El Juzgado de lo Penal número 1 de Manresa ha condenado a Pedro Larrosa Martín a nueve meses de cárcel y una multa de 360 euros por un delito de lesiones y atentado contra agentes de la autoridad. Se trata de la persona que le lanzó una silla a los guardias civiles el 1-O cuando los agentes pretendían acceder al colegio Quercus para incautar el material electoral del referéndum ilegal.
La acción cometida por este condenado fue captadas en vídeo y las imágenes fueron proyectadas durante el juicio del Tribunal Supremo a lo líderes del procés. Se emitieron a petición de la Fiscalía, que las usó, entre otras, para apoyar su tesis de la rebelión y la violencia ejercida contra las fuerzas de seguridad durante el referéndum.
“En el transcurso de la actuación policial, el acusado, con el conocimiento de que se trataba de un agente de la Guardia Civil, y con el ánimo de causarle un menoscabo físico lanzó una silla contra un sargento que le impactó contra las piernas causándole lesiones”, dice la sentencia dictada el pasado 19 de septiembre a la que ha tenido acceso Vozpópuli.
Tiene 42 años
El condenado, de 42 años de edad, se encontraba en el interior del Instituto Quercus, situado en la localidad barcelonesa de Sant Joan de la Vilatorrada. Hasta ese lugar se desplazó la Guardia Civil para cumplir con el auto del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, que había ordenado impedir la consulta.
El fallo se ha adoptado tras un acuerdo de conformidad entre el acusado, la Abogacía del Estado y la Fiscalía. Ninguna de las partes ha recurrido la condena por lo que ya es firme. A cambio, la juez Neus Codina ha decretado la suspensión de la pena por lo que el condenado no tendrá que entrar en prisión con la condición de que no vuelva a delinquir en un plazo de dos años. Previamente, Pedro Larrosa ya había indemnizado al sargento herido por los daños ocasionados.
Durante el juicio en el Tribunal Supremo declaró como testigo -a petición de los abogados de varios de los dirigentes acusados- un policía nacional retirado, vecino de Sant Joan de Vilatorrada. Se llamaba Nemesio Fuentes y había asistido como voluntario para organizar la votación en el instituto. Acudió al juicio con un lazo amarillo. Según dijo ante el tribunal, el sargento de la Guardia Civil no fue derribado por la silla a pesar de la evidencia de las imágenes, sino que resbaló.
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