España

Bélgica saca de su presidencia el reconocimiento del catalán como lengua oficial de la UE

Para lograr sacar adelante su propuesta, Sánchez ha prometido a los Veintisiete que entregará informes jurídicos y financieros sobre su impacto económico y ha insistido en que será España quien se haga cargo de los costes

La Unión Europea sigue a vueltas con el reconocimiento del catalán como lengua oficial a pesar de los esfuerzos de Moncloa para cumplir sus acuerdos con los independentistas. El debate sobre ello, que iba a incluirse en el Consejo de Asuntos Generales del 29 de enero, se ha excluido finalmente de la agenda ante las demandas de los socios europeos de "más información" sobre las consecuencias de la inclusión de dicha lengua, que iría de la mano del gallego y el euskera.

Para lograr sacar adelante su propuesta, Sánchez ha prometido a los Veintisiete que entregará informes jurídicos y financieros sobre su impacto económico y ha insistido en que será España quien se haga cargo de los costes. Bajo estos compromisos, la oficialidad del catalán lleva orbitando al agenda europea desde el 19 de septiembre sin que la institución termine de ceder.

Los socios europeos piden "una propuesta acompañada de un análisis sobre el potencial impacto administrativo, jurídico y financiero", ya que señalan que no han recibido del Gobierno los documentos necesarios para tomar una decisión al respecto. Todo este proceso congela así la oficialidad del catalán, ya que el envío de la documentación y su valoración llevarán un tiempo que saca de las agendas del Consejo de la UE la medida durante una temporada.

Albares instó a los embajadores a promover la oficialidad del catalán en la UE

El miércoles el titular de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, llamó a los embajadores españoles a trabajar para que el catalán, gallego y euskera salgan adelanta como lenguas oficiales de la Unión y se impulse su difusión a través del Instituto Cervantes.

Fue uno de los puntos destacados de la intervención del ministro en la apertura de la Conferencia de Embajadores que ha reunido en Madrid a 130 representantes diplomáticos destinados por todo el mundo para transmitirles los principales retos y prioridades de la política exterior de España para la nueva legislatura. Albares defendió la medida como un reconocimiento a "nuestra identidad y nuestro interés nacional", así como de "la diversidad y riqueza lingüística y cultural de España". Bajo este pretexto, el titular de Exteriores instó a los embajadores a defender la propuesta de Moncloa como una "labor fundamental" a "pasear con orgullo por el mundo".

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