El rescate bancario se ha pagado do veces: no sólo ha costado dinero a los contribuyentes de forma directa sino que también cuesta dinero a los más desfavorecidos que recibían becas o ayudas de las cajas de ahorros. Esa “obra social” ha caído un 45% con la reestructuración de la banca, según los cálculos de las ONGs en su “Estudio sobre el presente y futuro del Tercer Sector Social en un entorno de crisis” elaborado por PwC y la Fundación La Caixa. Según esos cálculos, la obra social ha sido sacrificada y convertida en dividendo en la mayoría de ocasiones.
El recorte ha seguido dos perfiles muy claros: ha sido significativo cuando quien absorbía a la entidad era otra caja pero ha sido total cuando quien compraba las cajas en apuros era un banco. Así:
- La fusión de cajas se salda con un recorte medio del 25% en el presupuesto de sus obras sociales.
- La absorción de una caja por un banco ha dado lugar a la eliminación completa del presupuesto para obra social en la mayoría de los casos, según las cifras de PwC.
Así, los 2.059 millones de euros que se destinaban a obra social al comienzo de la crisis en el año 2008 se han convertido en 1.125 en el año 2011, lo que representa un descenso del presupuesto social del 45% y han caído todavía más en 2012, afirma el informe.
Igualmente, se han visto afectadas las donaciones al llamado "Tercer Sector", es decir, a entidades privadas sin ánimo de lucro de carácter voluntario entre las que se incluyen las entidades de cooperación internacional y de medio ambiente. La caída en ese tercer sector es del 15%.
La absorción de las cajas y de sus fondos
De las 45 cajas de ahorro existentes en el año 2010, 43 se han sometido al llamado "proceso de consolidación", lo que representa el 99,9% de los activos totales que manejaban. De esas 45 entidades con un tamaño medio de 29.440 millones de euros hemos pasado a 12 grupos de entidades con un volumen medio de activos de 90.826 millones.
Sin embargo, tres años después de comenzada la reestructuración, el mayor tamaño de las entidades ha resultado en un menor tamaño de sus fondos para fines sociales hasta casi la mitad. Las ONGs apuntan que, frente a las entidades bancarias, están siendo empresas privadas las que aportan nuevas cuantías para becas y ayudas sociales. "Esas donaciones son una herramienta de mejora de sus resultados financieros por su deductibilidad", afirman las ONGs. "Bajo ningún escenario la financiación volverá a niveles de 2011", concluyen.
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