran paso de su carrera artística se truncó cuando varios agentes de la Policía Nacional, acompañados por una inspectora de Trabajo, se personaron en la escuela donde María y sus compañeros reciben sus clases. "Estábamos en clase de canto cuando llegaron e interrumpieron. En un principio me sentí confundida y es que no supimos cómo entraron, ya que primero tienen que tocar al timbre y tenemos que abrir desde dentro para que puedan entrar. Cuando me dí cuenta, ya había atravesado la salita y estaban tocando la puerta", detalla.

Interrogatorio en comisaría

Una vez dentro, varios agentes aparecieron "con una actitud muy altiva, nos dijeron que no tocásemos nuestros celulares y nos pidieron los documentos". En ese momento, los agentes comunicaron a los jóvenes y a algunos representantes de la compañía que los jóvenes debían acudir a comisaría. "No me gustó nada la situación fue muy incómoda para todos, un momento de tensión. Además nos engañaron, nos dijeron que iríamos a comisaría para identificarnos y, una vez allí, nos empezaron a hacer preguntas", sentencia.

Del mismo modo, la joven detalla cómo ella y sus compañeros fueron trasladados hasta la comisaría de Leganitos donde, tras horas sin moverse de una sala común, fueron pasando uno por uno para ser interrogados por la Policía. Preguntada sobre el tipo de cuestiones que querían saber los agentes, la joven mantiene que su intención, en todo momento, era conseguir un testimonio inducido para "hacer quedar mal a las personas que nos enseñan".

"Todas eran preguntas sobre mi vida desde que llegué a España. Trataban de insinuar que yo trabajaba para 'Malinche', cuando yo he venido como becaria. Me querían sacar información que realmente no había", describe. Asimismo, la joven especifica que durante el interrogatorio los agentes le explicaban que ella era víctima de un delito y que aquellos que supuestamente eran las personas que le instruían, en realidad, estaban "jugando con sus derechos". "No paraban de decir que los que nos enseñan estaban haciendo las cosas mal y para mí no era así. Pasamos miedo, pero nos hicimos compañía entre todos", sentencia.

17 denuncias contra la Policía por coacciones

Tras más de nueve horas en el interior de las dependencias policiales, María salió cansada y "confundida". No obstante, entre los aspectos que más llamó la atención de la joven es el hecho de que el interrogatorio se produjese sin la presencia de un abogado. Una situación que provocó, según defiende ella misma, que la Policía le pusiera en frente una denuncia, "con todos los detalles que ellos querían", que finalmente accedió a firmar.

Días más tarde, la madrugada previa a la citación de Nacho Cano en la comisaría de Leganitos, el equipo legal de Cremades y Calvo Sotelo Abogados presentó en el juzgado de guardia un total de 17 denuncias contra la Policía Nacional por coacciones. Así lo ha anunciado este martes el propio Nacho Cano durante una rueda de prensa concedida tras quedar en libertad con cargos.

La Policía Nacional, por su parte, investiga si el cantante alcanzó acuerdos con artistas en sus países de origen para que participasen en Madrid en su musical, a los que habría llevado a España de forma irregular. Según fuentes policiales, Nacho Cano traía a estos jóvenes bailarines ilegalmente como turistas para que trabajen en su espectáculo, sin un horario fijo y sin papeles, proporcionándoles sueldos de rango muy bajo.

Ahora queda esperar si el artista madrileño decide interponer acciones legales contra la Policía, del mismo modo que ya lo han hecho sus presuntos alumnos. Asimismo, quedan por despejar muchas equis de la investigación iniciada por la Policía Nacional contra el exmiembro de Mecano por un presunto delito contra los derechos de la población inmigrante y otro contra los derechos de los trabajadores.

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