De desafiar a Vox con nuevas elecciones en Extremadura a considerar "imprescindible" el "acuerdo" con los de Abascal. El PP ha dado un giro de 180 grados en sus estrategia para alcanzar el gobierno extremeño con un mail de María Guardiola a los cargos y militantes de la región. En este viraje, del que la dirección nacional del partido ha estado totalmente al corriente, ha sido determinante la caída en los sondeos tras el estallido de la polémica y la advertencia de Ayuso a Feijóo sobre los pactos con Vox antes de su entrevista en El Mundo.
Tal y como informó ayer Vozpópuli, Génova avaló la ruptura de Guardiola con Vox después de confirmar que el partido estaba "más cerca de los 160 escaños" que de los 150 a comienzos de la semana pasada. No obstante, con el paso de los días, lo que parecía un golpe en la mesa acertado se fue convirtiendo en un problema serio para el PP y no solo en Extremadura, sino a nivel nacional: "El ruido interno y externo crecía de forma inversamente proporcional a nuestra intención de voto".
El ruido interno y externo crecía de forma inversamente proporcional a nuestra intención de voto
Así lo confirma a este medio un dirigente popular que destaca la pérdida de casi dos puntos en intención de voto en apenas siete días -"del 36% al 34,3%- y la subida de un punto del PSOE. Ese cambio de tendencia demoscópica, unido al ruido "interno y externo" provocado por los ataques de María Guardiola a Vox, aceleraron una rectificación personificada en la figura de la líder del PP extremeño pero que tiene consecuencias a nivel nacional para Feijóo.
Del error de Guardiola...
En la dirección nacional del PP asumían, desde antes del 28-M, que algún líder regional tendría que "inmolarse", si era necesario, para no ceder ante Vox. Ese 'sacrificio' se produjo en Extremadura en un momento oportuno: después del pacto exprés de Carlos Mazón con los de Santiago Abascal en la Comunidad Valenciana y la polémica generada por las declaraciones del número dos de Vox en la región, negando la existencia de la violencia de género.
Ante el incendio originado, Feijóo publicó un tuit distanciándose claramente de ese discurso... y María Guardiola rechazó dar a Vox la presidencia de la Asamblea extremeña, rompiendo las negociaciones con el partido y dejándolo fuera de la Mesa de la Cámara regional. La decisión fue respaldada al 100% por Génova: "No nos sometemos a una minoría".
La estrategia, sin embargo, empezó a hacer aguas el pasado miércoles, cuando la líder del PP extremeño justificó su ruptura con Vox atacando con contundencia a los de Abascal: "Yo no puedo dejar entrar en el gobierno a aquellos que niegan la violencia machista, deshumanizan a los inmigrantes o colocan una lona y tiran a la papelera la bandera LGTBI", afirmando que en su gobierno no cabe un partido que niega la violencia machista, deshumaniza a los inmigrantes, y amenaza los derechos del colectivo LGTB las personas LGTB".
Este discurso, señalan las fuentes consultadas por Vozpópuli, no solo molestó a Vox, sino también a Carlos Mazón -que acababa de cerrar un pacto con Vox en la Comunidad Valenciana- y a los líderes regionales del PP que están en conversaciones con los de Abascal para formar gobierno, como Marga Prohens en Baleares. Desde Génova trataron de achacar esas palabras a la "precampaña electoral" de María Guardiola, pero lo cierto es que la líder extremeña se salió de la línea oficial de analizar los pactos con Vox en función de "los resultados en cada comunidad" y no "por ideología", como insistió Guardiola".
... al aviso de Ayuso
El "run run" interno era ya un clamor a finales de semana, pero estalló con la entrevista de Isabel Díaz Ayuso en El Mundo el domingo, en la que la presidenta de la Comunidad de Madrid dejó a las claras sus discrepancias con la estrategia de Guardiola: "En este momento decisivo para España hay que encontrarse con Vox pese a discrepar".
Ese mismo día, al filo de la medianoche y después de aplazar el Comité Ejecutivo y la Junta Directiva regional que había convocado para este martes 27 de junio, Guardiola protagonizó el viraje que llenó titulares en el día de ayer, abriendo de par en par las puertas a un pacto con Vox. Un cambio de postura que, como la propia opinión de Isabel Díaz Ayuso al respecto, Alberto Núñez Feijóo conocía de antemano.
La presidenta de la Comunidad de Madrid, según confirman a Vozpópuli fuentes de su entorno, transmitió al líder nacional del PP sus impresiones sobre lo ocurrido en Extremadura con Vox antes de hacerlas públicas en su entrevista en El Mundo. Guardiola, sin embargo, se enteró por la prensa de lo que pensaba una de las principales referentes del partido. Para entonces, eso sí, la decisión de retomar conversaciones con Vox ya estaba tomada tanto en Génova como en Mérida.
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