Félix Bolaños comenzó el nuevo curso político como terminó el anterior periodo de sesiones: con una nueva votación ajustada en el Congreso para salvar un decreto clave para el Gobierno tras una tensa negociación con sus socios de investidura. El plan de ahorro energético de Pedro Sánchez salió adelante con el apoyo de ERC, PNV y Bildu a cambio de nuevas concesiones, después de que el ministro de Presidencia decidiera priorizar a los aliados parlamentarios del Ejecutivo y volviera a ignorar al PP. Para la negociación con los populares, de hecho, delegó en un diputado del PSOE ajeno a Moncloa.
Así lo confirman a Vozpópuli desde la dirección del Grupo Parlamentario Popular en el Congreso, que rechaza las afirmaciones de Bolaños en las que habla de "dos reuniones" con el PP para negociar el decreto: "Nos convocaron, como al resto de partidos, para informarnos de las recomendaciones de Bruselas y del porcentaje del 7% de ahorro energético. Nada más. No nos hablaron de imposiciones ni de negociar nada".
Después de esos dos encuentros, el Gobierno aprobó el decreto que incluía las medidas de ahorro energético -como limitar el aire acondicionado a los 27 grados y apagar escaparates a las 10 de la noche- y también un amplio paquete de ayudas al transporte, como la gratuidad de los títulos multiviaje de los trenes de servicio público de Cercanías, Rodalies y Media Distancia; y la reducción al 50 % del precio de los títulos de los servicios Avant durante el mismo periodo.
Desde el primer momento, el PP manifestó públicamente que debían aprobarse dos decretos distintos, uno con las citadas ayudas y otro con las medidas de ahorro energético, y pidió al Gobierno negociar. Desde Moncloa, sin embargo, se apostó únicamente por la interlocución directa con los socios habituales del Ejecutivo, cuyo apoyo no estaba claro hace un mes.
Bolaños y el bloque de investidura...
Tal y como admitió el pasado martes Isabel Rodríguez, el Ministerio de Presidencia de Félix Bolaños intensificó los contactos con los partidos que conforman el llamado bloque de investidura en los días previos a la votación para blindar el 'sí' de ERC, PNV y Bildu.
La ministra Portavoz señaló de forma explícita a Rafael Simancas, secretario de Estado de Relaciones con las Cortes y mano derecha de Bolaños, como el responsable de esa interlocución con los citados grupos parlamentarios... y ya el martes dejó a las claras que el Gobierno contaba con sacar el decreto con una "mayoría amplia".
La negociación de Bolaños y Simancas con sus socios dio sus frutos, aunque el Gobierno, como avanzó Vozpópuli, ha tenido que ofrecer una serie de cesiones a los republicanos catalanes y los partidos vascos.
... y un diputado para hablar con el PP
La apuesta por un pacto con ERC, PNV y Bildu era clara en Moncloa y, por ese motivo, Félix Bolaños no se planteó contactar con el PP, a pesar de las declaraciones del ministro hablando de una negociación con los populares.
Tal y como ha podido confirmar Vozpópuli, el ministro de Presidencia delegó la interlocución con los de Feijóo a un diputado del PSOE: César Ramos, portavoz del Grupo Socialista en la Comisión de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana. El objetivo del Gobierno era presionar al PP a través de las ayudas al transporte. Unas ayudas que podrían decaer si los populares votaban en contra del decreto de ahorro energético.
Con esa hoja de ruta diseñada, César Ramos contactó el pasado jueves 18 de agosto con su homólogo del PP en la citada Comisión del Congreso: el diputado por Córdoba Andrés Lorite. El parlamentario socialista preguntó al popular por la posición de su partido respecto al decreto, poniendo el acento en las ayudas a los viajeros que estaban en juego y dejando en un segundo plano las medidas de ahorro energético.
Lorite, por su parte, reconoció que el voto del PP todavía no se había fijado, aunque advirtió a Ramos que el partido apostaba por separar del decreto las restricciones de consumo energético de las ayudas en el transporte. Sobre estas últimas, además, destacó las reticencias de importantes organizaciones del sector.
Así, desde Confebus se alertaba de las "consecuencias nefastas para las empresas de transporte de viajeros por carretera" del decreto, que "desplazará la demanda en todos los corredores coincidentes con el ferrocarril y esto será difícil de recuperar una vez se haya eliminado la medida". El Comité Nacional de Transporte por Carretera, por su parte, estimaba insuficiente el decreto al no garantizar una "seguridad jurídica" que permitiera su aplicación real.
Una conversación de 5 minutos
Pese a esas reticencias, Lorite transmitió a Ramos que el PP podría estudiar un respaldo a las ayudas a los viajeros siempre que el Gobierno las 'sacara' del decreto de medidas de ahorro energético. Una posibilidad que nunca llegó a plantearse Moncloa.
La conversación entre los dos diputados duró poco más de 5 minutos, y esa fue la única interlocución, por parte de los socialistas, para tratar de llegar a un acuerdo con el principal partido de la oposición.
Desde el PSOE y el PP apuntan que el miércoles, un día antes de la votación en el Congreso, hubo una llamada perdida de César Ramos a Andrés Lorite, respondida después por WhatsApp por el diputado popular. El motivo de la misma, sin embargo, no tenía nada que ver con el decreto aprobado el jueves, sino con la futura comparecencia de la ministra Raquel Sánchez en la Comisión de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana.
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