La Caja Mágica es una mole que costó 300 millones –el doble de lo presupuestado- y que fue pensada como instalación para alguno de los tres intentos olímpicos que perdió el Ayuntamiento de Madrid. Sin Olimpiadas a la vista, ahora es una infraestructura puntera sin actividades deportivas, excepto el Masters de Tenis que tiene lugar durante 12 días del mes de mayo. Un balance desolador que le sale muy caro al Consistorio: en 2014, Ana Botella destinará 5,3 millones a la Caja Mágica, además del millón anual que cuesta mantener el mastodonte plantado en el barrio de San Fermín.
Esta cantidad está directamente vinculada con el Masters de Tenis, que organiza la empresa Madrid Trophy Promotion. Los primeros 2,8 millones corresponden al acuerdo de patrocinio por el cual el Ayuntamiento abonará 34 millones a la firma durante diez años, contrato que vence en 2022. Los otros 2,5 millones son, según los Presupuestos, para el “alquiler del recinto durante tres meses”, aunque un portavoz municipal matizó esta semana en una comisión que se deben “a una serie de actuaciones y de trabajos que se tienen que acometer” con motivo del torneo.
UPyD sospecha que con esa cantidad se paga el alquiler de la Caja Mágica a Madrid Trophy Promotion durante el Masters de tenis. Este viernes en el pleno, el concejal delegado de Las Artes, Pedro Corral, defendió la “rentabilidad” del evento tenístico porque, según informó el delegado con datos que suenan más bien inverosímiles, “aporta 110 millones de euros al PIB del Consistorio y genera más de 8.000 puestos de trabajo directos e indirectos”.
UPyD denuncia que 5,3 millones es lo que se presupuesta para 69 polideportivos y 490 instalaciones deportivas de la capital
UPyD no ha querido entrar en la guerra de cifras con el PP. "No estamos en contra del Masters de Tenis en sí, sino de la inyección de dinero público por parte del Ayuntamiento de Madrid en el torneo”, replica a este medio la concejala magenta Patricia García. La edil critica que la cantidad que se entrega a la empresa organizadora “es la misma que el Ayuntamiento presupuesta para los 69 polideportivos y las 490 instalaciones deportivas” de la capital.
Hace tiempo que Cibeles explora vías no ya para rentabilizar el pabellón diseñado por el arquitecto Dominique Perrault –rentabilizarlo es misión imposible-, sino para sacar algo más de partido a la ruinosa instalación. Esta semana trascendió que en la Caja Mágica se están celebrando cumpleaños y otros eventos infantiles, según publicó El Mundo. Un despropósito teniendo en cuenta el coste (y el sobrecoste) del pabellón. “Es una instalación pensada específicamente para deportes de raqueta, y es muy complicado darle otro uso rentable”, lamenta Patricia García.
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