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Sin acuerdo en el bloque progresista del TC: Pumpido y Balaguer se disputan la presidencia

La reunión entre los siete miembros del bloque progresista termina sin acuerdo, por lo que en el Pleno de este miércoles se disputarán la presidencia Conde-Pumpido y Balaguer

María Luisa Balaguer y Cándido Conde Pumpido en el Senado

No habrá candidatura única en el bloque progresista del Tribunal Constitucional (TC). Los siete miembros de este ala no han llegado a ponerse de acuerdo de cara al Pleno de este miércoles en el que se elige al presidente del tribunal de garantías. De esta forma se disputarán el cargo el magistrado Cándido Conde-Pumpido y la catedrática María Luisa Balaguer, según informan fuentes de este sector a Vozpópuli.

El ala mayoritaria del TC se había citado a las 12.00 horas de este martes, apenas un día después de que juraran el cargo los nuevos cuatro miembros del órgano, para tratar de llegar al Pleno del miércoles con un acuerdo de candidatura única, pero no ha podido ser. Tras tres horas de cónclave, la decisión final ha sido que se mantendrá la pugna entre el que fuera fiscal general del Estado y la catedrática para ocupar el cargo que deja vacante Pedro González-Trevijano.

El resultado de esta primera toma del contacto del nuevo bloque mayoritario deja patente la escisión que hay en el mismo. Conde-Pumpido, quien ha sonado como favorito desde que caducara el mandato del anterior presidente y otros tres miembros en junio, recaba el apoyo mayoritario de su grupo. Tiene a su favor la trayectoria como jurista que le ha llevado a ocupar el cargo de fiscal general del Estado bajo el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y también su cercanía con Moncloa.

Un sector dividido

Balaguer, por su parte, ha comenzado a ganar adeptos en las últimas semanas. La catedrática tiene vocación de unidad y es conocida dentro del órgano por sus postulados progresistas y feministas. La jurista, a diferencia de Conde-Pumpido, cuenta con el aval de los 4 miembros conservadores del TC, ahora en minoría. Por ese motivo es especialmente importante el voto de los tres nuevos miembros progresistas del Tribunal Constitucional: el exministro de Justicia Juan Carlos Campo, la exalto cargo de Moncloa Laura Díez y la magistrada María Luisa Segoviano.

Tanto Balaguer como Conde-Pumpido forman parte del pequeño grupo de miembros del TC que se encuentra en el último tercio de su mandato, por lo que todo es posible en el Pleno del miércoles. La reunión la convocó el actual presidente en funciones, Ricardo Enríquez, con el objetivo de elegir presidente y vicepresidente del órgano; cargos que acaban de dejar vacantes el conservador Pedro González-Trevijano y el progresista Juan Carlos Xiol.

Fuentes consultadas por este medio explican que el bloque conservador no está por la labor de respaldar la presidencia de Conde-Pumpido principalmente debido a su cercanía con el partido del Gobierno. Ello implica que en la votación de este miércoles estos cuatro votos irían a Balaguer y sumaría además el suyo propio. Conde-Pumpido, por su parte, aglutinaría el grueso del ala progresista, aunque el número no está claro. De ahí que lo que decidan los nuevos integrantes sea determinante.

Se espera que los dos miembros elegidos por el Gobierno de Pedro Sánchez (Campo y Díez) apoyen a Conde-Pumpido. Sin embargo no hay certezas con María Luisa Segoviano, cuyo perfil es más independiente. Lo que decida la que fuera presidenta de la Sala de lo Social del Tribunal Supremo será pues clave para la elección de uno u otro presidente del TC.

La falta de acuerdo entre los progresistas también genera dudas sobre la vicepresidencia, la cual, de respetarse la norma no escrita que impera desde hace una década, debería ir para el miembro más antiguo de sensibilidad contraria a la del presidente. En las quinielas está Ricardo Enríquez ya que, tras la salida de Alfredo Montoya, es el único conservador que se encuentra en el último tercio de su mandato. Sin embargo, un sector del TC avisa que podría ocurrir que los dos principales cargos fueran para progresistas ante una previsible falta de acuerdo.

Votación secreta

Por su parte, el bloque conservador -que pasa de tener siete miembros a un total de cuatro- también ha mantenido conversaciones este martes. En este ala se incorpora el hasta ahora presidente de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Supremo, César Tolosa.

Se suma al grupo que integran Concepción Espejel, Enrique Arnaldo y Ricardo Enríquez. Este sector respaldará casi con total probabilidad a Balaguer ante la cercanía de Conde-Pumpido con el Gobierno y la trascendencia de asuntos que todavía quedan por resolver en el TC (recurso contra la ley del aborto, ley Celaá, eutanasia o el caso de los ERE, sin olvidar el conflicto catalán).

Así pues, los actuales 11 miembros del TC celebran su primer Pleno este miércoles a las 13.00 horas con el cometido de designar presidente. El trámite es secreto y por escrito. La primera votación sería efectiva si se alcanza mayoría absoluta de magistrados. De no producirse ese resultado (escenario más que previsible debido a la fractura actual) se iría a una votación en la que bastaría con mayoría simple. El cargo de presidente se nombra por un plazo de tres años.

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