El campo español nunca estuvo tan crispado ni tan enfrentado a un Gobierno. Las calles de Madrid han acogido este domingo una manifestación de cientos de personas del mundo rural contra las medidas del Ejecutivo de Pedro Sánchez. No es la primera, pues en marzo de 2022 vivimos una de las más multitudinarias, pero sí es una de las más importantes por el momento en el que llega y su significado.
Contamos en Vozpópuli esta misma semana que la plataforma SOS Rural ha denunciado las "presiones y amenazas" recibidas por las organizaciones que han venido sumándose al movimiento con el fin de impedir que acudieran a la manifestación en defensa del campo prevista en Madrid y que hoy, 14 de mayo, primer domingo de la campaña electoral del 28-M, ha tenido lugar.
Numerosas entidades sectoriales relacionadas con las actividades del sector primario informaron a la plataforma de llamadas recibidas del Gobierno, del PSOE, de Podemos, de varias administraciones autonómicas, así como de algunos sindicatos agrarios, en las que se les advertía de que su presencia en la marcha podría suponer la "revisión" de ayudas y subvenciones básicas.
El campo dice basta
Eso no ha frenado a SOS Rural ni al resto de plataformas ciudadanas, que han salido a las calles de Madrid a manifestarse contra el Ejecutivo más empecinado en "terminar con el mundo rural". Las quejas, leídas en los distintos manifiestos, han ido desde el precio de las materias primas y combustibles a los continuos ataques al mundo rural, especialmente a la tauromaquia y todo lo relacionado con ella.
La plataforma ciudadana SOS Rural, convocante de la manifestación que se ha celebrado este domingo en Madrid en defensa del territorio, ha denunciado las leyes "excluyentes" que se están aprobando y que a su juicio "ponen en peligro" las actividades vinculadas al campo.
Una hora antes del inicio de la marcha, fuentes de la Policía Nacional han calculado la presencia de unas 1.500 personas frente al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA). Daniel Ruiz, uno de sus portavoces, ha asegurado que las administraciones "siguen legislando en contra" de los productores y de los demás colectivos asentados en el medio rural.
Entre otras, ha criticado la Ley de Bienestar Animal, por ser "dogmática", o la "falta" de una "política hidrológica", mientras se "está acabando con la sostenibilidad de los regadíos". Por eso, ha explicado, hoy están lanzando un "grito de socorro" a la sociedad "ante el abocamiento a la ruina" a la que "llevan al campo, al mundo agrario y al entorno rural" con estas "políticas alocadas que van en contra de la lógica".
Son unas leyes, ha afirmado, que dificultan la producción agrícola y ganadera nacional, "poniendo en peligro su supervivencia". En ese sentido, ha alertado de la creciente dependencia que hay de los alimentos importados desde terceros países, "sobre los que no tenemos garantías sanitarias y, además, serán mucho más caros".
Carlos Bueno, también de SOS Rural, ha insistido por su parte en la necesidad de unión de "todos los colectivos afectados por estas normativas". También ha citado la Ley de Bienestar Animal y ha criticado el funcionamiento de la Ley de la Cadena Alimentaria o los objetivos de la Agenda 2030.
"Es hora", ha defendido Bueno, de "dar un golpe en la mesa y decir ¡hasta aquí hemos llegado!". Bueno ha remarcado el trabajo que esta plataforma ciudadana viene desarrollando en Bruselas, porque en su opinión de ahí viene el "85 % de las leyes" que les afectan.
En este sentido, ha mostrado su cercanía y trabajo conjunto junto al partido político holandés BBB, que antes fue un movimiento similar a SOS Rural, y con los "chalecos amarillos" franceses. La marcha, que ha durado desde las 13.00 horas hasta las 15.00, comenzó en la glorieta de Atocha y terminó en Cibeles.
Han portado múltiples pancartas en defensa de diferentes colectivos, como agricultores, ganaderos, cazadores o transportistas. Además, varias decenas de camiones han hecho sonar sus bocinas por el paseo del Prado, mientras varios tractores han recorrido el trayecto hasta Cibeles.
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