España

El campo se plantea seguir la 'guerra' con un nuevo partido: "Queremos representación"

Fuentes del sector explican a Vozpópuli que, si cumplen los pasos de su hoja de ruta, no descartan montar un partido político, como ha ocurrido en Holanda. En cualquier caso, sería después de las elecciones generales

Que el campo está harto no es sorpresa. La situación es tal (sequía, inflación, crisis económica...) que ya no pueden más. Y a la incertidumbre sobre su presente y su futuro se suma la indignación por el trato político que están recibiendo (entre otra "larga lista de cosas", el Gobierno amenaza con dejar sin ayudas a los agricultores y ganaderos que se manifiesten el próximo domingo 14 de mayo). Distintas fuentes del sector explican a Vozpópuli que ante esta situación no es una idea que vean lejana la de montar un partido político que les dé voz y "representación parlamentaria", tal y como ha ocurrido en otros países europeos como Holanda.

Estas mismas fuentes, hartas del rechazo que han demostrado los políticos a las necesidades reales de los trabajadores del sector primario, cuentan que si consiguen cumplir con los objetivos de su hoja de ruta, hay muchas posibilidades de que se terminen lanzando a montar un partido político. Eso sí, descartan hacerlo para estas elecciones, porque "van tarde", quieren ir "con pies de plomo" y quieren que sea una cosa asentada y con "posibilidades de éxito". "No queremos precipitarnos. No queremos un concejal en algún ayuntamiento. Queremos representación en el parlamento. Y para eso necesitamos garantizar que tenemos apoyos", cuenta otra fuente.

"Descartamos por tanto hacerlo de cara a estas elecciones, pero si todo nos sale bien, es una opción que contemplamos, de cara a futuro, porque parece que los problemas no van a tener solución a corto plazo. Pero siempre con pies de plomo. Todavía no es el momento, pero si se cumple lo que queremos, sí lo llegará a ser", continúan.

Para poder tantear esta opción seriamente, lo primero y más fundamental para ellos es tener éxito ("arrasar, si es posible") en la manifestación a favor del campo del próximo domingo 14 de mayo, organizada por SOS Rural, una plataforma que agrupa "apartidista" a 500 asociaciones del mundo agrario. Su objetivo es llegar a las 500.000 personas y antes de lanzarse a la aventura política quieren conseguir, "por este orden", unidad, visibilidad y legitimidad. "Tenemos que estar seguros de que apuestan por nosotros, que la gente cree en la causa y es consciente de que hay que buscar soluciones ya", sentencian las diversas fuentes consultadas.

La presión al campo empeora la situación

Hasta hace unas pocas semanas, el campo todavía veía lejos la posibilidad de embarcarse en una aventura política. Pero los últimos acontecimientos han llevado a que profesionales de dentro del sector se planteen en serio la posibilidad de unirse todos ellos en una agrupación política (algunas fuentes cuentan que por ahora sólo plantean unirse en una agrupación, dejando lejos el adjetivo de político).

La dura sequía a la que estamos haciendo frente en los últimos meses ha empeorado la situación, provocada por la terrible inflación y a la subida del Salario Mínimo Interprofesional, situación que ha provocado que se destruyan 80.000 empleos en el sector del campo, tal y como ya contamos en Vozpópuli.

Pero la gota final que ha hecho estallar al campo y hace que ahora se plantee la posibilidad de embarcarse en el mundo de la política ha sido el hecho de que el Gobierno amenaza ahora con dejar sin ayudas a todos los agricultores y ganaderos que participen en la manifestación del próximo fin de semana. Esto ha hecho enfadar al sector, ninguneado y víctima de políticas "globalistas" basadas en la Agenda 2030.

Siguiendo el camino de otros países

Con esta decisión, el campo español está siguiendo el camino de otros países europeos donde agricultores, ganaderos, cazadores o otros trabajadores del sector primario se lanzaron a montar un partido político que les represente, dado que nadie escucha sus necesidades.

Tal es el caso de Holanda. A mediados de marzo, el Movimiento Campesino-Ciudadano (BoerBurgerBeweging – BBB), el partido que representa al campo en Países Bajos, 'arrasó' en las elecciones provinciales del país, en un hito histórico contra la 'Agenda 2030'. Entonces, en este periódico hicimos un artículo analizando si esto podía ocurrir en nuestro país.

Ya en ese momento Natalia Corbalán, portavoz de la Fundación Ingenio y experta en la situación de la agricultura y la ganadería en España, explicó: "No creo que pase algo así en estas elecciones. Pero que nadie descarte que pueda ocurrir lo mismo que allí dentro de unos años. El campo español está crispado y tiene un hartazgo de tal nivel que puede pasar. Poco a poco, la sociedad se irá dando cuenta de la mentira de la Agenda 2030 y se levantará exigiendo que se le devuelva la voz a los protagonistas del campo: agricultores y ganaderos".

Ahora, con esta 'amenaza' del Gobierno, que demuestra que no solo no ayudan sino que "además intentan que los afectados no ejerzan su derecho a reivindicar y dar visibilidad a su situación", lo que antes era una mera ilusión ahora es una opción real para pelear por sus derechos.

¿De qué están hartos los profesionales del sector en toda Europa?

"Del ecologismo totalitario que se aprovecha de la buena fe de las personas para llevar una política radical con unos intereses políticos espurios" sentencia contundente la representante de la Fundación Ingenio. Por su parte, desde SOS Rural agregan que es la respuesta lógica a "las nefastas políticas de las administraciones autonómica, nacional y europea".

"Todos queremos cuidar el planeta, y más nosotros, que es nuestra vida. Pero no así. No a base de mentiras e injusticias, en las que nos hacen culpables para argumentar su discurso. ¿De verdad el problema de la contaminación son los nitratos del campo? ¿O lo son los fósforos y los gases que se expulsan en las ciudades, que contaminan, entre otras cosas, el Mar Menor? Es todo una gran mentira para comprar votos. Desmantelar y maltratar al campo es darnos un tiro en el pie. Lo vamos a pagar carísimo. ¿En serio también nos vamos a jugar la soberanía alimentaria para depender del Rey Marruecos?", reflexiona Corbalán.

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