La Base Aérea de Sheppard (Texas, EEUU) alberga el programa de entrenamiento de pilotos de caza de la OTAN, “escuela de líderes” en la que se instruye a los especialistas de la Alianza ante los escenarios más exigentes. Se trata de un curso tan demandante como exclusivo, con un reducido número de alumnos y que, en cierto modo, se imparte con acento español. Porque tres de sus instructores visten el uniforme del Ejército del Aire y del Espacio de nuestro país: el capitán Rodrigo Pérez Bilbao es uno de ellos.
Es fácil establecer el paralelismo con Maverick, el protagonista de las películas de Top Gun interpretado por Tom Cruise; aunque el capitán Bilbao se sintió más inspirado por Steven Hiller, el piloto de combate que salvó a la humanidad de una invasión alienígena en la gran pantalla.
“He tenido como objetivo ser piloto del Ejército del Aire, más concretamente piloto de caza, desde que tengo unos 10 años -apunta en conversación con Vozpópuli-. No recuerdo los motivos exactos que me llevaron a ello, pero sí que recuerdo una película en concreto que me marcó en este sentido: Independence Day, de Will Smith”.
Sus esfuerzos por convertirse en piloto de combate le llevaron a la 65º promoción de oficiales del Ejército del Aire, ingresando en el año 2009 y obteniendo el empleo de teniente en 2014. “De 2014 a 2023 estuve destinado en el Ala 15 (Base Aérea de Zaragoza), concretamente en el 152 Escuadrón como piloto operativo hasta 2022 y un año en el 153 Escuadrón como piloto instructor de EF-18M -conocido por muchos como F-18-”, detalla el capitán Bilbao.
Una trayectoria militar salpicada por sus misiones en Senegal, Estonia, Lituania y Rumanía, con participación en más de diez ejercicios nacionales e internacionales, destacando el Frisian Flag en Holanda, el Iniochos en Grecia, tres participaciones en el Nato Tiger Meet y otras seis en el ejercicio Ocean Sky en Canarias.
Más de 1.400 horas de vuelo en F-18 y un total de 1.800 horas de vuelo que no sólo le han llevado a obtener las calificaciones de Mission Commander o Rescue Mission Commander, sino hasta la base de Texas donde se instruye a los pilotos de combate de la OTAN.
Del Ejército del Aire a la OTAN
“Desde verano de 2023 estoy destinado como instructor en el 88 Fighter Training Squadron del programa de entrenamiento de pilotos de caza de la OTAN (Euro-NATO Joint Jet Pilot Training) en la Base Aérea de Sheppard (Texas, EEUU)”, apunta el capitán del Ejército del Aire.
¿Qué requisitos se exigen para ser instructor de este programa? Contar con un nivel de inglés profesional y alta experiencia en aviones de caza. Rodrigo Pérez Bilbao asegura que, una vez España selecciona al candidato, se debe superar un curso para convertirse en instructor del programa: “El curso tiene un nivel de exigencia muy alto y dura entre 4 y 7 meses”.
El programa, con participación de 14 países de la OTAN, tiene como objetivos fortalecer los lazos entre los países miembros, entrenar a los pilotos de combate y “el desarrollo de los futuros líderes” de la Alianza. Según detalla la web oficial de la base de la Fuerza Aérea Sheppard, “los estudiantes piloto y los instructores de hoy serán los líderes de las fuerzas aéreas de la OTAN del mañana”: “Habiendo entrenado juntos, estarán mucho mejor preparados para luchar y vencer juntos cuando surja la necesidad”.
El curso cuenta con tres módulos en los que participan los tres miembros del Ejército del Aire español; Rodrigo Pérez Bilbao es instructor en la fase bautizada con el nombre de Introduction to Fighter Fundamentals [Introducción a los Fundamentos del Combatiente, IFF por sus siglas en inglés].
“Al módulo de IFF llegan únicamente los alumnos que han sido ya elegidos para volar aviones de caza -explica el capitán español del Ejército del Aire-. Durante los tres meses que dura el curso, los alumnos reciben una introducción al vuelo táctico [o de combate], instruyéndose principalmente en el combate aéreo básico, combate aéreo avanzado ACM y en el bombardeo de armamento no guiado”.
Es aquí donde el paralelismo con las películas de Top Gun es más evidente. Porque Maverick, tras convertirse en piloto de élite de Estados Unidos, enfiló sus pasos hacia la academia donde se formaban a los futuros combatientes.
Pero la formación de Sheppard es de carne y hueso, lejos de la gran pantalla. Y al capitán Rodrigo Pérez Bilbao, del Ejército del Aire, le corresponde la formación de esos “líderes de las fuerzas aéreas de la OTAN del mañana”.
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