Pedro Sánchez observa que van pasando los días y que no llega la llamada telefónica del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, aunque fuentes gubernamentales consultadas por Vozpópuli esperan que el mandatario demócrata descuelgue el teléfono en breve para mantener la primera conversación con el jefe del Ejecutivo.
Este sábado se cumple un mes de la entrada del presidente demócrata en la Casa Blanca y el domingo harán cien días de las elecciones del 3 de noviembre, aunque la victoria del candidato demócrata no fue oficiosa hasta cuatro días después por el tortuoso recuento en varios Estados. Desde entonces, Biden ha hablado con 22 mandatarios extranjeros, algunos de ellos -caso de Emmanuel Macron o Boris Johnson- en varias ocasiones, y ha escrito una carta al secretario general de la ONU, Antonio Guterres.
Durante el período como presidente electo, hasta el pasado 20 de enero, Biden tuvo conversaciones con los principales líderes europeos. Desde los citados Macron y Johnson, al italiano Giuseppe Conte o el irlandés Michéal Martin. También con otros mandatarios internacionales como Jacinta Arden (Nueva Zelanda), Alberto Fernández (Argentina), Sebastián Piñera (Chile), Abdalá II (Jordania), Cyril Ramaphosa (Sudáfrica) y Carlos Alvarado (Costa Rica).
Los precedentes de Obama y Trump
Esos dos meses como presidente electo, de mediados de noviembre a mediados de enero, pudieron ser el mejor para que se pusiera en contacto con Pedro Sánchez. Fue lo que pasó con Barack Obama, quien llamó a José Luis Rodríguez Zapatero a los cuatro días de su primera victoria en 2008. Donald Trump se puso en contacto con Mariano Rajoy a los 35 días de ganar por sorpresa los comicios de 2016.
El Gobierno español lo intentó en esos meses con Biden, según las citadas fuentes, pero desde el equipo del presidente electo no hubo reciprocidad. El propio Sánchez felicitó al candidato demócrata y su 'número dos', Kamala Harris, en las redes. "Estamos preparados para cooperar con los EEUU y hacer frente juntos a los grandes retos globales", les dijo.
Una vez instalado en el Despacho Oval, Biden ha ralentizado las llamadas a mandatarios extranjeros. En la primera semana en la Casa Blanca, Biden habló con Justin Trudeau (Canadá) y Andrés Manuel López Obrador (México), los dos vecinos y socios económicos más importantes para EEUU. Luego llegó -por este orden- el turno de los aliados transatlánticos: Johnson, Macron, la alemana Ángela Merkel y el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg. A continuación, conversó con el ruso Vladimir Putin y el japonés Yoshihide Suga en la última semana de enero.
En febrero, las llamadas han sido a cuentagotas. Biden se puso en contacto el día 3 con el surcoreano Moon Jae-in y el australiano Scott Morrison. El 8 de febrero fue el turno del indio Narendra Modi, el 10 del chino Xi Jinping y el 17 del israelí Benjamín Netanyahu.
La asesora diplomática de Sánchez
El 2 de febrero se produjo el primer contacto entre ambos gobiernos con una llamada del asesor de Seguridad Nacional de Biden, Jake Sullivan, a la asesora diplomática de Sánchez en La Moncloa, Emma Aparici.
La Casa Blanca hizo un comunicado -no así Moncloa- en el que indicó que Sullivan y Aparici habían acordado "trabajar juntos en prioridades compartidas de política exterior como China, América Latina y el Sahel". Aquella llamada fue pactada entre Washington y Madrid, según las fuentes gubernamentales españolas, con la finalidad de preparar la conversación entre Biden y Sánchez.
Y si aún no ha cristalizado es por la agenda de Biden, volcada en política interior por la lucha contra la pandemia y en los últimos días por las intensas nevadas que han colapsado una parte del país. Además, la lista de mandatarios extranjeros que están 'a la cola' es importante
Washington suele mantener un perfil bajo con países aliados cuando hay unos comicios de por medio
El pasado martes, la ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, mantuvo su primer contacto con el secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, tres semanas después de que éste llegara al cargo. El portavoz de Blinken, Ned Price, indicó que ambos ministros discutieron mecanismos para "profundizar" la relación bilateral y trasatlántica.
El secretario de Estado agradeció a Laya que España albergue bases norteamericanas, al tiempo que enfatizó que la nueva Administración quiere trabajar con España, la UE y otros socios para "compartir desafíos", entre los que mencionó Rusia, China y Venezuela.
Ambos ministros se comprometieron también a "sumar esfuerzos" para la lucha conjunta contra la pandemia y en favor de la recuperación económica, según informaron fuentes diplomáticas a Europa Press. Laya y Blinken coincidieron en la necesidad de redoblar los esfuerzos de Estados Unidos y España en la lucha contra el cambio climático, un empeño especial de Sánchez. Cabe recordar que nada más llegar a la Casa Blanca el nuevo presidente ordenó la vuelta de Estados Unidos a los Acuerdos de París.
González Laya y Blinken constataron también la "extraordinaria sintonía" en materia de seguridad y defensa entre los dos países y el secretario de Estado aprovechó la ocasión para agradecer a su homóloga española "el compromiso de España con la OTAN".
Esta conversación Laya-Blinken es un indicio de que no queda mucho para que Biden haga lo mismo con Sánchez. Además, hay un elemento que fuentes diplomáticas subrayan en este caso y es la campaña electoral y las elecciones en Cataluña. Washington suele mantener un perfil bajo con países terceros cuando hay unos comicios de por medio, con el fin de evitar acusaciones de parcialidad en el proceso electoral. Pero una vez pasado el 14-F, quedan pocas excusas para no llamar a Sánchez.
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